Cap 12 El encuentro

Allison estaba hecha una furia después de colgar la llamada. Que hombre tan exasperante y difícil de tratar, quizás si mejor hubiera llamado a Marcos las cosas serian diferentes... hizo un suspiro, cogiendo su teléfono, le manda un mensaje a Robert:

"Robert, te agradezco que te comuniques con la familia Colunga en Madrid; cuéntales la novedad de Benjamín, diles que es urgente su presencia en la Mansión".

—Creo que mejor hubiese empezado por aquí, antes de hablar con el tosco de Joseph, me hubiera ahorrado todo ese momento bochornoso.

Allison pensaba en sus palabras seductoras. Y...sonríe. Después en sus palabras hirientes...y... Rechina los dientes. ¡Estúpido Crío, no te enseñaron a respetar a las mujeres!

Acostado en su cama, Joseph tenía los ojos cerrados tratando de conciliar el sueño pero no podía, una y otra vez pensaba en esa mujer que le había fastidiado la noche y quitado el sueño. De repente le tocan el timbre de la puerta

¿Quién podrá ser a esta hora? Ahora no tengo humor para nada, si es Samanta le diré que se devuelva, no tengo ganas de nada. Decía acercándose a la puerta.

—Hola Joseph! — le dice Chantal, entrando con una maleta al apartamento-

—¿Que significa esto Chantal? hoy no estoy de humor para soportar tus niñerías.

—Que pasó hermanito? ¿Te dejaron plantado? ¿Por qué éstas tan amargado? ¿Ya supiste lo de papá?

Joseph no respondió, se tiró en la cama boca abajo, cerrando los ojos, tratando de dormirse.

—Joseph! Levántate! Tenemos que irnos, el vuelo sale en media hora- halándolo por la camiseta. Él alza la Cabeza  

—deja de fastidiar, No voy a ningún lado.

—Robert nos dijo que papá está muy enfermo, Marcos está en China cerrando un negocio dice que estará en México en tres días, ¡mamá reservó dos boletos que salen en media hora, vamos muévete! debemos irnos.

Él no quería ir a México, primero porque no quería ver a la intrusa y segundo porque le estaba concediendo su petición, lastimando su orgullo de hombre. Sin embargo su padre, también era importante para el, aunque él no lo sepa, su padre es su admiración, esa mujer le dijo que se estaba muriendo y necesitaba verlo, necesitaba hablar con él.

Su familia estaba primero. Ellos siempre han sido unidos, cuando su madre colapsó, juraron apoyarse mutuamente. La intensa de su hermana lo sacó prácticamente a rastras, su mamá le hizo como diez llamadas y Marcos le envió dos mensajes. 

Montado en el avión, su mente divagaba en la estrategia que usaría para desenmascarar a la intrusa frente a su padre, le quitaría todo, y la sacaría para siempre de sus vidas.

«No tomes decisiones demasiado tarde, porque lo vas a lamentar!» recordaba estas palabras una y otra vez.

La mujer era desconocida para el, ni siquiera en foto la había visto, el día que Marcos le entregó los documentos había una foto de ella, pero Joseph no la reparo, es que ni siquiera lo leyó, con lo que le había dicho su hermano era suficiente. 

Ahora se lamentaba no haberla visto, hay un dicho que dice "es una desventaja no conocer la cara de tu oponente". 

También recordó su suave voz, cuando lo saludo por primera vez, tuvo la oportunidad de colgarle en el primer instante que dice su nombre, pero no tuvo la fuerza, su voz lo atrajo y sintió curiosidad de saber más de ella.

—¡Maldición! Me estoy volviendo loco— se dijo apoyando su cabeza en la silla y cerrando los ojos.

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Allison corría de un lado a otro, dando instrucciones a sus empleados, quería la casa reluciente, las habitaciones aseadas, el jardín limpio. Entró a la cocina a preparar el alimento de Benjamín, al sacar un plato, éste se le cae de la mano, quedando trozos de cerámica en el piso 

—Oh! ¡Por Dios! Que desastre— decía Allison, con los nervios de punta, estaba así desde que Robert le dijo que Joseph y Chantal llegaban en unas pocas horas. 

Pero su preocupación era Joseph, se moría de nervios el pensar que debe verlo a la cara, después de todo lo que le gritó por teléfono, ahora se sentía apenada.

—pero que hice! ¡Porque le dije todo eso! ¡trágame tierra!— Se agacha a recoger los pedazos,  pero Margarita le grita

 —¡Señora! Deje eso quieto, yo lo recojo 

—oh! Gracias Margarita, disculpa mi torpeza. Tomando la bandeja y subiéndola a la habitación de Benjamín. 

La habitación de Benjamín era bastante amplia con dos ventanales que tienen vista al Mar pero Allison solo abre una ventana en la  mañana y luego antes de medio día la cierra, para evitar que Benjamín se resfrié y pueda mantenerse cálido, precisamente hoy estaba sin enfermera, era el día libre de Cintia. Para ella no era problema el cuidar a Benjamín, era lo que más le gustaba hacer, además ocupándose de él,  dejaba de pensar en Joseph. 

Ella no lo conocía en persona, pero sí en fotos, en el despacho de Benjamín hay muchas fotos de él y de sus hermanos. Cuando ella vio su foto por primera vez, se sintió atraída por él, le pareció un chico muy guapo, con su negro cabello, sus ojos negros expresivos, su nariz perfilada, su barba tupida y corta lo hacían ver como un modelo Árabe.