Capítulo XII.

Catherine estaba en silencio mientras bebía un jugo de naranja con mucho interés mientras Sandra la miraba de vez en cuando. Ella no había tocado para nada su malteada de fresa.

—No tiene veneno ni nada— Le dijo Catherine finalmente dándose cuenta de que Sandra no había tocado su bebida— Es grosero que no te la tomes ¿Sabes? Sobre todo si me tome la molestia de invitártela.

—Gracias— Sandra quería decirle que en realidad no era necesario pero eso sonaría más grosero para ella— Pero ¿Qué es lo que necesitas?

—Directo al grano, eso me gusta— Catherine le sonrió mientras dejaba su jugo en la mesa—Me gustaría que dejaras en paz a Alejandro, no ha estado bien últimamente, lo conozco desde hace tiempo y he visto todo tipo de chicas, y eres como todas las demás.

— ¿Disculpa?­— Peguntó Sandra verdaderamente confundida— ¿De qué estás hablando? No es amable comparar con otras personas si ni siquiera me conoces.

—No necesito conocerte, se nota a leguas que solo quieres utilizarlo— Le dijo Catherine mostrándose molesta— Como todas la chicas, como todas las personas, como su familia, como su ex.

— ¿Podrías explicarte?— Volvió a decir Sandra mientras la miraba de la misma manera que ella— Yo no sé qué piensas que soy, pero soy su amiga, o al menos eso parece de momento.

— ¿De momento?— Preguntó Catherine miradora severamente— Ahí lo tienes, solo quieres usarlo como todos y eso no lo voy a permitir…

— ¿Te gusta?— Sandra se mostró muy curiosa.

— ¿Eh?— Exclamo Catherine mostrándose sonrojada— ¡Eso no es de tu incumbencia!

—Tranquila, solo quiero tratar un tema persona con él— No sabía si ella era consciente de los espejos pero mejor no arriesgarse— No me interpondré en su camino, para nada, pero por lo que dices, ese chico es realmente problemático.

Catherine no tuvo más opción que creerle. No podía comprobar si decía la verdad del todo, pero su mirada parcia realmente honesta. Se dio cuenta de que Sandra era bastante expresiva con solo su rostro.

Soltó un suspiro y se dejó caer en la mesa.

—No tienes ni idea— Le aseguró.

Sandra se dio cuenta de que era una chica que se preocupaba por él al grado de protegerlo de otras chicas y no solo porque le gustaba sino porque su preocupación era autentica.

— ¿Puedo preguntarte algo sobre él, sin ser invasiva?— Pregunto Sandra levantando ambas manos. Era su oportunidad para conocerlo, aunque indirectamente. Eso la pondría en contexto para ayudarlo.

—Supongo que si— Dijo Catherine mientras se encogía de hombros y volvía a tomar su jugo.

— ¿Por qué dices que todos lo usan?— Pregunto Sandra finamente mientras tomaba su malteada para armarse de valor— ¿Lo usan para qué?

—Superficialmente, solo puedo decir que todos lo presionan demasiado, su familia, por un lado trata de hacerlo apto para dirigir a la familia, pero no es apto para dirigir su vida, por otro lado busca sexo y las chicas lo aprovechan, enamorándolo y usándolo, como su ex— Respondió Catherine mostrándose molesta— Me molesta que sea tan tonto.

— ¿Dirigir a su familia?— Eso le sonaba raro a Sandra pero finalmente negó con la cabeza nerviosa— Lo siento, eso no es de mi incumbencia.

—No creo que tenga nada de malo— Comentó Catherine sonriéndole de lado— Yo hice la misma pregunta cuando me hablo de ello. Su familia está muy apegada al viejo estilo, donde un jefe de familia maneja el negocio y el dinero de la familia. Su papá es el jefe y Ale será el siguiente. Pero su papá no es un tipo que lo ame especialmente, lo trata como basura y todos los días le dice cosas horribles.

—Ya veo— Dijo Sandra entiendo un poco más. Él siempre dijo que debía probar su valía ¿Ante su familia? Quizá ante todos los que lo usaban. Eso era muy triste.

—Lo peor de todo es que su ex novia nunca ayudo a eso— Agregó Catherine finalmente mientras miraba a Sandra. La chica dijo que no estaba interesada en Alejandro pero debía asegurarse— Lo uso como goleador personal y pese a que él la amaba, termino desechándolo cuando termino.

—Eso es cruel— Dijo Sandra mientras hacia una mueca— ¿Y eso desde cuándo fue? Me refiero a ¿Cuánto tiempo llevan de haber cortado?

—Hace unas semanas— Catherine se lo pensó un poco— Quizá un mes pero siendo exactos, las tres semanas son seguras.