Mels
— ¡Mamá, ya llegué! — Nada, voy a la cocina a ver si está ahí, pero nada, subo hasta su habitación y tampoco la encuentro.
Vuelvo a la cocina por deliciosa y sensual comida, me percato de un papelito pegado en el refrigerador.
"Hija amada de mi corazón no llegaré a cenar, tendré una cita con Ralph
Te amo, cuídate y no te comas todo lo que hay en casa"
Ralph y... ¿Quién es Ralph?
Saco el dulce de leche del refrigerador, me acerco al mueble donde guardamos los cubiertos y saco una cuchara, la cual inserto en el dulce y saco una enorme cucharada, la cual me llevo a la boca. Luego de comer casi todo el pote subo a mi habitación para arreglarme para mi cita.
Mientras me arreglo pienso en lo que debería decirle a Ashton, debería decirle que sí, es lindo, me trata bien y por lo que me dijo le gusto.
Las palabras de Trent vuelven a mí ¿y si era cierto que él quería ser mi primer novio? Sacudo mi cabeza en negación, claro que no quiere ser mi primer novio, el solo bromeaba, como siempre lo hace.
Quizás llevo muy poco tiempo de conocer a Ash, pero las pocas veces que imaginaba un novio era como él, que fuera tierno, que me tratara bien, además, él siempre hace las cosas que a mí me gustan, me lleva a lugares que sabe que me gustarán, entiende el amor que siento por la comida, aunque tengo que admitir que no es nada saludable ese amor que siento, pero él lo entiende. Cada vez que estoy con él me siento acogida, querida.
—Te ves hermosa, Mels— repite Ashton por tercera vez en lo que va nuestra cita, estamos en una heladería, la cual yo elegí, está a la salida del centro comercial.
Nunca había venido, mi instinto me lo decía, la atención es pésima, sabía que no debía venir. Aún no traen mi helado y eso me está poniendo de mal humor.
—Mels— habla Ashton, lo miro de inmediato, está rascándose la nuca nervioso, quizás se dé cuenta de mi mal humor.
—Dime— lo quedo mirando mientras sonrío.
— ¿Pe...pensaste sobre lo que te pregunte en la escuela? — siento como traga saliva.
—No, no he podido pensar, no puedo hacerlo si... NO ME TRAEN MI HELADO— alzo la voz, la chica que sirve los helados me queda mirando seria, yo le sonrío— sí, te hablo a ti.
¿Cómo no va a disfrutar trabajar en una heladería? La miro de nuevo y sigue coqueteando con el chico de hace unos instantes, el chico solo sonríe incómodo.
—Podemos ir a otro lugar si lo deseas— señala Ashton, yo niego sonriendo.
—No, así está bien, yo espero.
—Hola, me da un helado de chocolate con almendras, bañado en salsa de chocolate— inmediatamente reconozco esa voz.
Me giro para verlo y asegurarme de que mis oídos no me traicionaran. Trent estaba ahí, guapo, muy guapo ¿Es ropa nueva? Lo sigo mirando embelesada por unos instantes, hasta que me percato que esta con Sharon, ambos se sonríen cómplices. Trent le sonríe a la chica que sirve los helados, ella se sonroja y emprende su labor de preparar el helado.
— ¿Qué? — Pregunto atónita por lo que veo, me levanto, Ashton me mira confundido— Vuelvo enseguida— le doy un fugaz beso en la mejilla.
Llego hasta dónde está mi amigo y Sharon. El muy descarado sigue sonriéndole a la chica de los helados mientras guiña un ojo ¡Esta coqueteándole! La chica le está sirviendo doble porción de helado.
—Llevo esperando más de 5 minutos, 5 largos y tortuosos minutos, y este chico llega— apunto despectivamente a Trent — y tú vas y se lo preparas de inmediato ¿Solo porque te sonrió? De verdad estas necesitada— las últimas palabras habían salido sin querer, ver a mi amigo coqueteando no me agradó mucho.
—Calma, Mels— la sonrisa de suficiencia de Trent hace que quiera acariciarlo, con un martillo, en la cara— es solo helado.
— ¿Es solo helado? ¿Solo helado? — Levanto mis brazos dramáticamente— no solo es helado, es mi helado— recalco la palabra mí, para que quede claro.
La chica de los helados se percata de mi enojo y comienza a servirme mi suculento y sensual helado.
—Yo también quiero doble porción— le habla calmadamente como una buena niña que soy— gracias— le digo cuando me entrega mi pedido.
Mi sonrisa es amplia, llego a donde Ashton y le entrego su helado.
—Toma— acerca su mano, la cual está temblando.
—Gracias linda— sonríe sin mirarme.
No creo ser linda de verdad, quizás él está medio ciego y por eso se fijó en mí. Nunca nadie me había dicho linda, Ashton es el primero en decirme esa clase de cosas, si sigue así empezaré a creérmelo.
— ¿Y, Mels? — interroga mi acompañante luego de algunos minutos de disfrutar en silencio nuestros helado— ¿Ya puedes pensar?
Rayos.
—Creo que sí— Ashton me está mirando directo a los ojos, estos brillan, una leve sonrisa se forma en su perfilado rostro.
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Editado: 26.06.2018