Masoquismo: Racismo y Religión

Que buen final de una contradicción

  

    Todo en un lugar negro con una luz muy tenue alrededor de cada centimetro del espacio.Un suelo plano y sin obstaculos se extendia infinitamente con un brillo y reflejo propio de algo que fue pulido con mucho esmero.

    Sobre este piso aparecio una persona de la nada como en un parpadeo justo a la mitad de todo aquello.

    Era un muchacho de cabello negro, camisa gris oscura y pantalon de un gris aun más oscuro. Su piel si bien no blanca como fantasma si que resaltaba considerablemente al estar rodeado de tantos tonos oscuros tan fuertes en su ropa, en el escenario y en su cabello.Aunque en otras circunstancias podrias clasificar el color de su piel como un palido bronceado (no confundir con un bronceado palido).

    El muchacho con una suave sonrisa de satisfacción en su rostro giro la mirada viendo el horizonte de todo aquel paisaje.

    Aquel lugar definitivamente podia llegar a sentirse como el cuarto mas espacioso que pudieras imaginar o como el espacio abierto mas encerrado y claustrofobico que pudieras entender.

...: Este lugar si que es digno de una contradicción!

    Dijo aquel muchacho con una voz clara que se oia en todo lugar aun sin haber este gritado.

   El muchacho camino un poco hacia  adelante, luego se detuvo y puso sus manos justo al frente de él.

    De repente enfrente de sus manos como a medio metro de distancia comenzo a condensarse una especie de vapor-luz azul. Esta nube estraña después de un rato de arremolinarse sobre si misma en varios lugares sin moverse, implosiono colapsando como si una fuerza la hubiera forzado a ceder, provocando un resplandor blanco pero no cegador, lo suficientemente brillante como para percibir su color pero sin sentir en los ojos ningun tipo de destello fuerte o escandilación.

   Después de la implosión la nube había desaparecido dejando en su lugar a una bonita niña de coletas con un vestido azul con adornos blancos en los bordes de la falda como esos que están en algunos manteles.

    Para los otakus podria decirse que era un vestido muy parecido al que usaban las "maids" pero en vez de blanco y negro era blanco y azul. No era un azul demasiado bonito pero tampoco era feo, era de un color azul bastante intermedio y mate, no era oscuro como el azul marino ni claro como el azul celeste. Podria decirse que era un vestido elegante pero bastante carente cutre y simplista al menos en lo que respecta al color.Sin embargo si lo observabas con detenimiento podia llegar a agradarte tenia unos bonitos adornos pequeños y plateados cerca del cuello que le daban todo ese brillo que le faltaba al vestido si los mirabas con demasiado deteniento incluso te entrarian ganas de beber de esas peculiares gotas brillantes que parecian adornos hechos con mercurio liquido.

    Aquella niña tendría alrededor de catorce años y su piel al igual a la del muchacho y del mismo tono era clara y llena de vida pero sobretodo no era pálida.
   Aquello niña no tenia demasiados adornos en sobre su cabeza , pero si que tenia dos zarcillos pequeños como puntos de oro en sus orejas.

    Después el muchacho siguio avanzando. Al pasar al lado de la niña ella voltio sin decir palabra ninguna palabra y observo lo que él hizo a continuación.

    Un poco mas adelante hizo algo similar a la primera vez, coloco sus manos con las palmas apuntando hacia el frente con una ligera inclinación hacia abajo. 

     Esta vez se formo una nube de humo muy negra enfrente de él como la que se forma en los camiones a causa del monoxido de carbono. La oscuridad impenetrable de la nube era identificable aún con ese peculiar escenario de oscuridad en el fondo gracias a los aterradores relampagos blancos que se formarón alrededor de la nube algunos eran dirijidos hacia el suelo y otro se quedaban fluyendo durante un lapso aproximado de cinco segundos haciendo un sonido caracteristico de arco electrico antes de desaparecer.

    Algunos relampagos rojos y negros se formarón en las cercanias de la nube firigiendose todos a intervalos irregulares de vuelta a la misma, haciendo un pequeño sonido de arco electrico debido a su menor dimensión.

      La nube empezo a disiparse pero no habia desaparecido del todo cuando cuando se dio a entre ver una figura sombría con una mirada severa dirida a las otras dos existencias que estaban en aquel paraje vació y desolado.

    La figura que de allí emergio era un hombre que para aquellos dos jovenes era alto. tenia cabello negro y ojos azules. Su tez, rostro y piel eran del mismo color que la de los otros el muchacho y la niña. Aunque en este lugar en realidad parecía que el color de piel en todas las personas era uniforme y sin variaciones, de un color que no era blanco, ni negro, ni moreno. Era más como un intermedio entre todos los colores de piel conocidos pero un poco más claro sin dejar de tener pigmentación. Era algo así como el color de alguien de piel clara broceado por el sol sin llegar por ello a oscurecerse.

    Aquel hombre  tenía un traje color marrón claro,  una rara medalla en forma de cruz en el pecho, un bigote escobilla justo debajo de la nariz parecido que tenía charlie chaplin y una esvástica  en alguna parte de su uniforme. Así es, él era nada más y nada menos que Adolfo Hitler.

    Hitler miro a aquella niña con desprecio bajando la mirada. Y con aún más desprecio  pronuncio con el ceño fruncido,casi como un gruñido revelando una cantidad ridícula de odio en una única frase, mejor dicho en una única palabra:



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En el texto hay: comedia, novela juvenil, mundo imaginario

Editado: 17.12.2019

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