—Ni sueñas que me colocaré ese vestido —declaré cruzándome de brazos.
—Pues te lo vas a colocar Aurora.
—Pero, ¡Papá!
Colocando sus manos en la mesa se inclina un poco adelante.
—No intentes manipularme llamándome "papá", ¿Entiendes? —habló despacio.
Estoy molesta, esos tipos de vestidos, pero este es muy corto y revelador, no es mi estilo y aunque sé que estas cosas no importa el estilo personal me siento incómoda y es algo que no voy a permitir.
—¡Voy a enseñar todo!
—No grites —alza un poco la voz —Sabes que lo detesto —volvió a recostar su espalda en la gran silla.
Rodó los ojos.
—Bueno, también es justo y necesario no pasar de los clientes papá —pronuncio despacio —No voy a usar ese vestido al menos que me consigas otro.
Sus ojos verdes azulados me observan con molestia, también lo sé por la forma en la que aprieta sus labios para intentar controlarse.
—En el sillón está el otro vestido y con ese no me importa si no te gusta, te lo vas a colocar sí o sí —su voz suena un poco tenebrosa haciendo que resuene por todo el espacio de su despacho.
Al principio me ha cambiado hablar con él, ya que para mí era solamente un desconocido que había resultado ser mi padre biológico.
Mi silencio es su respuesta, a veces es mejor quedarse en silencio que decir cosas que están más claras que el agua.
—Puedes retirarte.
Vuelvo a robar los ojos y despacio me dirijo al sofá.
Justo como él había dicho, había una bolsa de regalo en el sofá, la cual me imagino que tendría el vestido.
En serio esperaba que me gustara el vestido.
Agarró rápidamente la bolsa para dirigirme hacia la salida, ya no tengo más nada que hacer aquí e igual se hace tarde.
Cuando ya estoy a punto de salir al despacho su voz me interrumpe.
—Dile a esa amiga tuya que se comporte, es una fiesta muy importante, si lo arruinan ya sabes qué pasará.
Con la mano la cerradura de la puerta respondo:
—Lo sé.
Así sin más algo de la oficina y me encamina hacia la parte superior de la casa.
«A veces no lo entiendo»
[...]
—¡Aurora! ¡¿Estás lista?!
—Sí, sí, ya lo estoy
Termino de bajar las escaleras incómodas por el vestido y también por los tacones plateados que tengo que usar, además creo que este vestido es suficiente apretado para marcar toda mi silueta, algo que sin duda no disfruto.
—Oh, oh, te ves divina Aurora.
Paso mis manos por mi cabello despeinando un poco las ondas que ella me había hecho.
—Lo mismo digo Deva.
Al llegar a su lado ella niega con una sonrisa en su rostro.
—Nunca cambias, ¿no?
—No, así que vamos acabemos con él.
Salimos de la mansión para dirigirnos a la fiesta que nos espera, lo único que deseo es que todo salga lo planeado, ya que si hay un leve error estoy segura de que no me lo perdonará.
Holiiis, el capítulo es corto espero acomodar eso más adelante, pero la verdad es que últimamente no he querido escribir nada por problemas en mi vida que estoy pasando, solo me queda decirles que nos leemos pronto besos 💋