—¿Estaban sentados mirando el atardecer, no es bonito ver el hermoso atardecer con la persona más importante en tu vida? Pregunto james.
— realmente creo que sí, aunque ¿no exageras diciendo que soy la persona más importante en tu vida?
—No exagero cuando digo que eres la persona más importante para mí, porque lo eres, te quiero mucho.
—Muchas gracias por eso, quisiera decirte que te quiero, pero a penas te conozco, así que solo puedo decir muchas gracias.
Estaban mirando el hermoso atardecer hasta que llego Emili a la casa y se sentó en el sofá, parecía muy cansada. Marie solo la saludo desde lejos.
—Necesitamos más mercancía. Hubo muchos clientes hoy y la mayoría de las cosas se vendieron.
—Está bien mañana llevare un poco más dijo Marie.
— por aquí hay un sitio perfecto que te quiero llevar seguramente te servirá para que te recuperes.
— a lo que james le dijo que si.
—llegare en una hora le dijo Marie a Emili, se llevó a james para que pudiera ver la bella vista, siempre le gustaba caminar por las tardes y las noches, porque le gustan mucho los atardeceres.
era un momento para pasarla ella y sus pensamientos, que era algo que nunca faltaba, pero como siempre estaba ocupada estudiando no podía casi caminar por esos lugares como lo hacía antes, ahora lo hacía con más regularidad, Marie estaba pensando mucho y eso hacía que hubiera un silencio entre james y ella lo que decidió hablar para que las cosas no estuviera tan en silencio.
— Me gusta el silencio, pero también me gusta conversar mucho, siempre que hablo con las personas mayormente noto que soy yo la que habla mucho, no entiendo porque las personas se limitan tanto a solo decir unas pocas palabras, siempre me ha gustado conversar con alguien que sea hablar mucho, ¿tú qué piensas?
— me gusta hablar mucho aunque donde vivía tenía un amigo lo cual iba cada vez que podía a hablar conmigo, sabes aparte de crear vestuarios también soy bueno con los debates, solía debatir mucho con aquel amigo que te mencione, solíamos siempre tener temas de conversación por lo tanto las conversaciones nunca fueron aburridas, suelo ser de pensar mucho tengo mucho en mente para hablar, y tengo muchas cosas para contar y al parecer no soy el único, creo que tú también tienes muchas cosas por contar, eres una chica muy interesante.
—No soy muy interesante, solo soy muy curiosa me gusta leer mucho investigar temas lo cual puedan ser de mi interés o de otra persona para tener algo de conversación, también se de moda, aunque no soy una experta en eso, suelo leer mucho de eso de la moda de antes me parecía muy interesante, soy muy fan de esos libros, tan fan que tengo muchos libros que tratan sobre ese tema, podría darte algunos ya que te gustan mucho.
—Eso me encantaría. Aunque solo lo quiero como préstamo realmente me has dado mucho por ahora.
—También me gusta mucho la moda de antes he investigado mucho de algunos modistas de hace años atrás, solía leer mucho de esos libros, quería aprender un poco más de la moda de antes, no solamente eso, también en las clases nos hablaban mucho de eso, solían ser uno de mis temas favoritos me solía ir demasiado bien, siempre puse todos mis esfuerzos para que me fuera bien me emocionaba mucho estudiar esa carrera era como un sueño cumplido para mí, todos mis ingresos solían ser para mi carrera y para algo de comer dijo james, eres alguien muy inteligente, espero y que tengamos conversaciones sobre cosas de la moda, la verdad que aparte de cosas sobre la medicina también me interesan los temas de moda, y no solamente los temas de moda sino que también otros temas, también me gusta mucho la cocinar, aunque de seguro eso ya lo sabes por los postres, pero sabes esas cosas las aprendí con mi madre a los 15 años, mi madre nos enseñó a mis hermanos y a mí a hacer postres ya que nos gustaban mucho los postres, recuerdo que en esos momentos cuando aprendimos a hacer nuestros primeros postres solíamos hacer todas las semanas postres, hasta que un día a mi hermana Emili de tantos dulces la tuvieron que hospitalizar, aunque no fue tan grave, solo fueron algunos dolores de barriga por causa de tantos dulces que había comido, después de eso habíamos quedado en que no comeríamos tantos dulces podría habernos pasado lo mismo que a Emili. Aunque no lo creas a mi hermano y a mí no nos gustan para nada eso de estar hospitalizados ni las agujas y pensaras que soy muy rara porque estudio eso y no me gustan las agujas, pero pues déjame te cuento algo breve, fue en mi infancia a los 11 años aproximadamente estuve en cama por unos cuantos días, recuerdo que mi madre me había llevado los primeros días a hacerme unos análisis fueron los peores días de mi vida, porque era diario puyones para poderme bajar la temperatura, pero bueno estuve así hasta que el ultimo día me llevo mi padre, era de noche lo recuerdo, cuando fuimos yo estaba muy nerviosa y tenía muchas ganas de llorar, cuando me estaban sacando la sangre fue horrible me dolió terrible, pero estuvo mi padre ahí y no quería hacerle pasar vergüenza, pero el caso fue que ese día mi brazo no quería dejar de votar sangre, pero no era abundante por suerte, aunque eso no quitaba que no le tuviera miedo a morir, eso pensé, que iba a morir ese día, creo que por eso y unas cosas más tengo miedo a las agujas, aunque todos dicen, ya estas grande deberías de dejarle de tener miedo a las agujas no crees, y pues lo único que puedo decirles, no es algo que quiera solo es así.
—te entiendo, ha de ser muy difícil para ti. Hay muchas cosas que tenemos que hablar.
—sí, tenemos muchas cosas de que conversar, pero para eso ya tendremos muchísimo tiempo más, al menos conocemos algunas cosas del otro. Sabes si quieres puedo traerte las veces que quieras por acá ha de ser muy difícil estar en una casa o una habitación encerrado todo el tiempo.
— Lo es, pero no es nada siempre cuando estes con alguien que es muy valioso para ti y puedas contar con esa persona para poder conversar.