Hoy me di cuenta que el mundo no es como yo creía. Hay buenos y malos ratos, personas y cosas en este mundo que no aprenden a valorar las cosas pequeñas. Todo esto, hoy cuenta me dí, por el lugar que visité, y del que voy hablar.
Me levanté como todos los días. Como siempre, me bañé, arreglé. Salí de la casa para coger el bus hacia el colegio, me encontré con mis amigos, profesores y demás. Un día normal, no obstante, un amigo me contó sobre una leyenda, "el duende del parque Paraunty". Fui escéptico, no creí en tal cuento, pero luego...
Llegué a casa, solo pensaba en hacer tareas de mi colegio. Como un chico normal, sólo eso.
Esa noche, el pensar en aquel duende no pude dormir. Pues no me quedé así, me dices je a mí mismo que, al salir del colegio, iría para el parque a buscar al duende.
Como había dicho antes, salí del colegio directo a Paraunty. En la puerta del parque, escuche una voz que me llamaba "Tony, Tony. Ven acá", era como si supiera quien era y que iba para allá, pero ¿Quién era?. Entré a divertirme un rato sin pensar en nada, pues creía que todo era una farsa. Creo que pasaron cinco minutos cuando vi una sombra paseándose por los muros del parque. Fui tras ella. Corrí, pero fue inevitable apretarlo, se metió dentro de una mini cueva cercana a un campo pequeño de arena. "Apenas si cabía una sola persona en ese lugar" -dije.
Creí todo perdido, cuando me dí la vuelta y sentí que alguien cogió mis pies y me arrastró.