Amor, mi hermana está súper emocionada con lo de la boda, llegó de Japón ayer, pregúntale a Félix si no hay ningún problema en que ella también ayude en los preparativos.
Yo sólo me limitaba a escucharlo con mis ojos llenos de lágrimas.
— Cariño, tengo que contarte algo...
— ¿Qué pasa?.
— Recuerdas el día de mi cumpleaños que llegué completamente borracha — dí una pausa — M-me casé por accidente — mis lágrimas empezaron a caer — Estaba muy borracha, fuí una estúpida perdón y estoy esperando un bebé, pero te prometo que lo voy a solucionar.
En ese momento caí en cuenta que del otro lado de la línea no se escuchaba nada.
— ¿Hola?, ¿Cariño? — miré mi celular.
Suspiré y Jackson volvió a marcar.
— ¿Amor?, Se cayó la llamada, siento la señal aquí donde me encuentro ahora es muy mala, no escuché lo que me estabas diciendo, lo siento, tengo que irme, te llamaré mañana — colgó la llamada rápidamente.
Dejé mi celular en la mesita de noche y salí de mi habitación, bajé las escaleras y encontré a mi madre sentada en el sofá.
— Mamá — llamé en voz baja y esta volteó a verme — Necesito tu ayuda — empecé a jugar con mis manos con nerviosismo.
— ¿Con qué?.
— Tengo un problema - suspiré — Es que...
— No digas más — me interrumpió rápidamente — Yo me ocupo, mira — agarró su tablet y me empezó a mostrar decoraciones de fiesta y hasta vestidos de bodas — Marqué todas las ideas y diseños.
Mis lágrimas empezaron a salir, esto de estar embarazada me pone muy sensible con cualquier cosa.
— ¿Lloras de alegría? — mi mamá me miró con ternura - cada vez que pienso en tu boda, también lloro de alegría, creo que será la boda del año, ¿verdad?.
Asentí y abracé a mi madre muy fuerte y ella correspondió al abrazo.
— De nada cariño, mamá está aqui — acarició mi cabello
...
— Aarón — llamó mi padre entrando a mi habitación
— Dime — me senté en la cama.
— Tu madre está preocupada.
— ¿Dónde está ella?.
— Está dormida.
Asentí
— ¿Te duele la cabeza todavía?
Negué — Ya no, la única que me da dolores de cabeza es Heidy — suspiré.
Rio — ¡Ni que lo digas! ,Claro que sí, las mujeres dan dolores de cabeza.
No pude evitar reír por su comentario.
— Pero ahora estás bien, nadie te llamará, ni te enviará mensajes y mucho menos aparecerá de repente, ya nunca más volverá a molestarte.
— Es difícil padre — bajé la mirada.
— ¿Es difícil enamorarse o difícil terminar una relación?, Así es el matrimonio, es difícil hijo — suspiro — A veces uno tiene muchos motivos para irse, pero igual elige quedarse.
Miré fijamente a mi padre.
— Porque en mi caso yo amo a tu madre, ¿y tú?, ¿por qué? — me sonrió levemente — Creó que deberías luchar por esa chica.
Frunci el ceño totalmente confundido — ¿Qué?.
— Tú sabes muy bien que ella es tu destino, no entiendo, ¿por qué no haces nada?.
— Padre, ella se va a casar.
— Si, pero será un gran error que va a cometer — bufó — El rechazo de Heidy te está haciendo mal Aarón y más por tu condición actual y lo sabés.
Eso era cierto pero Heidy está muy cegada con el tema de su boda que no se da cuenta de su alrededor, no se da cuenta que yo la amo y haría cualquier cosa por ella.
— Lo sé — dije bajo.
— Tienes que hacer algo, sabes como es tu situación, piénsalo — se levantó de la cama — Descansa hijo mío.
— Hasta mañana padre — me despedí y me acosté en la cama pensando en toda la conversación que acababa de tener.
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Editado: 02.10.2023