Litzy: El festival estuvo genial (dijo mientras guardaba los libros en las librerías)
Ariela: Me divertí mucho, contar historias a los niños es relajante (dijo mientras limpiaba los libros)
Kido: Creo que deberíamos de dar esos talleres más a menudo (dijo mientras echaba pimienta a la olla)
Linda: Me gustó mucho hacerlo, transmitir mis conocimientos (dijo mientras revolvía el caldo)
Kayano: Creo que la exhibición fue espectacular (decía mientras hacía lagartijas)
Dane: Si, fue excelente y me relaje bastante (dijo mientras acompañaba a Kayano en sus lagartijas)
Katsu: Creo que pude haberlo hecho mejor (dijo mientras golpeaba el sacó de arena)
Siram: Vamos, no seas tan dura contigo, lo hiciste muy bien (dijo mientras sostenía el sacó de arena)
Jatziry: Creo que seré niñera, cuidarlos es hermoso (dijo mientras le daba su mamila a Estefany)
Anfora: Yo no quería tener hijos, y literalmente termine teniendo una, me alegro tanto de haberte conocido (dijo y abrazó a Jatziry)
Seiji: Vamos Eva, solo una frase
Eva: Quiero…. quiero… quiero comer… hambre… tengo hambre
Akibari: ¡Bien hecho Eva! (dijo y abrazó a Eva)
Seiji: Toma Eva, te lo ganaste (dijo y le dio a Eva una pierna de vaca)
Seiji se levantó del sofá, lavó sus manos y alguien toco el timbre, Seiji sabía quién era, tomó de debajo del lavabo un arma y caminó hasta la puerta, la abrió y un hombre se tiró al suelo y lo abrazó de las piernas.
Seiji: Déjame pedazo de mierda (dijo y de una patada arrojó al hombre a la puerta)
Nataniel: No dispares… déjame explicarte…
Seiji: Que te jodan (dijo y disparo al rostro de aquel hombre)
Todas dentro de casa se alarmaron e inmediatamente tomaron las posiciones de defensa,
Seiji: Tranquilas, ya lo maté, necesito hacer una llamada
Eva: Akibari… no despierta… dormida…
Seiji pensó que algo había pasado así que corrió hasta donde Akibari, esta no tenía su típica ropa casual que usaba, sino su traje de súcubo.
Seiji: Ciertamente, nunca me equivoco
Anfora: ¿Qué paso?
Seiji: En la guerra, antes de que acabara, regresábamos a México en aviones chinos, un hombre llamado Nataniel nos atacó en Corea y caímos en Japón, exponiendo a la fracción a una muerte inminente, creí que lo había matado, pero parece que no del todo, seguía vivo y al parecer él fue el que invoco a Akibari para que viniera
Dane: ¿Cómo se enteró de ello?
Seiji: ¿De lo de Akibari?, Bavaraki me dijo, ella me preguntó si yo la había invocado, me dijo que desde hace siglos, las súcubos no vienen al mundo humano a menos que sean invocadas, y de Nataniel, su novia, corrijo, un clon de su novia fue al festival a intimidarme, y fue el almuerzo de Eva
Katsu: ¿Por qué no alejo a Akibari?
Seiji: Porque ella no presentaba un peligro para ustedes, solo era un puente entre la nada y él hacia mí, ahora, necesito hacer una llamada
Seiji caminó hasta el teléfono, lo descolgó y marco un número.
[Llamada]
Milos: Si bueno, habla Milos
Seiji: Milos, soy Seiji
Milos: ¿Seiji?, hace mucho que no se de ti
Seiji: Ni yo de ti, te tengo una noticia, Nataniel está vivo, o estaba vivo
Milos: Espera ¿Qué?
Seiji: Ayer, Alejandra, su novia, la que me intento matar hace años, se presentó a donde estaba y me amenazó
Milos: Pero tú la mataste y la enterraste
Seiji: Eso hice, pero creo que los mismos que resucitaron al general Castillo y al sargento Trujillo, son los mismos que clonaron a Alejandra y resucitaron a Nataniel
Milos: Espera un momento, esto es muy descabellado
Seiji: Espera que hay más, también tienen el poder de invocar criaturas ajenas al mundo humano como súcubos
Milos: Espera un momento, lo que dices es absurdo
Seiji: Te enviare la dirección de mi casa, ven con tus esposas y tus hijas
Milos: ¿Por qué ellas?
Seiji: Hazme caso Milos, las necesitare aquí
Milos: Esta bien, quiero ver también a tu hija
Seiji: Espera un momento, ¿Sabías que Haruka estaba embaraza?
Milos: ¿Tu no?
Seiji: Me abandonó
Milos: Entonces estaré ahí en dos horas
[Fin de llamada]
Seiji: Cabrón (dijo y colgó el teléfono)
Seiji regresó con las chicas y estas abrazaban a Akibari mientras lloraba.
Seiji: Tranquila, ahora eres libre de regresar al infierno
Akibari: Perdónenme… las traicione… incluso tenía ordenes de matarlas…
Seiji: No te preocupes, él te tenía controlada, ahora eres libre, puedes irte
Akibari: No me puedo ir… me enamore de usted…
Seiji: Me alagas, y me alegro que te quedes, Eva te tomó cariño
Litzy: Creo que todas le tomamos cariño
Seiji: Y como perdonaron a Anfora, te perdonaron a ti, ahora, tendremos visitas extraordinarias
Akibari se arrastró y abrazó a Seiji por la cintura.
Akibari: Gracias por no matarme
Seiji: ¿Puedes morir?
Akibari: Si… pensé que ya lo sabia
Seiji: No, pero gracias por la información
Akibari: Pero ni siquiera le he dicho como
Seiji: Lo he adivinado, ahora, pónganse…
Dane: Nuestros trajes de sirvientas
Seiji: Aunque me niegue sé que los usaran, iré a hacer algunos arreglos
Las chicas se quedaron con Akibari y Seiji fue a la biblioteca, las chicas en conjunto construyeron una trampilla en el suelo para que Seiji accediera a las armas, además de haber puesto por toda la casa armas ocultas por si llega algún invitado no deseado, Seiji revisaba todas sus armas, cargadores, granadas y estado de todas, las llevo todas a la camioneta y las guardó en la cajuela.
Linda: La comida esta lista amo
Seiji estaba por ir al comedor cuando el timbre sonó, miró el reloj y confirmo que no era la hora en la que llegaría Milos, así que tomó su escopeta y se abrió la puerta mientras levantaba su escopeta.
Editado: 08.11.2022