Ethan
Las cosas seguían iguales, mi plan de acabar con los enemigos permanecía pero el problema había sido el tiempo que conlleva prepararnos, el cual ya no podía seguir perdiendo.
Tyler se marchó a ver a su prometida mientras yo fui directo al despacho, los sirvientes ya habían limpiado el desastre que hice pero no evitaba que siguiera sintiéndome mal.
Mi luna estaba en su habitación, supe que Cassy le entregó sus pertenencias y sé que estará cubierta de todo lo que necesite por ahora mis planes junto a ella deben esperar, tengo una manada que proteger y liderar, ordené que le llevaran el almuerzo a su habitación y cualquier cosa que pida mientras yo siento que me hundo en la desesperación.
Las paredes del lugar me encierran y me hacen sentir pequeño, llevo a cuestas la manada entera y la vida de todos los que habitan aquí ellos confían en mí y mi criterio y no puedo fallarles.
Extraño tanto a mi padre porque él sabría qué hacer en estos casos.
Creí que estaba listo para ser el alfa pero cada día me doy cuenta que nunca lo estuve ni para liderar no para vivir sin ellos. Lo que más me duele es que Tyler y yo encontramos a nuestras compañeras después de sus muertes, algo que ellos soñaban ver era a nosotros felices y completos con nuestras predestinadas.
Tomo un pequeño retrato familiar que papá conservaba en el despacho, es una foto de cuando éramos niños, mucho antes que Tyler se marchara a Alemania, Papá lo tiene en brazos y yo estoy en los de mamá, el recuerdo de una infancia feliz donde lo teníamos todo y no me refiero a lo material sino a las sonrisas que le devolvemos a la cámara.
Quiero las mismas sonrisas de vuelta a pesar de no tener las suyas voy a luchar por los que quedan, por devolverle la sonrisa a Tyler, a Jessie, a Bree y a todos los demás. No seré buen líder por tener dudas o cometer errores, sino por luchar por defendernos, por terminar lo que Drack empezó, por nuestra felicidad.
No tengo muchas opciones más que seguir marchando contra el enemigo, no puedo confiar en nadie a estas alturas por ello me dedico a buscar alternativas, utilizo los mapas aquellos que delimitan nuestras tierras y señalan las manadas vecinas buscando puntos ciegos, yo también puedo jugar a atacar sorpresivamente.
Lo segundo que hice fue un par de llamadas a ciertos alfas que aseguraron su apoyo y hasta el día de hoy solo me daban evasivas.
Había sido muy paciente con ellos, pero desde mi proclamación como alfa de luna hechizada prometieron ayudarme a acabar con mi enemigo. Las cantidades de guerreros que necesito son altas pero no deben llamar la atención, no puedo permitir que Drack se entere por ello trazo la ruta en la cual dichos hombres puedan movilizarse. Cada alfa y su gente tendrán diferentes caminos y fechas para presentarse a mis tierras, prohíbo que lo comuniquen a terceros sobre lo que estaba haciendo lo mejor es ser precavidos con Natty encerrada ignoraba si existía otro cabo suelto por ahí dispuesto a traicionarme.
No llamé al consejo a informar de los cazadores, aún no tenía nada sólido sobre el hombre llamado Víctor lo que si podía decir es que era un desgraciado en toda la extensión de la palabra. Tampoco les informé de mi cambio de planes, iba a atacar a Drack sin darle tiempo a parpadear pero las manadas de sur américa tardarían mucho más en llegar.
Con mi hermano ocupado con Jessie, Ian con Natty y James desaparecido me quedé solo trabajando hasta caer la noche trazando mis planes, revisando el mapa, buscando la ruta perfecta para acabar con el enemigo de manera sorpresiva.
Selene
Me pregunto en que momento las cosas se revolvieron tanto, Natty una traidora y no lo ví. De qué manera le advierto al cabeza de chorlito que tengo como alfa que su venganza va a causar más daño del que se imagina.
Como siempre me dirijo a la choza del bosque es aquí donde las brujas tenemos nuestro espacio para hechizos y consultar a los dioses. El lugar donde vivo desde hace años cuando Owen me envió a pulir mis poderes y por el cual dejé su casa.
Debía pensar con la cabeza fria, encontrar la conexión porque estaba segura que no había cazadores en luna sangrienta, estuve ahí ese día cuando intentábamos hacer las cosas bien.
Me senté sobre un tronco mientras usaba mi magia para encender la fogata, de que servían estos trucos si no podía salvar sus vidas, había perdido a quienes me amaron como a una hija y ahora no sabía a cuantos más.
Suspiré apesadumbrada y luego pensé en él sin quererlo, Klaus invadió mis pensamientos Él tenía razón, había un traidor en la manada pero no fue como creímos, ignoro lo que Natty le reveló a los chicos pero por sus caras debió ser algo muy delicado.
Una parte de mí tenía dudas pero la otra se sentía mal por creer que el vampiro era el responsable de todos nuestros problemas.
Tapé mi rostros con ambas manos estaba loca, el vampiro es mi enemigo, el que haya dado información podría ser una estrategia para confundirme, pero que ganaría él.
– Cosita rubia. – mi cuerpo sufrió un estremecimiento placentero al escucharlo y quiero golpearme por eso.
Porque seguíamos viéndonos, lo había ocultado de Ethan y los chicos y no supe la razón, quizás porque en el fondo me empezaba a acostumbrar a su presencia o ya no lo miraba con los mismos ojos.
Klaus esbozó una misteriosa sonrisa y sus ojos me miraban de esa manera burlona que hacía siempre y seguro conquistaba a cualquier fémina.
Lo admitía los de su especie eran atractivos pero ninguno tanto como él, superaba por mucho el metro ochenta, pálido de complexión delgada pero musculosa, y poseía un rostro muy difícil de ignorar: nariz perfilada, pómulos altos, mejillas hundidas, ojos grises además de sus tatuajes en su cuerpo. Vestía una cazadora de cuero, tejanos oscuros y botas militares, todo de negro como si necesitara mimetizarse con la oscuridad.
Suspiré derrotada, mi día había sido horrible, y estaba tan desanimada que no tenía fuerzas ni para discutir con él.