Lindsay
¡Lo siento! Creo que me lo has pedido muy tarde pues acabo de colgarla en el tablero del gimnasio. Pobre Valery, era tan hermosa y estupida que no se dio cuenta que eran sus ultimas horas aquí y eso que pase todo el día indicandole que era así.
La he matado ¡Sí!, no sé si quieres que te cuente como lo he hecho.
Dejamelo saber, mi lindsy.
-Anónimo.