Los pasos de una persona se le podía escuchar por todo el pasillo y su forma de caminar era muy rápida, pero eso era porque tenía que desplazarse muy rápido y sin perder el tiempo.
Un portapapeles estaba en su mano y su cabello color ceniza era muy peculiar, pero a nadie le importaba eso mientras hagas un trabajo muy bien hecho.
Su bata blanca no tenía ninguna mancha y parecía que recién lo acababa de usar, pero no era así, ya que esta persona era muy cuidadosa con lo que hacia y estaba a su alrededor.
Esta persona tenía prisa en este momento porque tenía una gran duda en su cabeza que no le dejaba pensar en otra cosa además de esa.
"Es extraño".
Eso fue lo que dijo mientras caminaba de manera apresurada por el pasillo de este hospital que era muy grande y con una pinta muy agradable.
Se percató que uno de los ascensores no había personas dentro y entró relajadamente, con un movimiento de su mano aplasto uno de los botones del ascensor y este comenzó a descender lentamente.
Una música relajante se podía escuchar, pero el doctor no parecía para nada relajado, su estado de ánimo más parecía que estaba muy ansioso.
Leía algunos papeles que estaban en sus manos y algunas imágenes también estaban ahí, pero lo único que mostraba en esas imágenes eran cosas que un niño no debería que ver o alguien que le resultaba muy repulsivo ver la sangre.
* Tink *
El ascensor hizo un ruido y sus puertas se abrieron.
El doctor salió y siguió caminando, pero esta vez un poco más lento, ya que estaba muy cerca de su destino.
Esta vez el pasillo estaba muy iluminado y muchas puertas estaban por el pasillo, pero
Se detuvo frente a una puerta y la abrió lentamente solo para encontrarse con dos personas que estaban sentadas.
La que más destacaba era una chica alrededor de los 16 años con un cabello largo de color morado pálido que combinó con su rostro sin emociones le hacía muy atractiva, su piel blanca y unos ojos de color similar a su cabello era muy raro encontrarse con una persona así, pero te haría voltear la mirada aunque sea por un momento.
La otra persona que estaba sentado al lado era una chica rubia con unos ojos celestes y parecía muy nerviosa cuando vio a la persona que entro por la puerta.
"Creo que no me presente contigo ¿verdad?"
Esas fueron las primeras palabras de este doctor y haciendo la misma presentación que hizo hace un tiempo comenzó a hablar.
"Soy el doctor Gabriel Dens un gusto conocerte". - Una sonrisa se dibujó en su rostro al presentarse y extendió su mano.
La chica rubia estaba nerviosa y se puso de pie rápidamente para presentarse.
"H-hola yo soy Laura Vals e-el gusto es mío". - Un apretón de manos se produjo después de estas palabras.
Luego de ese apretón de manos el doctor Gabriel se sentó en una silla que estaba detrás de un escritorio y siguió lo que había planeado en esta conversación.
"Bueno, ahora que todo paso tengo algunas preguntas para ti" - La voz de Gabriel era muy suave mientras sonreía - "Verás yo estoy en este trabajo por mucho tiempo y he visto muchos casos de golpes y fracturas del cuerpo humano y sé que es muy frágil si algo abrumador lo golpea, pero lo que viene después es la capacidad de aguantar ese dolor. "
Laura escuchaba todo esto sin hacer algún sonido, pero algo le molestaba y eso era el aura que transmitía la persona que estaba al lado de ella.
"Dejando todo eso de lado, el cuerpo de ese chico estaba en un punto demasiado crítico y tal vez no lo notate, pero muchos de sus órganos internos resultaron muy dañados."
"..."
Las palabras del doctor Gabriel eran como punzadas para Laura y eso hizo que bajara la cabeza y le temblaran las manos, pero lo único que quería saber es si estaba bien esa persona.
"Pero alégrate tienes suerte que la persona que esta a tu lado pudo curarlo a tiempo y regresar al cuerpo de ese chico a la normalidad como si fuera un milagro, mira en esta foto cuando pensaste que no podría caminar"
Pudo mirar a través del celular del doctor al mismo chico que le había protegido, pero con una cara asustada mientras intentaba ponerse de pie.
El alivio repentinamente le llego como si fuera una ráfaga de viento, suspiro y miro a la persona que estaba al lado de ella y parecía no prestarle atención porque en algún momento había cerrado los ojos.
"Pero ahora viene lo que me interesa". - La voz del doctor de repente se volvió seria. - "Como te lo había dicho, después de un abrumador golpe viene la capacidad de aguantar el dolor y es muy difícil de creer que un chico de esa edad aguante fracturas de brazos, piernas, costillas, perforación de órganos internos y no olvidemos la hemorragia interna, como dije es muy difícil de creer. "
Laura estaba temblando por todo lo que tuvo que pasar aquel chico, pero ¿Eso importaba ahora que estaba en un estado normal y estable? Solamente pudo apretar sus manos con todas sus fuerzas.
"Bueno, ahora mi pregunta es ¿Conoces a ese chico?" - Los dedos de este doctor se entrelazaron.
"... No sé quien es y mucho menos su nombre, pero es gracias a él que aún sigo respirando." . Algo se iluminó en los ojos de esta chica por un momento.
"Ya veo."
La atmosfera en ese lugar donde estaban sentados estas tres personas era muy tranquila, pero a la vez muy extraña.
"Bien, supongo que puedo seguir con mi trabajo" - El doctor Gabriel se ponía de pie mientras hablaba - "Y tengo una última pregunta para ti."
"..."
"¿Quieres protección?"
"... ¿?"
"Tengo una idea de lo que está pasando en tu vida y me gustaría darte una mano, pero tú también tendrás que darme una mano cuando yo lo necesité, ¿está bien?" - La confianza se podía sentir con cada palabra.
Algunas palabras querían salir de la boca de Laura y tenía pensado aceptar, pero tenía miedo de que hubiera un truco detrás de esa oferta. Que tal algún día me traiciona. Un pensamiento que tenía que vivir con eso, pero necesitaba todo lo posible para sobrevivir, porque las personas que la buscaran no se detendrán y mucho menos sus medias hermanas.
"¿Puedo confiar en ti?"
"Por supuesto, soy un doctor, todos lo que vienen en este lugar confían plenamente que nosotros los solucionaremos".
Aunque se podía ver una sonrisa muy agradable viniendo de este doctor, Laura pensaba que tal vez falsa esa sonrisa, pero no tenía quien le pudiera proteger esta vez y no quería involucrar a personas en situaciones como la que había pasado aquel chico. Si este doctor estaba muy confiado que la protegería era el momento de que ella también confiara en él.
Trago saliva y pensando que este no era el comportamiento habitual que tenía una sonrisa y con una alegre voz dijo:
"Entonces estaré a tu cuidado a partir de hoy."
Editado: 12.05.2021