La mañana siguiente, Leonel se quedó en el apartamento de Refina, a esperarla, después de despedir a Leonarda.
-Hola. - La saluda, mientras ella está cerrado la puerta.
-Buenas a ti también.
-¿Comiste?
-Traje de la panadería. - dice levantando el bolso de cartón. - ¿Ustedes comieron o la noche no paso bien?
-Todo bien, ¿La tuya?
-Deja tú la mía y mejor me hablas de la tuya.
-No tengo que decir. - Contesta sonriendo.
-¡Aaah! Bueno, si es así. - Dice Refina, devolviéndole la sonrisa. - ¿Comes? - Pregunta, sacando los croissants del bolso.
-Puedo. - Viniendo a la isla de la cocina a su lado.
-¿Y qué te tiene todavía aquí si todo salió bien?
-Contrato que me mandaron esta mañana.
-¿Qué contrató, para qué? - Pregunta Refina, encendiendo a cafetera y frunciendo el ceño.
-El nuevo que pusimos a la competencia.
-Está bien. - No comprendiendo de que se trata, contesta Refina con inseguridad. Viendo que Leonel no habla y que se ve muy preocupado. - ¿Y, qué pasa?
Pasando las manos por el pelo, Leonel sopla, antes de ser listo responderle. - Que lo tenemos que hacer con Zora.
-A. No me extraña. Ya lo esperé, solo no sabía que va a ser el motivo.
-¿Serás capaz de trabajar con ella?
-Mejor pregunta es, ¿si lo vas a poder tú? Porque tú estés la razón, no yo, a ti es el que quiere.
-Lo sé. - Él mira desesperado a Refina, mientras ella no tiene nada más que hacer o decir que encoger los hombros.
-Me gusta tu casa. - Dice Leonarda a Refina, yendo a sentarse en el sofá.
-Gracias. - Agradece, viniendo con la taza en la mano como Leonarda, sentarse.
-Espero poder tener un día, una como esta. - Declara, mirando alrededor.
-Lo tendrás, no te preocupes. Y veo en ti que antes que yo.
-¿Por qué? - Sorprendida y con sonrisa, la vuelve a mirar Leonarda.
-Yo no me acostumbre que mi estilo de vida cambió y por mucho viví en no tan buenas condiciones, no me pude hacer a la idea que no volveré caer... Leonel me convenció hasta busco y encontró este apartamento.
-Leonel está muy bueno.
-Si, lo es y demasiado a veces. - Agrega Refina, bebiendo de la taza.
-¿Lo dices por ti? - Curiosa, pregunta Leonarda.
-No, no conmigo. Bueno, eso también, pero no es en lo que pensé. - Su respuesta añadió más curiosidad a Leonarda y Refina se dio cuenta, por lo que le dice. - Es de buen corazón y le es difícil cortar por lo sano, a veces.
-¿Lo dices por Ángela, que no?
-Sí. Él no estaba listo para dar el paso a su relación como ella deseó y eso la convirtió en insoportable.
-¿Y qué es eso que escuche sobre una tal Zora?
-Ah, Zora. Zora es una de las pretendientes de Leonel. Una mujer de carácter, diferente a las demás que lo persiguen. Muchos dice que nos parecemos, que somos iguales, en muchas cosas y más en los negocios.
-¿Por qué la nombraban? - No teniendo claro, pregunta.
-Es que Zora regreso y como el colmo tenemos que trabajar juntos en un proyecto.
El silencio les lleno, las dos mujeres no tienen de que hablar, hasta que el silencio romper, Leonarda preguntando. - ¿Ustedes como se conocieron?
-No hay nada que contar. No es ninguna historia, no vale contarla. - Viendo que Leonarda no piensa dar el brazo a torcer. - No es como la suya que chocaron en el restaurante.
-No importa, cuéntame.
-Nada especial. Terminamos sentados en la misma mesa y comenzamos a platicar, lo demás es historia.
-¿Y de verdad nunca, nunca?
-No. Yo de verdad no comprendo por qué todos preguntan y nadie cree. Somos como hermanos.
-Yo les creo. - Le dice Leonarda, recibiendo de Refina una pequeña sonrisa.
-¿Leonel me dijo que tú tienes una hermana?
-Sí. En cambio, de ti o de Leonel, yo no estoy tan segura y feliz de tenerla.
-No digas eso, ¿o no ves como loco está Leonel por estar solo?
-No parece loco.
-No, solamente se hace.
-¿Entonces detrás de Leonel hay muchas? - Intimidada Leonarda, pregunta. Refina la está mirando fijamente, sin responder, por lo que le dice. - Has dicho que es una de las
-No te atormentes con eso. Poco a poco se fueron alejando con el tiempo de que la relación con Ángela iba.
-Pero Ángela ya no está.
-Leonarda. - En la manera en la que pronunció su nombre a ella es claro que Refina no la quiere preocupar.
-Dime. Tengo el derecho a saber, más si debo enfrentarme a ello.
-Si, detrás de Leonel, iba un grupo de pretendientes, donde la más destacada terminó siendo Ángela. Las otras no lo tomaron bien y les estaban haciendo problemas, no obstante con el tiempo han desaparecido.
-¿Están regresando? - Es la pregunta de Leonarda, en voz baja, sintiendo problemas a venir y que Refina la prueba proteger teniéndola a margen. - ¿Es eso lo que no eres capaz de decir?
-Mira, si es verdad que debemos trabajar con Zora. Si es verdad que Sarina vino por el cumpleaños y que hemos visto frente a la empresa a Loreta, sin embargo, eso no significa nada, puede ser que no han vuelto para el ataque.
-Eso ni tú te crees, por eso callas. - Poco enojada, le contesta.
Refina abre la boca para decir algo, interrumpida por el sonido de su celular, al que termina contestando y yendo a la cocina. - Dime, Leonel. - Después de las pausas que son llenadas por los murmullos de la voz de Leonel, Refina contesta. - Ponlo para mañana. Sí, bueno. Antes comenzamos, antes terminamos. Si, chao. Adiós. Trabajo. - Se explica.
Incomodidad y tensión son las únicas líderes de la habitación, porque ambas guardan silencio.
Editado: 31.01.2023