Luz y Oscuridad se tocan

3.Escape

Había llegado el tan esperado día Aki por fin podría salir del encierro del castillo y de las abrumadoras expectativas y demandas que los demás imponían en el, en especial las que sus padres habían puesto en el.

No era mentira decir que tenía un poco de miedo, es normal, estaba apunto de salir de su zona de confort, el único lugar que conoció durante muchos años y que era su hogar. Sin embargo, estaba la expectativa de conocer un nuevo lugar, nuevas personas y poder encontrar su complemento, tenía ansiedad, su corazón latía cada vez más.

Cuando fueron las 5 horas nocturnas, fue el momento de salir y empezó a caminar por los pasillos, que poco a poco se iban iluminando, dado a que el manto nocturno estaba llegando.

Aki se había aprendido de memoria cada rincón del castillo y los pasadizos secretos que este tenía, más la ruta que el antiguo la había dado, para que no se perdiera en el camino. Aki emprendió el camino, no era nada fácil era bastante rústico hace mucho tiempo que nadie caminaba y limpiaba esos caminos, poco a poco empezó a sentir como la briza nocturna acariciaba su rostro, poco a poco pudo ir sintiendo el aroma a la frescura que embriaga el bosque, poco a poco dejo de oír el ajetreo de un pueblo que solo se quedaría como un agridulce recuerdo en su corazón.

Aki tuvo que escalar una empinada escalera y sentía que con cada paso que daba dejaba a tras un peso de sus hombros, cuando logró salir pudo ver un cielo despejado viendo la infinidad de estrellas, pudo ver las magníficas lunas que alumbraban los senderos que mostraban la entrada al bosque brumoso.

Aki no podría mentir tenía mucho miedo, lo único que le brindaba paz y calma es que Agnis lo estaba esperando y había reducido su tamaño para poder entrar por la enredadera de las raíces de los árboles.

Una vez ingresó sintió como el bosque se tragaba la poca luz que iluminaba los caminos, por lo que tuvo que conjurar un hechizo de luz para poder alumbrar su camino, el antiguo le había dicho que tenía que seguir el sendero de las orquídeas violáceas con puntos negros, estas le mostrarían el camino para salir del bosque brumoso y que su alma no se perdiera en en laberinto del bosque.

Pasaron como 6 horas de arduo camino y estaba apunto de amanecer, pudo ver en el horizonte como el cielo se abría para dar paso a un nuevo día.




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