Salió del edificio destrozada, todo había sucedido tan rápido y no sabia que hacer, no supo como reaccionar ni que decir, simplemente salió rápidamente de la oficina de Owen y no miro atrás, Ahora se encontraba en su auto llorando como una magdalena replanteándose su vida y sin saber ahora que rumbo tomar, como le iba a decir a su esposo que se había quedado sin trabajo por que no quiso acostarse con su exnovio ¡Maldito Owen! Y ella pensando que era una estúpida inmadura por aun sentirse culpable por lo que había hecho, cuando el sin detenerse a pensarlo un segundo la había arruinado buscando venganza, pero no le iba a dar gusto, no se iba a dejar destruir por el engreído de Owen Williams, no iba a permitir que le destrozara la vida sin antes pelear.
Llego a su casa sabiendo que no había nadie, se dio una ducha rápida, disimulo sus ojos rojos por el llanto con algo de maquillaje, busco un buen atuendo y salió a repartir hojas de vida en todas las inmobiliarias de la ciudad, sus años de experiencia tenían que darle un punto extra para que la contrataran, pero su buen animo se vino abajo cuando en una de las inmobiliarias se encontró con una antigua compañera de trabajo y esta le conto en tono confidencial que alguien había llamado informando que no la contrataran ya que la habían despedido de la inmobiliaria de Leo por un fraude.
Tami se quedo de piedra, no podía creer que Owen llegara tan lejos, esto no podía ser obra de el, tenia que ser otra persona ¿pero quien? Se le vino a la mente Silvia, tenia que ser ella, ¿pero que ganaba con todo esto? Llego a un parque y se sentó en una de las bancas, no sabia que hacer ¿Por qué Owen se estaba comportando así? Si, lo entendía, había sido cruel con el al engañarlo de esa forma pero tenia que madurar, por el momento debía olvidarse de encontrar trabajo en la misma rama, si Silvia estaba esparciendo rumores falsos sobre ella, llevaría mucho tiempo desmentirlos y eso era lo que no tenia, tiempo. Con la liquidación de su empleo anterior podía cubrir algunas deudas pero no podía quedarse quieta, tenia que conseguir trabajo en lo que fuera, miro su reloj y se dio cuenta que tenia el tiempo justo para ir a recoger Xavier a la guardería, mientras esperaba a la salida se dio cuenta de un discreto cartel que decía que necesitaban secretaria, sonrió para si y se encamino a la guardería, hablo con la directora y esta le dijo encantada que le gustaría contar sus servicios, Tami suspiro, no era lo suyo pero no estaba nada mal, en su primer día de desempleada ya había encontrado otro empleo.
Llego a la casa con mejor animo, cocino la comida favorita de su esposo y le conto a este los pormenores, obviamente, omitiendo algunos detalles, el la reconforto diciendo que saldrían de esta y que tal vez en el fondo era lo mejor que le había pasado ya que Leo era un explotador, ella lo miro hinchada de amor, ese hombre siempre tenia la manera de alzarle el animo.
Al día siguiente se presento muy temprano a su nuevo empleo, la directora le explico sus deberes y todo le pareció muy sencillo, se echo la bendición y se dispuso a realizarlo todo de la mejor manera. El trabajo no era nada difícil y sus nuevas compañeras eran adorables, su primer día fue maravilloso, sin estrés ni angustias, el sueldo no era muy alto pero en esos momentos no podía rechazar absolutamente nada, de esa forma paso la primera semana, Sofi la llamo para preguntar como estaba y le conto que la venta se había realizado con bombos y platillos, Silvia ahora se pavoneaba mas que antes y gritaba a los cuatro vientos que el nuevo cliente estaba encantado con ella, que tal vez y hasta llegaban a algo mas, todo esto con el beneplácito de Leo, a Tami le hirvió la sangre de la rabia no por que Silvia tuviera algo con Owen, que le aprovechara, se había llevado todo el crédito de la venta y a ella no le habían reconocido nada, de igual forma que le aprovechara.
Quedo en encontrarse pronto con su amiga a tomar un café y así echar rulos y des atrasarse en chismes, sonrió al recordar sus sesiones de cotorreo con su amiga.
La semana siguiente fue igual de tranquila, su trabajo consistía en realizar y organizar toda la documentación requerida por la directora, archivarla y custodiarla, no era nada del otro mundo y se sentía muy a gusto, el viernes al finalizar su jornada su jefe la llamo a la oficina
Se quedo parada en frente del escritorio, Tami había notado que era muy modesto y que siempre estaba pulcro, al igual que su ocupante, la directora era una señora de mediana edad de cabello negro con algunas hebras de plata, siempre vestía de conjuntos de colores pasteles con un broche del lado izquierdo en el mismo color pero de un tono mas fuerte, ese día llevaba un vestido azul cielo con un broche azul oscuro, la señora arreglo sus lentes en el puente de la nariz, se le veía algo incomoda
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Editado: 26.02.2021