Capítulo catorce.

Capítulo catorce: "¿Qué pasa?"

Ashton Moon.

Desperté como de costumbre a las 4:30 am para salir a correr por los alrededores de la manada y aprovechar para revisar que los guardias estén en sus puestos. Duré más o menos tres horas fuera, para cuando llegué a la casa se encontraba en el ambiente un rico olor a Waffles mezclado junto con el de mi amada Alexia.

Al entrar a la cocina mi vista se posó en mi hermosa compañera preparando el desayuno y me fue imposible no sonreír. Ésta al percatarse de mi presencia, me sonrió y dejó lo que estaba haciendo para venir a mí a abrazarme y besarme fugazmente, a lo cual yo quedé impactado.

—¿Y eso a qué se debe?—Pregunté desconcertado.

—¿Qué? ¿No puedo besar a mi novio?—Preguntó para luego tomar dos platos y ponerlos en la isla de la cocina.—Ven... He preparado el desayuno para ambos.—Dijo con una sonrisa.

—¿Vale?—Dije aun impactado por el cambio tan drástico de mi compañera.

—¡Buenos días, chicos!—Dijo la madre de Alexia entrando a la cocina.

—Hola, mamá.—Le sonrió y luego le regaló un abrazo.—¿Y mi papá?

—Salió temprano, mi niña. Está viendo el reino y el castillo para regresarnos hoy mismo.—Dijo sentándose en la isla. —¿Cómo dormiste?—Preguntó, en su voz pude notar un toque de nerviosismo.

—¡Perfecto, madre! Gracias por el té de anoche, me ayudó mucho a descansar bien.—Pude ver como soltaba un suspiro de alivio y desviaba su mirada a otro lado.

—Aquí hay gato encerrado...—Susurré.

—¿Qué dijiste, querido?—Preguntó desconcertada Elena.

—Nada, suegra... Tranquila.—Le sonreí falsamente.

Descubriré que ha pasado con Alexia, ha habido un cambio muy drástico en ella, no es que no esté feliz de que no me rechace, pero ha sido muy repentino y no creo que algo como lo que ella ha pasado se supere de un día a otro.

Al terminar de desayunar fui a cambiarme ya que tenía una reunión con los Alphas y sus Lunas, Alexia también tendría que asistir al ser mi mate y prácticamente la reina de todos, pero pensaba dejarla descansar. Ahora que lo pensaba bien me he dado cuenta de que con todo lo que ha pasado en tan poco tiempo, no he hecho la presentación de Alexia como mi Luna.

—Malcom...—Le hablé por el link.

—¿Si, Ashton?—Respondió un poco agitado.

—Necesito que prepares todo para la presentación de nuestras mates. Con todo lo que ha pasado no hemos podido hacer la ceremonia.

—En seguida. Si no hay retrasos, todo estará listo para dentro de tres lunas.—Dijo emocionado y yo simplemente cerré el link.

Estaba tan metido en mis pensamientos que no me había percatado de una muy molesta Alexia parada frente a mí y de brazos cruzados.

—¿No pensabas llevarme o por lo menos decirme de la reunión, Ashton?—Dijo con evidente tono de molestia.

—Amor, yo solo quiero que te recuperes...—No terminé porque fui interrumpido por ella.

—¿Recuperarme de qué, Ashton?—Subió el tono de voz.—Lo que pasó no fue nada, y lo sabes.

Espera... ¿Qué?

—¿Qué no fue nada? ¿Qué te pasa, Alexia? Fue algo horrible lo que pasó.—Dije ahora molesto.

—Ashton, no puedes mantenerme en cama por una simple caída de las escaleras. ¡Estoy bien!

No entiendo a qué se refiere, ¿Caída?

—¿De qué hablas?—Dije confundido.

—¿De qué hablas tú? Deberías calmarte, tal vez debería pedirle a mi madre que te haga un té también.—Dijo con tono de irritación.

Entonces comprendí todo, aunque no podía creerlo. Sus padres habían puesto un hechizo sobre ella para que olvidara todo lo sucedido y sustituyeron sus recuerdos haciéndole creer que solo se cayó de las escaleras.

—Perdón, tienes razón... Fue una simple caída.—Dije sobando el puente de mi nariz.—Necesito hablar con tus padres, puedes ir arreglándote si quieres. En el vestidor hay unos cuantos vestidos que mandé a comprar para ti, usa el que más te gusté.

Le di un beso en la frente y salí en busca de mis suegros, los cuales no se encontraban muy lejos ya que podía sentir su presencia y olor a los alrededores de la casa.

Al encontrarlos les pedí que fuéramos a hablar a mi despacho, les dije que trataba de un tema de suma importancia y urgencia, a lo cuales reaccionaron de manera preocupada por Alexia, sin embargo, los calmé diciendo que ella estaba segura en el baño pero que si era de ella el tema a tratar.

Al ya estar sentado y cómodo me dispuse a hablar.

—¿Creyeron que no me iba a enterar del hechizo que pusieron sobre Alexia?—Pregunté con las manos en la barbilla y los codos apoyados en la mesa. Ellos claramente reaccionaron de manera nerviosa.

—¿De qué hablas?—Dijo la madre de Alexia esquivando mi mirada.

—No tiene caso negarlo, ya me enteré de todo y sé que sustituyeron sus recuerdos por una "Caída por las escaleras"—Dije haciendo comillas en el aire.

—Lo sentimos, Ashton. Solo que ya no queríamos ver a nuestra niña sufriendo así. No vimos una mejor manera de hacerlo.—Dijo soltando lágrimas.

—¡Claro que había mejores maneras de hacerlo! Pudimos buscar una solución, llevarla a terapia.—Tomé una bocanada de aire.—Pero... ¿Borrarle sus recuerdos? No digo que no me sienta bien que ya no sufra respecto a lo que le pasó. ¿Pararon un momento a pensar en preguntarle? ¿Pedirle permiso? ¡No! ¡No pensaron en ella!—A este punto ya estaba exaltado, si no fuera porque tocaron la puerta, hubiera seguido hablando.

—Pase...—Dije, aunque supiera quien era.

—Ashton, estoy lista ¿Nos va...?—ijo entrando, pero al ver a sus padres puso cara de confusión.—¿Mamá, papá? ¿Qué hacen aquí? Digo... Hablando con Ashton.

—Estábamos hablando de restaurar la seguridad con magia y también de su regreso al castillo.—Dije rogando para que me creyera.

—Sí, mi niña, podrás visitarnos cuando quieras.—Dijo su madre.

—Bueno, ¿Nos vamos?—Ella asintió y salimos de despacho y luego de la casa.

No me había percatado de su vestuario hasta que se me adelantó por un poco. Cargaba un hermoso vestido de color azul ceñido al cuerpo dejando resaltar sus marcadas curvas. Su cabello caía por un lado en unos rizos y llevaba un maquillaje leve. Llevaba puestos unos zapatos altos de color negro, simplemente estaba hermosa.