Erik
Mi padre mando a llamarme por la mañana, lo cual es extraño ya que a él no suele importarle nada de mí, yo sé exactamente qué clase de persona es mi padre, quizá quiere algo de mí o utilizarme
-príncipe apresúrese, el rey se molestará –dijo una sirvienta mientras yo me levantaba sin ganas
-de acuerdo, enseguida voy-dije y las sirvientas que se encargan de mi vestimenta entraron velozmente a mi cuarto
Mientras me veo en el espejo enorme de la pared, me pregunto a mí mismo en que está pensando mi padre, porque me llama ahora, y también al ver que cada vez me parezco más a él me pregunto si soy igual a él, ya que soy su hijo, lo que me disgusta, lo conozco más que nadie y se de lo que es capaz (no quiero ser el) me decía.
Recuerdo cuando eran muy pequeño, en el palacio yo me sentía muy solo, con el único que podía estar era mi abuelo, quien luego murió esto para mí fue un golpe muy fuerte, fue de las primeras cosas que me marcaron, entonces recuerdo la sonrisa de mi padre, mientras todos llorábamos la partida del abuelo, mi padre no mostro más que un rostro de tristeza, y cuando oculto su cabeza al apoyarse al ataúd, pude ver dibujada una sonrisa en su rostro.
En cuanto terminaron de alistarme me dirigí a la habitación principal, lo encontré sentado en el comedor tomando un café como es de costumbre
-buenos días su majestad, dígame para que me mando a llamar –dije en una reverencia
-te tengo una noticia-respondió mientras dejaba la taza en la mesa
-de que se trata la noticia- dije incrédulo, el parecía feliz eso me sorprendió
-estas comprometido-dijo y me miro con malicia -por fin te harás cargo como se debe de este reino, no cree que es estupendo príncipe ¿? -prosiguió diciendo y en mi cabeza todo se había vuelto un caos
--no lo acepto –dije con furia –como te atreves a comprometerme ¿? –yo sabía que él no quería que yo subiera al trono porque para el soy un inútil ¿en que estas pesando padre?, me preguntaba a mí mismo
-tranquilo. Es solo que quise hacer algo por que tú eres un desobligado, crees que no me enterado de las aventuras que estas teniendo con las sirvientas –eso es cierto, y lo hice para no terminar comprometido, además de que ese dato es antiguo y es obvio de que él ya lo sabía desde hace mucho tiempo, entonces ¿por qué reacciona ahora?
-no quiero el reino, te lo puedes quedar, además no te podría ganar, si de corrupción se trata –dije y eche una pequeña risa
-. siempre sin modales y sin pelos en la lengua, no importa que digas ahora, esto ya está hecho y no lo cambiaras, solo te lo aviso –dijo y con una sonrisa se levantó de la silla
- ¡padre! -grite cuando él se encontraba cerca de la puerta de salida
-alístate para la tarde, hoy la conocerás –dijo y se fue dejándome con una gran furia que descargue golpeando la mesa
A pesar de que intento verme más fuerte ante mi padre, no sirve de nada, él sabe que soy un cobarde
Porque desde pequeño jamás vi un afecto hacia mí de parte de mi padre, uno real, jamás lo vi
Solo recuerdo que el rey Octavio quien fue un padre para mi , a quien siempre extraño, pero al recordarlo me duele el corazón, y más cuando pienso en aquel día en que no pude hacer nada para salvarlo.
Después de unas horas …
Nos dirigimos en el carro de camino a encontrarnos con mi prometida. No sabía exactamente de qué familia era, aunque escuché por algunos empleados que mi prometida es de una familia de campesinos. Eso es imposible, porque mi padre le gusta tener una buena imagen ante los nobles y esto solo hará caer su reputación (mucho más que tener un hijo mujeriego)