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Me quede sorprendida por la decisión que había tomado pues en realidad luego de su comportamiento y la manera tan grosera en la que me hablo pensé que no sería capaz de hacer absolutamente nada por mí.

Espere a que mi padre entrara a la habitación junto a Carlos mientras las piernas me temblaban como gelatina. Mi padre se veía bastante confundido al momento de pasar.

-¿Qué sucede Mariela?- Recurrió a mi pensando que había sido yo quien lo mando a llamar.

-Soy yo quien quiere hablar con usted- Dijo Carlos junto antes de que alguna palabra saliera de mi boca

yo comencé a respirar muy rápido debido a los nervios tan terribles que estaba sintiendo.

-Hablemos en privado- Indico mi padre quien nuevamente dio la espalda y salió de la habitación

Carlos suspiro mientras me observaba para luego también dar la espalda y caminar detrás de él. Cuando cerraron la puerta me sentí bastante molesta por no poder escuchar aquella conversación, sentía que necesitaba saber que era exactamente lo que hablaría con mi padre. Conociendo a Carlos no sabía de qué cosa sería capaz, así que me levante de la cama rápidamente y camine lentamente hacia la puerta para comenzar a abrirla poco a poco casi sin hacer ningún tipo de ruido. Para mi suerte estaban los 2 conversando en el pasillo así que no me perdería absolutamente nada.

-Te escucho- Dijo mi padre mientras se cruzaba de brazos, se veía bastante molesto la verdad.

-Quería hablar con usted sobre algo bastante delicado- El también realizo la misma acción y fue cuando comencé a sentirme mucho más nerviosa de lo que ya estaba, sinceramente esperaba que Carlos no tratara mal a mi padre o le saliera con algún tipo de mala contesta por su tonto orgullo.

-Te dije que te escucho- Respondió mientras movía una de sus manos.

Carlos se quedó en silencio por unos pocos segundos y luego suspiro para comenzar a hablar con él.

-Lo que paso con Mariela..... Sobre irnos aquel día.... – Pausaba a cada momento (Supongo que intentando buscar las palabras indicadas) – Lo que quiero decir es que...

-Te robaste a mi hija Carlos- Le interrumpió mi padre quien estaba comenzando a colocarse rojo – Te la llevaste así sin previo aviso y sin importarte ni siquiera lo que pudimos haber sentido, luego de toda la confianza que se te dio en casa ¿Sabes? Pude haberte echado el primer momento en el que entraste a mi hogar junto con mi hija, pero ella se veía tan feliz a tu lado y tú te veías tan asustado aquel día que decidí darte una pequeña oportunidad.. ¿Cómo me pagaste? ¿Llevándote a mi hija?-

Él se quedó en silencio mientras observaba hacia el suelo, no sabía si se sentía avergonzado o molesto por lo que le acababa de decir mi padre. Mi mayor temor era que a Carlos se le ocurriera decirle a mi padre que todo este problema había ocurrido únicamente por mi culpa pues si esas palabras llegaban a sus oídos probablemente lo golpearía por ser tan descarado.

-¡Tú huiste como un cobarde y te llevaste a mi hija contigo!- Siguió reprochándole la realidad de la situación – No pensaste la cosas Carlos, y yo entiendo que te dolió mucho la perdida de tu hermano pero esa no me pareció una excusa suficiente como para dejar todo atrás sin importarte el daño que podías hacer o a quienes te podía llevar por adelante, como en este caso fueron mi hija y mi familia-

-Lo se y lo lamento- Respondió con un hilo de voz mientras se veía bastante avergonzado lo cual me sorprendió pues pensé que su actitud hacia mi padre seria todo lo contrario. – Sé que lastime su confianza y la de su esposa también, no medí las consecuencias de mi actos debido al gran dolor que estaba sintiendo por lo que ocurrió con mi hermano y lo lamento mucho- Seguía observando hacia el suelo -La verdad entiendo su molestia hacia mí-

-Levanta la mirada- Le ordeno mi padre.

-Me siento muy avergonzado señor- seguía sin verlo a los ojos.

Mi padre se quedó en silencio por unos cuantos segundos y luego tomo el hombro de Carlos con su mano.

-Vamos chico.. si es verdad que me siento bastante decepcionado de ti, bueno de ambos por lo que hicieron y que al principio me dije a mi mismo que no los perdonaría, pero luego de tanto tiempo extrañando a mi hija y dándome cuenta de que realmente no interesaba lo que dijera o pensara la sociedad sobre ella, me di cuenta de que necesitaba buscarlos.. a todos, a los 3 Carlos y darles otra oportunidad-

Él fue levantando poco a poco la mirada hacia mi padre

-Señor. Yo amo a su hija- Respondió mientras las lágrimas comenzaban a correr por sus mejillas

-No lo he dudado – Aseguro mi padre quien se veía que estaba haciendo lo posible por hacerlo sentir mejor.

Al otro lado de la puerta estaba vuelta un mar de lágrimas por la manera en la cual estaban sucediendo las cosas, le agradecía a mi padre por tratar de esa manera a Carlos y no matarlo en el intento también le agradecía por el hecho de habernos dado otra oportunidad.

Por otra parte me sentía muy feliz por el hecho de haber escuchado a Carlos decirle a mi padre lo mucho que me amaba, para aquel entonces ese se trataba de un acto de valentía enorme.

-Sé que he estado haciendo las cosas mal- Seguía llorando mientras hablaba – Que no me comporte como se debería ni con ella ni con ustedes-

Sentía que no solo se estaba refiriendo al hecho de haberme llevado lejos de mi familia hacia un destino y una vida desconocida, sino también por cómo se había comportado durante baste tiempo conmigo.

-He tomado muchas actitudes que sé que no fueron correctas. La he hecho llorar y sentirse muy sola debido al enorme dolor que llevo adentro, ese dolo que a veces no me deja dormir por las noches.. No, no me deja estar tranquilo-

-Tienes que entender que aquello fue un accidente hijo- Mi padre seguía consolándolo (Me impactaba mucho aquel comportamiento de tranquilidad) –Sé que ha sido difícil vivir con lo que le sucedió a tu hermano pero tienes que salir adelante Carlos, ahora tienes una hija y una esposa que debes cuidar. No puedes seguir llevando ese dolor por el resto de tu vida-