Marghevix

CAPITULO 8

CAPITULO OCHO

«La realidad de ambas es solo una; la injusticia»

 

 —¿Qué haces aquí?

El sujeto sonríe con arrogancia.

—Vengo a visitarte—Se abre espacio entre mi brazo y entra.

Ay mierda.

—En serio Jareth ¿Qué haces aquí? —¡¿Que diantres hace aquí!? Este es de los peores momentos en puede aparecer.

London no puede vernos y me alegro por eso, simplemente tengo que sacarlo de aquí.

—Vengo a invitarte personalmente a la cena de inauguración de mi nueva compañía. —Sonríe orgullosamente y me extiende un sobre color azul, con las iniciales "J.M"

—¿Por qué no la enviaste digitalmente?

Él gira los ojos irritado.

—Larnell, Larnell, vengo exclusivamente para que vallas, sabía que si la enviaba digitalmente pondrías cualquier pretexto.

Buen punto.

—Aunque vengas personalmente no cambia nada. —Digo sincero, no iré a su tonta fiesta o lo que sea.

Jareth se acerca con esa aura de control se coloca a mi lado y pasa su brazo encima de mis hombros; como si fuéramos amigos. Idiota.

—Sabes que te necesito ahí, tienes que mostrar la cara por tu reino, —hace gestos con su mano—preséntate como el papasote codiciado del reino de Limet, junto al papasote de Jareth Marghevix inaugurando mi nueva compañía. —Lo expresa con tanto entusiasmo que me dan ganas de reírme, pero, me gana el fastidio a su persona. Quito su brazo de mí, lo miro serio.

—No iré, ¿sabes lo estresante que es dar la sonrisa falsa frente a las personas como si me cayeras bien? —Se le borra su sonrisa—La sede de tu compañía quiere estar en mi reino, sabes que no lo apruebo.

—Pero tus padres sí. Y tú, por ahora no tienes ningún otro poder más que actuar frente a las personas para que no comprometas algo más que tu humor. —comenta con una sonrisa burlona.

—No te encuentro propósito, aparte de ser un idiota.

—Los idiotas son los que no pueden hacer algo, y yo hecho más que tú. —Denme paz, para no romperle la cara.

—Ya hiciste tu invitación, te puedes ir.

—¿Cuál es la prisa? —Se aleja hacia la sala—Vengo a visitarte o ¿acaso tienes a una chica? —Pregunta divertido.

—La prisa es que me molesta verte. —Voy detrás de él.

—¡Bingo! —Se detiene al ver a London.

Lo tomo del brazo y forcejeo para sacarlo de aquí.

—Es una chica linda ¿de cuál burdel la sacaste? —Lo miro enojado ¿Qué dijo? Intercambio miradas con London, esta ofendida y enojada. Pero por ahora no puede hablar. Y no tiene que hacerlo.

—Vuelves a decir otra cosa más y te rompo la cara.

Jareth mira a London y habla—No lo negaste, ya dime cual es el nombre del burdel así podría buscar una como ella o si quieres me das su número y…—Antes de que terminara lo callo de un golpe en su pómulo.

—Ella no viene de ningún burdel, no soy como tú. Ahora lárgate.

Se toca la cara, donde le propicié el golpe.

—Lo dejare pasar Larnell…porque estoy consciente de cómo le hable. Discúlpame.

No le respondo, sé que está mintiendo solo quiere verse como perro arrepentido.

Se acerca hacia London toma su mano y la besa delicadamente.

Es que el tipejo sabe cómo hacerme enojar.

London abre sus ojos más de la cuenta y se queda rígida por el acto de "caballerosidad"

—¿Es que eres bipolar o qué? Ya lárgate.

—¿Es tu novia? —Pregunta tranquilo.

¡Que se largue! ¡Que se largue!

—Es mi amiga.

—Como sea, quiero que la lleves a la cena. Es una oportunidad de empezar de nuevo. Perdóname, chica—Hace una pequeña reverencia con su cabeza. London asiente confundida y sin decir ninguna palabra.

Por algo es todo un mujeriego con sus encantos de príncipe de cuento de hadas.

—Ya te dije que no iré. —Le recuerdo, ¿llevar a London? ¿El mundo no se acaba en unos días para apresurar todo? ¡definitivamente no!

—No seas aguafiestas Larnell. La chica se aburrirá si no van a la gala. —Insiste.

—Me niego. —Estoy con los brazos cruzados.

Viendo que no pienso flaquear con mi respuesta se dirige al lado de London tomando asiento, eso me puso tenso.

—Te mandare un vestido exclusivo solo para ti. Te puedo conseguir diamantes para que los lleves en ti—Le recoge un mechón de pelo detrás de su oreja.

Me rio amargamente en mi interior.

—Toma mi invitación como una ofrenda de paz, comenzare de nuevo. Veras que la faceta de hoy fue el simple hecho de encontrarme siempre una chica cuando vengo a ver a Larnell.

¡¿Qué?! Mentiroso de mierda…solo fue una vez.

London me mira con el ceño fruncido.

—Deja de decir estupideces nada de vestidos ni diamantes ni más mentiras. —Le hago un gesto para que se levante, el imbécil está muy cerca de ella.

—Bueno, veo que tu amigo Larnell no nos deja charlar. Te espero en la fiesta para comenzar de nuevo—Le guiña un ojo.

Si supieras que es tu media hermana, tarado.

—Ya, me asegurare de que te vayas—Lo sigo hasta llegar a la puerta. Antes de irse se gira y habla.

—Te veo allá. —Sonríe.

—¿Cómo estas tan seguro que iré?

—Es un presentimiento. —Con esto se gira y se va.

Yo cierro la puerta y apoyo mi frente en esta.

Que día tan cansado y no acaba…

 

Regreso a la estancia, irritado por la presencia de Jareth, me dieron ganas de irme a mi habitación y dormir.

London está saliendo por el pasillo del baño, me desvió y voy a la cocina, abro la refri y busco algo para comer.

Se mantiene en silencio más de lo necesario, hasta puedo decir me siento observado.

—¿Tienes algo que decirme? —Pregunto con tranquilidad. ¿A dónde deje la jalea? Estoy seguro que la deje por aquí…

—Iremos a la cena. —Interrumpe su voz mis pensamientos.




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