Era conocido entre el pueblo como el lago de las lágrimas de la diosa que con ellas salvaría la vida de su gente al haber tocado la sangre de Felisa el agua de aquel lago, este comenzó a brillar como si de una brillante mañana soleada se tratase para hacer brillar el cuerpo de Felisa curando su herida y maldiciéndola para siempre.
Haber despertado confundida y sin entender que había pasado realmente intento regresar al reino, a su hogar, pero no le fue posible. Ahora el lago le impedía poder entrar a la zona de árboles, poder regresar al reino. Tenía que quedarse junto al lago. Asustada, y con lágrimas en los ojos solamente se dejó caer al suelo abrazando sus piernas llenas de temor al no entender exactamente que le había sucedido
Sobre todo, cuando al amanecer, cuando los primeros rayos del sol comenzaban a mostrarse en el horizonte el cuerpo de Felisa comenzaba a desaparecer, llena de temor miro el lago el cual brillo para acercarse a la orilla. Con sus tacones de cristal comenzó a caminar sobre el lago hasta quedar en el centro donde su cuerpo brillo en un blanco hermoso y desaparecer.
Felisa, la princesa heredera ahora era una ninfa de agua. Que podía ser su cuerpo totalmente de agua y cuando tocaba la tierra podía tomar su forma humana de la misma forma en que fue asesinada cruelmente.
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Editado: 03.08.2023