La Sangre Que Nos Une.

No dormí en toda la noche pensando en el aquelarre, ¿Qué diablos paso con ellos?.

- Ofrenda, ofrenda.- Me repetía a mi misma.

- Hai fame, signorina Elizabeth? (¿Tiene hambre señorita Elizabeth?)- Me saco de mis pensamiento la chica que literalmente era nuestra cena.

- No grazie. Forse più tardi. (No, gracias. Tal vez mas tarde).- Ella asintió para luego irse.

Mi teléfono sonó.

- Hey Bonnie, ¿Cómo vas?.

- La verdad, muy mal.

- ¿Porque?.- Me acomode en mi asiento.

- ¿Te acuerdas de los ataúdes?.

- Si.

- Pues, si mi cuenta no esta mal, En uno esta Elijah, el otro supongo que es de Rebekah.- Me acorde que no sabia nada de Bekah desde que me fui de Mystic Falls.- Y dos mas, pero esta el quinto, ese ataúd me ha tenido con pesadillas.

- ¿Qué clase de pesadillas?.

- En resumen estoy yo dentro del ataúd y luego quien abre el ataúd soy yo nuevamente.

Mire a un punto fijo.

- Necesito tu ayuda Elizabeth, necesito que me ayudes a abrir ese ataúd.

- Bonnie yo...

- Y antes de que te niegues porque la ultima vez que hable contigo y te dije que no vinieras, pues cambie de opinión.

- Si es así, ¿Solo nosotras dos?.

- No, mi madre nos va a ayudar.

- Ok, avísame cuando tenga que ir, tal vez ese ataúd es mi respuesta a lo ocurrido.

Colgué.

Estuve esperando todo el día y toda la noche a Bonnie y no llamo. Decidí rendirme y salí a dar un paseo con Evan. Mi teléfono sonó.

- Hola Bonnie, pensé que no llamarías.

- Persona incorrecta dulzura.

Mire la pantalla de mi teléfono y era Damon.

- Eres tu.- Dije con desagrado.- ¿Qué quieres?.

- Quisiera que tu hermano se largara del pueblo que por cierto estamos cerca de conseguirlo, pero ya que tal vez de demore la cosa, necesito que vengas a las afueras de Mystic Falls.

Rei.- ¿Porque?.

- Solo ven, yo te envió la ubicación.

- Te juro Damon Salvatore que si es alguna trampa.- Me interrumpió.

- Te arranco el corazón, bla bla, confía en mi, te tengo una sorpresa.

- Esta bien, espero la ubicación.

Colgué y mire a Evan.

- ¿Quién era?.- Me pregunto.

- Damon.

- ¿Y que quería?.

Mordí mi labio y sonreí nerviosamente, al parecer entendió a lo que me estaba refiriendo. 

- No, no, no y no.- Se cruzo de brazos.- No vas a volver a Mystic Falls.

- No es en si a Mystic Falls, es a sus afueras.- Me excuse.

- Elizabeth.

- Evan, escucha.- Suspire.- Creo que estamos cerca para matar a Klaus, además ustedes y yo necesitamos tiempo a solas.

- ¿Qué tiene de malo Zoe?.

- Nada, de hecho me agrada demasiado, pero es incomodo, a veces escucho cuando ustedes tienen sexo y créeme que es incomodo.

Me miro.

- Tener oído vampírico no es lindo para este tipo de situaciones.- Me excuse.

Suspiro.

- Esta bien, ve.

Sonreí.

- Pero si llegas a estar en peligro no dudes en llamarme.

- Claro que si, y enserio gracias por todo.

- Para eso estamos los mejores amigos.- Sonrió.

Tras varias horas de vuelo y rentar un auto, había llegado al lugar donde Damon me había mandado la ubicación, baje de mi auto.

- Gusto en verte.

-  Me encantaría decir lo mismo, pero no es así.- Le dije.- Ahora que es lo que querías mostrarme.

- Tenemos que caminar.- Hizo un gesto con su cabeza apuntando hacia un largo y frondoso camino.

- ¿Es una broma verdad?.

- No, ahora Barbie camina.

Se adelanto.

- Si sabes lo mucho que te odio verdad.- Grite.

- Lo tengo muy claro.- Me respondió.

- Imbécil.- Sonreí.

Lo seguí y a unos cuantos kilómetros le sonó el celular, este contesto. Estaba concentrada en el suelo para no pisar en falso.

- Voy a encontrarme con un viejo amigo.- Colgó.

- ¿Te estabas refiriendo a mi?.- Lo mire y luego mire al frente.

¡Oh mierda!

- Elijah.- Susurre.

- Aquí esta tu sorpresa.- Me respondió Damon.

No dude y corrí ha abrazar a Elijah. El me respondió el abrazo.

- ¿Como?.- Toque su rostro.

- Niklaus tiende a tener fallas, si aprovechas eso puedes sacar provecho.

- Se te ve mucho mejor este corte de cabello que el anterior.- Le dije.

- Lamento interrumpir la escena familiar pero necesito hablar con  Elijah.- Dijo Damon.- Por cierto, te vez bien.

- Dejaste algo.- Saco una nota de su abrigo.- En mi bolsillo.

- Ah si, "Querido Elijah, hay que vernos por la destrucción de tu hermano, abrazos besos".