Frente el edificio, Leonel mantiene la conversación con Refina.
-Si, bueno. Debemos hacer algo.
-Si nos siguen relacionando con el asesinato, no tendremos mucho que.
-He preguntado hasta cuando piensan seguir investigar en la empresa.
-¿Y la respuesta?
-Hasta que no terminan o encuentran algo.
-Lo que significa estamos como sea acabados.
-No sé, no sé qué decir.
-Leo. - El grito de su nombre hace que ambos voltean a mirar a la dirección de donde vino.
-Oh, dios mío. - Exclama con horror Refina, haciendo que a Leonel también se oscurece frente a los ojos. - Yo me voy, lobito. - Le dice Refina, palmándole el pecho.
-Ref... - No le queda más que decir por qué el lugar del cual se alejó Refina lo sustituyo una chica rubia, en mucho parecida a Ángela, que sonríe tan radiantemente.
-Qué coincidencia encontrarte aquí. - Dice la joven, poniendo el mechón detrás de la oreja con timidez.
-Estamos frente mi empresa, Loreta. - Dice de mala gana.
-Si, claro. Ya me olvidé donde se encuentra. - Sonriendo, tímida.
-Si, claro. - Poniendo las manos en los bolsillos, sin creerle, dice Leonel, volteando la cabeza.
-¿Cómo es estado? - Viendo que no responde, le dice. - Por cierto, lo siento lo de Ángela.
-Gracias. - Viendo que no va a decir ya nada o que espera que lo haga él, Leonel busca el escape. - Loreta, si no te molesta, tengo que volver a - al trabajo. - Enseñando el edificio a sus espaldas.
-Si claro, me dio gustó verte.
-A mí también - Miente.
-¿Me llamas? - Para no responder, Leonel hace que no lo oyó mientras se adentraba en el edificio.
Al entrar en su oficina se encuentra a Refina, arreglando los papeles.
-Gracias por abandonarme.
-¿Y qué quiso Loreta?
-No lo sé, no me quedé tanto. - Sentándose y frotando la nariz.
-¡Aaa! ¿No probó conquistarte, darte consuelo la señorita Adama? - Llegándole por detrás.
Removiéndose, incómodo, por sus palabras y aliento en la oreja. - Y si lo hace sabes que no reaccionaria.
-Yo sí, pero ella...
-Yo nunca le di el motivo.
-Por favor Leonel, como si tus pretendientes necesitan motivos. - La mirada de Leonel es una respuesta fría e irritante a su comentario, que él sabe que es verdad.
Mi número si no lo tienes. Loreta. - Está escrito en el mensaje que acaba de recibir, por lo que exhala con fuerza.
-¿Qué pasa? - Pregunta Refina, escuchándolo en camino a la salida.
-Loreta.
-Aaaaa. Entonces los dejo.
-Refina.
-¿Qué? No es mi culpa que a ti se te pegan, solo las que a mí no me gustan.
-¿Qué dices que hoy vengo a tu apartamento y miramos la película? - Cambiando el tema.
-¿Y cuál tienes en mente?
-No sé, lo veremos, cuando llega el momento. - Encogiéndose de hombros.
Acostados en el sofá, Refina está boca arriba con la cabeza de lado, mientras Leonel está de lado, junto ella, mirando Regresa.
-Lo engaño - Dice Leonel, al terminar la película, con el dedo apuntando a televisor.
-Creo lo mismo. - Dice Refina, levantándose. - ¿Te vas a casa?
Consultando el reloj - Podría quedarme.
-Está bien, buenas noches. - Lo saluda antes de ir a su habitación.
Leonel se encamina a la recámara de huéspedes, donde tiene un cambio y pijama.
-Buenos días. - Saluda Leonel, frotándose todavía la cara al llegar al camino de cocina. - ¿Qué pasa? - Percatándose de su rostro triste y nostálgico, mirando la pantalla, pregunta.
-Nada. - Como curiosidad lo venció, mira la pantalla por lo que Refina le dice. - Es hermoso.
-Sí. - Contesta él, mirado todavía el panorama que tiene enfrente. Se trata de una vista de las montañas, al mar y ciudad que lo acorrala.
-Me la mandó un amigo de los escalados. Estaba ahí y a mí también me gustaría ir, pero después de lo de Ángela... No me siento lista y si me voy todos se lo tomarán equivocadamente. - Consciente que no tiene que decir, Leonel la abraza, para agradecerle y brindar consuelo en el mismo abrazo.
Editado: 31.01.2023