Maldición carmesí

Inconsciencia

La explosión provoco que tanto la mujer como los dos jóvenes salieran volando por los aires. Cloe tomo una gran bocanada de aire, sintiendo sus pulmones afectados y su cerebro confundido. Sebastian por el contrario permaneció tendido en el suelo, inconsciente debido al impacto que había recibido en su cabeza.

-¡Corran!-el grito del leñador resonó en el lugar y en los afectados oídos de Cloe, quien logro ponerse de rodillas y arrastrarse a través de los escombros.

-Sebastian esta inconsciente.-el grito salió afectado y agudo, pero lo suficientemente claro como para ser escuchado por el alto hombre, quien corrió y levanto el flácido cuerpo del muchacho. Ambos corrieron a través del valle y atravesaron la espesura del bosque, aprovechando la confusión del momento.

Marissa apenas pudo abrir los ojos y enderezarse para ver como Cloe se giraba unos segundos y la veía directamente a los ojos. Una tacita promesa de venganza grabada en su mirada.

 

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-No puedo creerlo, ¿Cómo pudo esconderla? ¿Cómo la mantuvo escondida todo este tiempo?

Cloe daba vueltas por la casa, despeinando sus cabellos y golpeando algún cojín de vez en cuando. No dejaba que nadie hablara. Su voz resonaba cada 5 segundos en una perorata sin sentido con teorías tan reales como irreales que habrían enloquecido a cualquiera. El cazador suspiro, pasando su grande y pesada mano por su rostro. No entendía nada de lo que decía su hija, pero tampoco sabía cómo ayudarla. Sus cansados y ojerosos ojos viajaron al cuerpo inconsciente de Sebastian. Su cabeza había resultado lastimada debido al impacto de la explosión y no había despertado desde la noche anterior. Con creciente pánico, observo como el cuerpo del muchacho se debatía entre convertirse en lobo o permanecer humano. Había estado cambiando de una forma a otra desde hace 1 hora. No podía ser algo bueno.

-Creo que deberías descansar. Una vez que tomes un respiro podremos pensar todo con calma.-el hombre observo a su hija, dispuesta a rebatir-. Además, Sebastian no ha despertado aun y necesito buscar algunas hierbas para él. No es bueno que se mantenga cambiando o inconsciente. Mucho menos ambas cosas.

Cloe titubeo, observando los delicados rizos negros y las pequeñas orejas peludas que aparecían y desaparecían de un momento a otro. El joven mostraba una imagen etérea y vulnerable, como si su cuerpo no fuera real y se tratara de algún holograma que no pudiera enfocar una imagen concreta.

 

 

.........🐺🐺🐺.........

Sebastian no podía sentir su cuerpo. No podía mover sus piernas y no podía mover sus dedos. Lo único que permanecía latente era el punzante dolor en su cabeza. “¡Dios! Como duele” fue el único pensamiento que logro formularse.

-Debemos entrar en las instalaciones…. Archivos….algún lugar…

Las pequeñas orejas se movieron instintivamente ante el eco de la familiar voz, pero él no lo sintió. Un suave cosquilleo se extendió por su cuerpo. Se sentía bien y Sebastian pensó que aquello no estaba tan mal. Tranquilidad era lo que deseaba y ahora lo tenía.

Un momento después el cosquilleo cesó y con ello las voces y la consciencia. Todo desapareció.

 

 

 

-¡CORRE! Necesitamos…..esto….ayuda….

Los gritos volvieron a resonar y Sebastian soltó un pequeño gruñido. “¿Por qué no podían callarse?” pensó.

-¿Qué hago?...

-Debemos…Sebastian

“¿Estaban hablando de él? ¿Por qué estaban siendo tan ruidosos?”

Un nuevo gruñido y de nuevo silencio.

 

 

 

 

El suave silencio que acompaño su siguiente despertar, provoco que el joven se sintiera en calma, como si flotara en una nube. Sus pesados parpados se abrieron y su seca boca se abrió en una palabra muda. Cloe y el cazador corrieron a su encuentro sujetando su mano y acariciando su frente y cabello.

-¿Qué…su..cede? ¿Por qué?

-Shhh.-la sonrisa de él hombre que ahora consideraba como un padre, lo calmo. Su corazón latió suavemente y una sonrisa se plantó en su rostro al ver que estaba seguro ahora-. Debes descansar, has estado inconsciente durante 3 días. Necesitas reponerte.

 



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Editado: 31.01.2020

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