Ya había pasado una semana desde lo que había ocurrido con Mamoru, le alegraba saber que Kaname confiaba en ella y no la alejaría de sus amigos.
-Te veo muy feliz- hablo Rose- ¿Quieres?- pregunto mientras le ofrecía un poki.
-Lo estoy- dijo una sonriente Alejandra-¿de donde los sacaste?
Antes de que pudiese contestar un grito se escucho por toda el aula- ¿¡QUE HACES CON MIS POKIS ROSE WALMSLEY!?
-Shiki me los dio- dijo restandole toda importancia- aparte deberías alegrarte, así ya no te saldrán más barros Aldo-Kun.
-YO NO TENGO BARROS!!- con tono más tranquilizador y haciendo puchero- porque usas ese término, sabes que no me gusta.
- Quizás por eso lo haga, eres bastante molestable Aldo-Kun- se unió Shiki con su tono tranquilo y despreocupante. Aldo miró a Rose y a Shiki para luego dar un grito y jalar ligeramente su cabello.
- AHHH! ¡¿Como es posible que ustedes dos, siempre actúen de una manera tan despreocupada?!
-Shiki bufo sin importancia y Rose sólo se encogió de hombros.
-Te vas arrancar los cabellos- dijo con voz desagradable León, le molestaba ver lo infantil que su primo podría llegar a ser.
-Aparte eres el único japonés que conozco que no sólo no le gustan esos términos, sino que, tampoco los utiliza.
- Te recuerdo que mi madre es americana.- interrumpió rápidamente mientras hacia otro puchero.
-Y dime ¿Mamoru ya te perdonó?-pregunto Carol. Todos voltearon a verlo.
Aldo se encogió de hombros- Eso creo, me dijo que no había rencores.
En ese momento entró Mamoru junto a Lana, dándole una sonrisa a la morena hablo con desgana- Ale te buscan afuera.- ella lo miro interrogante- Kaname- y sin más ella salió. Dejando no sólo a un molesto Mamoru, sino también, a un enojado Aldo.
Al salir y verlo su mirada se iluminó y corrió hacia él, para, por primera vez envolverlo en un abrazo- Gracias
Él correspondió de igual manera el abrazo- ese era tu deseo y yo sólo quiero verte feliz.
-Y lo estoy, no lo dudes. Gracias por confiar en mi.- antes de que Kaname pudiera hablar llegaron Mika y Lena corriendo.
-Kaname, tu mamá está aquí.- dijo Lena un poco agitada.
Kaname las miró confuso, su madre nunca lo había ido a ver en todos estos años, y que ahora lo hiciera se le hacía sumamente extraño.
-Quiere verte, y esta como loca buscandote junto con Ginger.
-Lo lamento debo irme- Alejandra lo miró comprensiva y se dio la vuelta para regresar a su salón. Kaname sólo la veía alejarse y susurro- sólo no olvides tu promesa- sin embargo, ese susurro no fue escuchado por ella, sino únicamente por sus dos compañeras.
Una vez en el dormitorio del Sol se encontraron con aquella mujer rubia de puntas rojizas- Madre - hablo Kaname con su semblante serio.
-Hola hijo- respondio sonriente aquella mujer- estaba platicando con Ginger, realmente es una bella y educada jovencita, una digna futura esposa, creo yo. Espero que la estes tratando adecuadamente- dijo esto último provocando un ligero sonrojo de la chica y la risa de Mika y Lena, sin embargo el semblante de la reina las hizo desistir.
-Bueno nosotras nos retiramos- dijo Lena.
-Yo las acompañó- dijo repentinamente Ginger, claro que quería quedarse, pero no quería verse chismosa y más sabiendo que su "Futura Suegra" quizás ya la tuviera en cuenta.
-No, tu quedate querida. Lo que vamos hablar también te inconcierne a ti.
- ¿Y que es?- preguntó el rubio confundido y frustrado.
-De tu futuro claro- contesto elegante, ocasionando que Ginger sonriera con autosuficiencia junto con la reina. Eso era lo que necesitaba, apoyo y ahora sabía que lo tenía en absoluto de la persona más influyente en el chico, o eso creía.
- En ese caso Ginger No tiene nada que ver, madre. Vámonos.- dijo jalandola para dar marcha, dejando a la chica sola.
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-Me pregunto porque Aldo sigue espiando a Anni, supongo que le afecta mucho que Ryuu juegue con ella, me pregunto ¿todos los hombres serán iguales?- se preguntaba mentalmente la pelinegra mientras caminaba hacia el pueblo, tenía que admitir que estaba realmente lejos del colegio, ya que tenían que pasar primero el bosque y después 20 minutos. Una vez fuera de él retomo su camino, tomando un atajo, las calles muy oscuras y abandonadas podría verse frío y escalofriante, pero era un lugar seguro. En todos esos años nunca había pasado algo fuera de lo normal. "Hasta ese día"
- YA BASTA!! LA VAN A MATAR!!
Rapido se escondio detrás de una barda, para que no la vieran y despacio asomo la cabeza, percatandose que bebían la sangre de una hermosa chica. Al principio no tuvo miedo, ya que antes lo había visto, cuando conocióa Mamoru, Lana y Aldo; pero por contrario de sus amigos, ellos parecían no poder, ni querer parar de beber.
Un pequeño susto recorrió su cuerpo al percatarse que había visto a 3 personas, sin embargo ahora sólo eran 2.
En ese instante sintió como alguien tapaba su boca, Alejandra asustada trataba de patearlo, dejando de hacerlo sólo cuando él susurró- Shh o te van a descubrir. Tranquila yo no te haré daño, vámonos.- dijo el castaño ojiverde de tez morena.
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Editado: 08.11.2019