*Narrador*
Draco se había marchado en cuanto regreso Pablo dejando en un mar de Dudas a Aria, desprendía un Aroma tenue, pero no había duda de que era el olor de un hombre lobo, no era tan fuerte como el de Fenryl o como el de la misma Aria ¿Quién Era Draco?
-Ya está bajando el sol, ¿Quieres que te lleve hasta tu casa?
-No, no te preocupes, puedo regresar sola, pero sería muy descortés de mi parte si no te agradeciera por tan maravillosa Salida- Aria se inclina un poco para depositar un tenue beso en la mejilla de Pablo, el cual la mira confuso y no puedo evitar su evidente sonrojo por el acto imprevisto.
-Valla, si siempre que salgamos me darás un beso a si de dulce quizás debamos salir todos los días.
-No coquetees con migo, solo es un beso de agradecimiento-ríe ella para desviar su mirada, Pablo lograba ponerla ansiosa, nerviosa y evidentemente feliz.
Ambos caminaron por las plazas cercanas una vez más hasta llegar a un callejón por el cual debían separarse para ir por sus respectivos caminos.
-Cuídate Aria, si algo pasa, llámame, estaré despierto toda la noche.
-¿Toda la noche? ¿Hay algún motivo para tu insomnio?
-Es imposible dormir si tu no sales de mi mente-Pablo toma el atrevimiento de hacerse a Aria de una forma sorpresiva hasta quedar tan cerca de esta, que casi podría besarla en un movimiento rápido, pero en lugar de esto solo se detuvo en cuanto sus narices se tocaron para observarla fijamente a los ojos-No sé qué hiciste hoy en mí, si me embrujaste o me hechizaste con esos ojos tan brillantes como el sol, pero te aseguro que me acabas de hacer malditamente feliz-ríe-Aria...mis sueños murieron el día que mi padre se fue de casa, pero siento que mis sueños regresaron cuando te encontré a ti, creerás que estoy loco, pero en toda mi vida siempre me sentí como un idiota e inútil, mi padre siempre me motivaba a ser el mejor, pero yo con mis torpes acciones lo echaba todo a perder y todo perdí con el tiempo, pero hoy...con tus palabras...siento que tengo una oportunidad de volver a empezar, pero más que andarme con rodeos, lo que realmente quiero decir es que-Pablo toma a Aria por la cintura mientras esta solo trata que su mente reaccione a los impulsos de su feroz corazón-Aria...yo no quiero ser tu amigo, y aunque ahora deba conformarme solo con eso, estoy seguro que lo que siento por ti...no es falso ni es una ilusión...
Aria sentía como el corazón le palpitaba a mil, y a su vez como se quemaba por las dudas, Pablo hace unas cuentas horas le había dicho que temía de los seres sobrenaturales, él estaba viendo tan solo su lado humano pero... ¿Podría amarla sabiendo lo que en verdad era?
Pablo se separó de ella para dirigirle una sonrisa y retirarse sin decirle más, sabía que había sido muy impulsivo, pero no podía evitarlo, no si se trataba de Aria.
*Narra Aria*
Llegue a casa a eso de las 9, había otra carta muy seguramente de mi madre, no tenía ganas de amargarme la noche así que solo pensé en leerla después, quizás no sería nada de suma importancia. No podía sacar de mi mente el aroma y las palabras de Pablo, no recuerdo cuando fue la última vez que alguien me había echo sentir tan ansiosa, el termino amor nunca estuvo entre mi diccionario, pero él me hacía sentir hipnotizada, viva y especial, por mi apariencia no era raro que los chicos se me acercaran, pero siempre lo hacían con deseos carnales y obscenos, el no, Pablo solo buscaba compañía y protección, y eso me hacía sentir aún más intrigada.
-¿Qué tal tu velada? ¿Hubo beso?
-Fenryl!!!!!! No me asustes así.
-Uy, estabas muy distraída, ¿En quién pensabas?
-En nadie... ¿Qué haces aquí?
-Bueno me entere que mi mejor amiga estaba en modo cita y quería ver cómo le fue.
-No era un cita...solo fue una salida de amigos.
-Sí, aja, amigos-dice Fenryl con su tono de voz entre divertido y sarcástico-¿Te place dar una vuelta? Hoy la noche esta hermosa y las estrellas nos sonríen, ¿Vamos?
Ambos nos escabullimos entre el bosque y el espesor de la noche, claramente nuestros movimientos eran más lentos debido a que no había luna esa noche, pero éramos igual de agiles como 2 prófugos buscando escondite. Nos detuvimos en los altos de un viejo molino, desde allí se podía observar toda la ciudad, era intensamente brillante y ruidosa, pero en aquel lugar el único ruido, era el del viento y nuestras palabras.
-Fenryl-le platique- cuando estoy con Pablo siento que no importa si soy humana o no, simplemente me hace sentir completa, no sé qué tiene el, que es como si...sus piezas rotas jugaran con las mías y se complementaran en una sola.
-¿Te estas enamorando?
-No lo sé, no sé qué siento por él, no sé si pueda llamarse amor o solo es un simple cariño...puedo entender lo que sienten otros, pero no puedo entender lo que siento yo misma...
-Creo que podría ser amor princesa.
Fenryl y yo nos sobresaltamos sacando nuestros colmillos al sentir un olor familiarmente desconocido, pero para mi sorpresa era...
-¿Draco? ¿Cómo es que llegaste aquí?
-¿Lo conoces?-pregunta Fenryl algo confuso.
-Sí, es el mejor amigo de Pablo.
En cuanto la luz de la noche alumbro el rostro de Draco quede paralizada ante lo que estaba viendo, sus ojos brillaban de un fuerte tono violeta, sus colmillos estaba afilados y su aroma...no había duda, era un Lobo.
-Esto es imposible...eres de los nuestros...
-Sí y no princesa-dijo este acercándose a nosotros-Soy la raza más despreciable de lobo que hay según las leyes de los ancestros, soy un Hibrido.
-¿UN QUE?-Fenryl y yo quedamos asombrados, los híbridos desde hace años habían sido exterminados, quedaban unos cuantos alrededor del mundo, así que encontrarse con uno era sumamente extraño-¿Cómo es que aun estas vivo?