Mariela

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Algunos días después había llegado el gran momento (El día de la calabaza por si pensaste otra cosa niña pervertida).

Mara y yo despertamos muy temprano para ayudar a mama con el desayuno y almuerzo que llevaríamos al pequeño día de campo que se realizaba en el parque principal frente a la gran feria, Aquel día parecíamos 2 niñas en la mañana de navidad, Saltando por todas partes y sonriendo sin parar, Había olvidado contar que en el pequeño desfile de las calabazas estaría Edward junto con el pequeño ejército de chicos de nuestra ciudad que también prestaban servicio a nuestro país, Así que imaginaran la gran alegría de mi hermana al saber que luego de ese desfile por fin podría pasar todo un día completo con su chico.

Mientras terminábamos de preparas todos los alimentos y mama doblaba la gran sabana de picnic, Escuchamos por la ventana la bocina del auto de papa sonando una y otra vez.

-¡Rápido!- Escuchamos su voz y rápidamente todas comenzamos a acelerar el paso para terminar y salir.

Mientras yo cargaba la cesta de Picnic y mama cargaba una gran tarta de calabaza para el concurso, Mara corría hacia el auto mientras sostenía un peine.

-Gracias por la ayuda hermana.- Dije un poco enojada cuando me senté a su lado y comencé a acomodar la canasta.

-Déjame en paz necesito verme totalmente hermosa para mi querido Edward.- Respondió mientras prácticamente saltaba en el mismo asiento.

Observe a mis padres creyendo que también se reirían de la patética obra de teatro que estaba creando mi hermana por el simple hecho de ver a un chico, pero ellos ni siquiera hicieron caso a sus palabras, Estaban tan seguros de que ese hombre se casaría con mi hermana que ya no les importaba lo que ambos hicieran.

Yo también estaba muy segura de su boda en el futuro pues antes de irse al ejército papa le advirtió que si regresaba con alguna mujer embarazada o se enamoraba de alguien más en alguno de sus viajes, Él se encargaría personalmente de darle "Su propia guerra". En pocas palabras lo mataría.

Cuando llegamos a la feria, Aun la estaban organizando así que cada miembro de la familia tomo su propio camino, Mama fue directo a inscribirse en el concurso de las tartas, Papa corrió con sus amigos lo que se diría era la zona Vip de la feria ( Un pequeño balcón en donde se podría observar absolutamente todo) Papa nos aseguraba que se trataba de trabajo, Decía que si alguien salía herido por alguna que otra razón, Ellos podrían observar desde aquel balcón y correr para ayudarles, Pero yo sabía perfectamente que solo se sentaba allí todos los años a hablar con sus colegas y fumar tabacos, Mara se quedó sentada en el auto aun arreglándose para el encuentro con Edward, Mientras yo caminaba por los alrededores del lugar.

Me encantaba ver como comenzaban a arreglar todas las cosas para la feria, Personas sonrientes armando sus puestos para vender sus creaciones de calabaza, Los encargados de los juegos mecánicos arreglando la rueda de la fortuna, La cual en unas horas sería una de las atracciones principales, Los tramposos arreglando los juegos de tira la bola y gana un peluche para que nunca nadie ganara nada, Era realmente divertido observar cómo se organizaba lo que en unas horas seria diversión pura.

Cuando se acercaba el desfile con las grandes carrozas, La banda instrumental y los héroes que prestaba el gran servicio a nuestro país, Todas las personas incluyendo mara y yo corrimos al frente para observar impresionadas, Cada año el desfile era más hermoso y más impresionante.

Mientras Mara y yo gritábamos entre la multitud impresionadas por la alegría y el entusiasmo que se impartía ese año en el gran desfile, Carlos y Erick llegaban en la camioneta de su tía lentamente mientras cargaban la enorme calabaza en la parte trasera.

Quise correr hacia el otro lado para ir a saludarles y quizás darle un gran abraso a Carlos por lo mucho que me emocionaba verle, Pero no pude debido a que si intentaba dar un pequeño paso alguna de las enormes carrozas habría podido aplastarme y matarme inmediatamente, Así que solo decidí quedarme con Mara allí esperando al momento en el que saliera Edward.

Cuando las carrozas se alejaron y la banda se quedó parada en total silencio, Supimos que el gran momento había llegado, Unos segundos después comenzaron a tocar el himno de nuestra amada nación y sentí mi hermana me apretaba fuertemente con una de sus manos mientras con la otra sostenía un hermoso pañuelo de seda blanco.

Definitivamente intentaba entender lo que sentía, No verlo durante mucho tiempo, ni poder salir a divertirse, ni poder comunicarse todos los días, daba algo de miedo si lo pensaba de esa manera, imaginaba que el miedo de Mara era que su amado hubiese cambiado de parecer durante todo aquel tiempo separados, Que ya no la amara o al verle a los ojos no se sintiera esa misma chispa que antes.

Cuando los chicos uniformados comenzaron a marchar frente a toda la multitud, Todos estaban totalmente sentimentales, Las madres de los jóvenes lloraban de felicidad y orgullo al verlos, Los padres sonreían por fin al notar que sus hijos eran héroes, Las novias, esposas y Maras lloraban y saltaban esperando que alguno de sus amados voltease a mirarlas y por supuesto las chicas solteras dejaban caer sus pañuelos al suelo con grandes esperanzas de que alguno de ellos lo recogiera del suelo y se los entregara demostrando así su interés por ellas, Todo era una locura cuando los chicos uniformados que habían nacido y crecido en nuestra pequeña ciudad llegaban.

-¡Allí esta Edward¡- Grite mientras halaba del brazo de mi hermana para que me prestase atención.

- ¿En dónde?- Me miro rápidamente con lágrimas en sus ojos.

-¡Allí!- Comencé a señalar sin parar mientras ambas saltábamos para intentar llamar su atención.

-Edward ¡Cariño! Aquí estoy- Dijo entre llanto mientras aun saltaba.



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En el texto hay: maltratomujer, amor

Editado: 06.01.2023

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