Alicia entró a la habitación de Apolo, se acercó a su cama y tocó con suavidad su rostro. El niño se movió un poco, luego abrió los ojos
--Buenos días, Apolo -lo saludo con una voz tierna antes de besar su frente
El niño le sonrió, se sentó sobre su cama y estiró sus brazos hacia Alicia para abrazarla. Después, ella lo ayudo a darse un baño, lo visitó con su uniforme de la escuela, se colgó la mochila del pequeño sobre el hombro derecho y salieron rumbo al comedor
Sobre la mesa ya estaba listo el desayuno, había huevos revueltos, pancakes, fruta y jugo de naranja
--¡Pancakes! -grito el niño al verlos
--Apolo -lo llamo su padre, quien ya estaba sentado comiendo
--¿Si papá? -lo miro asustado
Alicia se puso detrás del niño, colocó sus manos sobre sus hombros y miro fijamente al hombre
--No puedes comer más que la mitad de un pancake, ¿está claro? -lo observo fijamente
--¿Por qué no deja que se coma uno completo? -interrogó la joven
Elliot alzó la cabeza y fijo su mirada en la de Alicia
--Es mucha azúcar para él -explicó
--¿Y no podría hacer una excepción?
--¿Otra? -levantó una de sus cejas- ¿Cuántas excepciones más tendré que hacer?
--Que gruñón es -susurro para evitar no ser escuchada
--No soy un gruñón -dijo tomando por sorpresa a Alicia- Simplemente cuido la salud de mi único hijo
--Lo siento -se disculpó totalmente avergonzada
Las mejillas de Alicia estaban coloradas debido a la pena que sentía, creyó que Elliot no la había escuchado llamarlo "gruñón"
La hora del desayuno fue silenciosa. Alicia no se atrevía a mirar a su jefe. Por otro lado, Elliot si fijaba su mirada sobre ella de vez en cuando
--Apolo, ¿por qué estás tan pensativo? -pregunto la joven al darse cuenta de que el niño se encontraba en su mundo
--Estoy pensando en mi mami -le sonrió- Estoy intentando imaginarme como era
Elliot se quedó paralizado y el cubierto que sujetaba con su mano derecha cayó sobre el plato que tenía delante de él. Alicia por fin lo miro. Su aspecto no era bueno. Estaba pálido, sus ojos se mantenían fijos en la nada y sus labios habían perdido aquel color rosado que tenían
--Señor -Alicia tomo su mano esperando una reacción, pero no fue así, él seguía perdido- Señor -lo volvió a llamar- ¿Se encuentra bien?
Elliot regreso en sí, parpadeo en repetidas ocasiones y luego miro con recelo a su hijo
--Ve a lavarte los dientes -le ordeno con firmeza a su hijo- Es hora de ir al jardín de niños
--Papi...
--¡Qué vayas a lavarte los dientes carajo! -grito de manera inesperada provocando que, tanto el niño como la joven, se asustaran y dieran un liguero salto sobre su silla
Apolo siguió sentado donde mismo, esperando que el enojó de su padre disminuyera un poco
--¡¿Qué no escuchas lo que te digo?! -volvió a gritarle- ¡Fuera de mi vista!
El niño se puso de pie y subió las escaleras corriendo. Su padre era un malhumorado y un gruñón, pero nunca le había gritado de esa manera, era la primera vez que lo hacía
--¿Qué rayos le pasa por la cabeza? -Alicia se levantó de su asiento y puso las palmas de sus manos sobre la mesa- ¿Por qué le grito de esa manera?
Elliot ignoro las palabras de su empleada y también se puso de pie. Al hacerlo, su vista se nubló y tuvo que sostenerse de la pared blanca del lugar
Alicia vio lo mal que estaba, así que no dudo en acercarse a él
--¿Qué te sucede? -sujeto su brazo entre sus manos
Elliot cerró los ojos para intentar tranquilizarse, pero aun así, seguía sintiendo ese mareo. Que hablarán de su difunta esposa le afectaba demasiado
El hombre no pudo más y termino desmayándose
Alicia lo sujeto entre sus brazos para evitar que se cayera y se lastimara
Elliot era pesado, pero a pesar de eso, Alicia no lo soltó en ningún momento, todas sus fuerzas estaban siendo canalizadas hacía sus brazos
--¡Ayuda! -grito la joven llamado la atención del jardinero
El chico entró a la casa y ayudo a Alicia con Elliot. Entre los dos lo llevaron al sofá y lo recortaron
--¿Qué fue lo que paso? -le pregunto
--No lo sé -ella se acomodó el cabello y tomo aire- Simplemente se desmayó después de que su hijo mencionara a su madre -reviso el pulso de Elliot para verificar que todo estuviera en orden
Sandra y Belén, quienes recién llegaban del supermercado con las manos repletas de bolsas, se quedaron paralizadas al escuchar lo que la chica había dicho
--¿Apolo hablo de su madre? -pregunto Sandra impactada
--Si -confirmó
Sandra y Belén se miraron entre ellas
--¿Qué ocurre?
--Es raro que el niño hable de la mujer que le dio la vida pero que nunca llego a conocer -dijo Belén
--¿Nunca conoció su madre? -Alicia se confundía cada vez más
--Ella murió -respondió el jardinero
--¿Cómo? -hizo más preguntas- ¿De qué murió?
--Nosotros no somos los indicados para decírtelo
Elliot recobró la conciencia y poco a poco abrió los ojos
--¡Papi! -chillo Apolo desde las escaleras al ver a su padre
El niño no se lo pensó dos veces y comenzó a bajar corriendo
estaba preocupado por su padre
--Corazón no bajes corriendo -Alicia camino hacia él- Te puedes caer
Al pequeño no le importó eso. Cuando estuvo al lado de su padre, intento abrazarlo, pero Elliot lo hizo a un lado
--Alicia -se dirigió a la chica
--¿Si?
--Lo siento -se disculpó- No podré llevarlos personalmente al jardín de niños. Mi chofer los llevará
--Entiendo. Es mejor que se quedé en casa y descanse
Alicia se acercó a Apolo y lo tomo de la mano, era hora de irse a la escuela
--Señor -lo llamo Belén- ¿Quiere que llame a algún médico?
--No es necesario -tomo aire- Estoy bien
Alicia no se creyó el cuento de "estoy bien", ella podía ver lo mal que estaba. Su rostro seguía pálido y su actitud había decaído demasiado