Mira que razón tuve yo. - Dice la Casilas, llegando hasta los escritorios de su equipo y dejando con sonido que la carpeta toque la mesa. - ¿Entonces qué me dices? - Pregunta, satisfecha, mientras mira a sus compañeros leyendo el informe.
Marceles reacciona con enojo y Mauri cambia de sorpresa a exhalando el aire, con las manos detrás de la cabeza, mientras va hasta su escritorio y pregunta, mirando a superior - ¿Reabro el caso? - Su jefe no responde y se va.
-Señores. - Bruscamente y enojado, en la oficina de Leonel entra Livio Marceles, mirando desde la puerta a él y Refina, quien lo voltean a ver al escuchar la puerta.
-Perdón, señor. Le dije que está ocupado, no obstante no me quiso escuchar.
-No se preocupe, puede irse. - Leonel calma a la secretaria. - ¿Qué hace aquí? ¿Vino echarnos la culpa de algo más?
-En su lugar yo no estaría tan tranquilo señor Montejo. Vengo con nuevas pruebas.
-¿Qué sucede? - Pregunta Refina. A ambos lo que dijo el inspector no hizo expresar ninguna emoción o movimiento.
-La cuerda estaba cortada. - Volviendo sentir paz, Marceles está enfocado en la relación de sus interlocutores.
Recibiendo el resultado inesperado. Los ojos de Leonel salen de su órbita y voltea a mirar a Refina. Refina que ya se estaba abrazando a sí misma, no dejo caer las manos y parece como congelada, porque no tiene ninguna reacción.
-¿No piensan decir nada? - Los alienta Marceles.
-¿Qué quiere que digamos? - Pregunta Refina, su cabeza entro en un calor inexplicable y su voz sale consternada.
-¿A ustedes es claro que son los primeros y únicos sospechosos? Entonces por qué no resolver esto en la manera fácil y confiesa, ¿Quién lo hizo?
Esta vez es Refina quien mira a Leonel, que se sentó, sumergido en sus pensamientos y pasmado. - Nosotros no lo tuvimos por qué hacer. - cuando es capaz de hablar, Leonel lo dice, en una voz fuerte y desconcertado con la noticia.
Viendo que no va a conseguir nada y que ambos están demasiado afectados para usar el cerebro, Livio abandona la oficina. Dejando que Leonel y Refina pasan un buen rato en silencio, bajando Refina a sentarse a su lado.
Con los tragos en el escritorio, Regían y Leonel siguen guardando silencio, mientras con alcohol prueban recuperarse del impacto.
-No lo puedo creer. - Es él primero al hablar.
-De verdad no quisiera pensar que lo hizo ella.
-La cuerda era tuya. - A pesar de que sonó a pregunta era la confirma.
-Sí. - con poco de temblor en la voz, contesta Refina.
-¿Refina, tú de verdad no comprendes lo que eso significa?
-Qué nos van a acusar, ya lo hicieron. - Fría y decidida como siempre.
-Refina. ¿Qué si el que lo hizo en realidad iba por ti?
-¿Qué estás diciendo? - Pregunta Refina, echando el cuerpo hacia atrás, con expresión de trastornos.
-Es lo lógico. La cuerda es tuya, más o menos siempre los tienes en el coche...
-No, no, no. - Niega Refina, cuando con la lengua, tanto con la cabeza y los hombros. - Yo no tengo enemigos, Leonel.
-Cómo si es necesario tener enemigos. Y menos que tú lo sepas.
-Sigo sin creer que es eso lo que pasó.
-E, yo sí.
-Ven conmigo a casa. - Terminando otra jornada de trabajo dice Leonel a Refina.
-No es necesario.
-No quiero que seas sola.
-No lo seré, no te preocupes, estaré aquí.
-Piensas venir a trabajar en días festivos.
-Los días festivos son para familia y yo no la tengo.
-Por eso te y digo vente conmigo, la empresa también estará vacía. - Le dice mientras la roda con sus brazos.
-No... No quiero molestar.
-Qué molestia Refina, míos te adoran.
-Y yo los respeto a ellos, me dieron más que cualquiera. Es cosa de familia Leo, mejor no.
-Ref, si yo soy tu familia.
-Si, lo eres. Pero mercado nunca duerme.
-Ellos también festejan.
-Te apuesto que y el inspector Marceles trabajará.
-Una razón más para que nos estás sola.
-Leonel, no comienzas de nuevo. - En su voz se oye fastidio por hablar de nuevo del tema.
-Cómo no Ref, la cuerda era tuya.
-Yo nunca la uso.
-El que lo hizo no lo sabe.
-Yo tengo la más profesional y esas son más para reserva o cuando vas conmigo. ¿Qué ahora vas a decir que Ángela lo hizo?
-Ángela no sabía cuál que tú utilizas, ma no, no la creo capas de eso.
-A ella le moleste en el mismo grado que ella a mí.
-Y ninguna tuvo la razón para matar a otra.
-Vienen fiestas y mira de que nosotros hablamos, una razón más para no ir a tu casa, nada más les traje desgracia.
-¿Qué desgracia, de que hablas? -Pregunta Leonel, en su voz se oye tono de broma por dramatismo.
Refina, que salió de sus brazos, se sentó de espalda de él -. Lo de Ángela. Si yo te hubiera dejado con ella y no seguía con que nos vamos, ella estaría viva.
-No sabemos qué pasaría. Refina, no podemos controlar lo que nos depara la vida.
-A mí me lo dices, yo seguramente no lo pude hacer. - Sabiendo Leonel que se refiere a su existencia.
-Por fa, quédate conmigo. - Usando todo el afecto que le tiene, sentado en el piso, toma sus manos entre las suyas y se frota la mejilla contra ellas.
Editado: 31.01.2023