Mahou Shoujo - Augmented Reality Shiny Warriors

Prólogo

“¿Qué sucede aquí…? ¡¿Ehhhh!?” desperté en un entorno completamente extraño, cerca de un borde donde lo único que había allí era un profundo vacío, seguido de un remolino oscuro que parecía llevar a ningún lado; el cielo del lugar era rojo, y el pasto era gris, los árboles eran de un fuerte carmesí; por mi intuición, sentí que esto era una isla flotante en medio de la nada.

Una sensación de que estaba sosteniendo algo se mantenía constante en mi mano izquierda, a lo cual miré detenidamente y noté que era una especie de medallón extraño, este estaba roto por la mitad, y no podía encontrarle ninguna forma, tenía como 3 picos y cuatro medio círculos muy redondos.

“Esto es un sueño” me dije a mi misma, pero por alguna extraña razón, todo se sentía tan real.

“¡¿Ehhh?! ¿Tengo mi uniforme?...” Estaba vistiendo mi uniforme escolar de diario, ¿significa que me encontraba en camino a la escuela antes de llegar aquí? ¿o cómo?

¡BOOOOOM! Al fondo del escenario, se escuchó un fuerte estruendo, ¿el de una explosión? ¿o el de un fuerte impacto?, sin duda, sentía curiosidad, y ya que asumí que esto era un sueño decidí correr en esa dirección.

¡Pzzzz! Antes de llegar al lugar, una especie de lanza de luz me atravesó totalmente, haciéndome un hueco en el estómago.

“Aghh” dije mientras me tiraba al suelo, retorciéndome por el inmenso dolor que sentía en ese preciso instante.

¿Moriré aquí? ¿¡Acaso será así!? 

Repetía en mi mente sin encontrar ninguna respuesta ante tales preguntas.

Mientras me preguntaba desesperadamente en mi mente y me concentraba en el dolor constante por la inmensa herida, más la sangre que salía sin parar de mí, una silueta oscura se presentó ante mí y dijo.

“Otra menos” rápidamente generó otra lanza, la cual se dirigía precisamente hacia mí.

*****

“¡Ahhhh!” desperté de aquella terrible pesadilla que había tenido.

“¿Eh…?” miré a todos lados, notando que el lugar donde me encontraba, no era nada más ni nada menos que mi pacífica y tranquila habitación; la ropa que traía puesta, era mi pijama.

Por la ventana que estaba a lado de mi cama, abrí las cortinas y observé que ya era de día, la luz del sol iluminaba parte de mi habitación con su brillante resplandor.

“Fiu” hice un sonido tras sentirme totalmente aliviada.

“¡Hiroko, baja a desayunar!” en el piso de abajo, dijo mi madre alzando la voz.

“¡Voy!” dije.

Apresuradamente me levanté de mi cama y me dirigí a mi armario de un largo salto, para mí mala suerte me resbalé y caí de rostro.

“Auchhh” dije mientras me sobaba la nariz y la frente.

“¿Está todo bien allá arriba?” preguntaba mi mamá desde el comedor; si seguía haciendo ruido probablemente ella suba. Tengo que evitar seguir haciendo tonterías.

“¡Claro!” afirmé a su pregunta, a pesar de que me dolían ciertas partes de mi cara.

Abrí mi armario, donde se encontraba colgado mi uniforme escolar, junto con otras prendas de ropa.

Tomé apresuradamente mi uniforme y este se quedó atorado en el gancho, por lo que tiré más fuerte y se soltó, ocasionando que cayera al suelo, golpeándome otra vez, pero esta ocasión en las nalgas.

“Ouch.”

Después de sobarme el trasero un poco con las dos manos, me levanté del suelo y comencé a vestirme.

Me puse todo el conjunto del uniforme, la blusa manga larga, debido a que nos encontrábamos en el de invierno, la falda que llegaba casi hasta las rodillas, a excepción de los zapatos, estos se encontraban cerca de la puerta principal. Acomodé mi corbatín y ya lista, salí de mi habitación.

*****

“Buenos días” dije a mi familia.

“Buenos días” todos respondieron.

En el comedor se encontraban mi padre, mi madre y mi hermano menor. La apariencia de mi padre era la de un hombre de cabello castaño claro, ojos color gris y era el típico asalariado japonés; mientras que mi madre tenía un hermoso cabello rubio plateado, como el mío, más unos ojos de un bello tono de esmeralda. Mi hermano compartía los mismos rasgos de mi padre en cuestión de cabello y color de ojos.

Ah cierto, y yo, mi nombre es Hiroko Akada, tengo 15 años y voy a la preparatoria; mi tipo de sangre es A, el color de mi cabello es rubio platinado como había mencionado, una parte de este se agarraba de una pequeña cola de caballo en la parte derecha superior de mi cabeza, y mis ojos son color azul, a veces llego a ser muy torpe, además que mis calificaciones no son nada perfectas; aunque, aún así, tengo una vida normal, soy una chica normal, una estudiante normal.

Pero todo eso cambiará dentro de poco…

*****

“Hiroko, llegaste 30 minutos tarde” dijo la maestra al verme entrar al salón de clases.

“¿Ehhh? Pero si apenas son…” miré detenidamente el reloj, pero tras haberlo observado, noté algo que causó que toda mi tranquilidad se esfumara “¿¡Se detuvo!?”



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En el texto hay: videojuegos, magia, chicas

Editado: 10.06.2020

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