Prólogo

—Hoy mismo haré el anuncio, y si es posible haré que tu padre hable en el baile de esta noche— Luke mira el punto rojo en el mapa.

—Le informaré a mi padre para que esté al tanto cuando hablen— le digo —Iré a ver al herrero, necesito mi espada— me dirijo hacia la puerta —te veré más tarde.

El sonido de mi armadura hace eco en el pasillo del castillo, no hay nadie, desde que fue anunciada la guerra, los criados empezaron a irse del reino, tenían miedo, miedo de que la guerra entre los reinos más poderos acabara con todas las ciudades.

—Rania— una voz cortante habla a mis espaldas.

—Madre— giro para encontrar su mirada de desprecio.

—Cuantas veces te he dicho que dentro del castillo debes vestirte como una dama— no tiene expresión en su cara.

—Miles— contesto —Y siempre te responderé lo mismo, no puedo estar cambiándome siempre, entiende que la guerra esta aquí, no hay tiempo.

Vuelvo a caminar, pero vuelve a pararme.

—Espero que te luzcas esta noche y cambies de ropa, si no, no te dejaré ir al baile.

—De todos modos no pensaba ir- era cierto, un baile en esta época es lo que menos se necesita.

—Irás y punto.

▪ ▪ ▪ ▪ ▪

—Habrá que seleccionar lo mejores guerreros, por lo que hoy harán una prueba, donde los finalistas se convertirán en guerreros oscuros— el hombre más grande habla, —No solo observaré yo sus capacidades, sino también las medirán los dos príncipes— señala a los hombres a su costados.

—Tendrán que saber usar a la perfección las armas, sobre todo ataque y defensa con espada y los finalistas tendrán que empezar a manejar los poderes que se les otorgarán para poder enfrentar a los dos Guerreros de la Luz, los más poderosos del Reino enemigo.

—Se rumorea que son quienes comandan el ejército blanco— Bastean, el heredero al trono habla —Cuando armen su campamento, iremos a ver de quienes se trata, sus identidades son desconocidas— sigue —Lo más posible es que sean, el príncipe Leonard y el general Luke Gring, es una de las únicas personas en que el Rey de la Luz confía.

—Acabaremos con ellos sin duda— habla el general, —Y luego conquistaremos los más reinos, ¡Larga vida al Rey de la Sombra!

—¡Larga vida al Rey de la Sombra!— todos los soldados gritan.