Leia Organa, consciente de su delicada salud, sintió la urgencia de asegurarse de que Rey y su bebé estuvieran bien protegidos, incluso después de su partida. Con ternura, le entregó a Rey una serie de regalos para el bebé que había empezado a preparar desde que supo la noticia.
"Rey, sé que tal vez es demasiado pronto para hablar de esto, pero quiero que sepas que mi salud se ha debilitado progresivamente. No puedo ignorar la realidad de mi condición, y temo no estar aquí cuando el bebé nazca", dijo Leia con sinceridad.
Rey la miró con tristeza en los ojos, sintiendo la gravedad de las palabras de Leia. "General Organa, no quiero que se preocupe por mí ni por el bebé. Solo quiero asegurarme de que usted esté bien y de que podamos seguir adelante en esta lucha juntas", respondió Rey con voz entrecortada.
Leia sonrió con cariño y puso una mano reconfortante sobre la de Rey. "Sé que eres fuerte y que harás todo lo posible para proteger a este bebé, pero también quiero asegurarme de que tengan un futuro seguro y estable, incluso si yo no estoy aquí para cuidarlos", dijo Leia.
Con un gesto de su mano, Leia mostró los regalos que había preparado para el bebé. Había tejido a mano mantas, ropita y juguetes con todo el amor de una abuela preocupada por el bienestar de su familia.
"Quiero que sepas que siempre estaré contigo en espíritu, Rey. Y aunque no esté físicamente aquí, quiero que puedas contar conmigo y con los recursos de la Resistencia para ayudarlos en lo que necesiten", aseguró Leia.
Las lágrimas se agolparon en los ojos de Rey, quien sentía un profundo agradecimiento y cariño por la líder de la Resistencia que se había convertido en una figura materna para ella.
"Gracias, General Organa. Sus palabras y su apoyo significan mucho para mí. No sé cómo agradecerle todo lo que ha hecho por mí y por la galaxia", expresó Rey con emoción.
Leia abrazó a Rey con ternura, sintiendo la conexión que había entre ambas. "Eres como una hija para mí, Rey. Y siempre te apoyaré en todo lo que hagas. Quiero que tengas una vida llena de felicidad y que cuides de ese bebé con todo tu corazón", le dijo con voz suave.
La conversación entre ambas continuó mientras compartían sus esperanzas y sueños para el futuro. A pesar de la tristeza que sentían por la situación, también había un sentido de unidad y fortaleza que las unía.
El tiempo siguió su curso, y Rey continuó luchando en la Resistencia mientras su vientre crecía con la vida que llevaba dentro. Leia seguía ocupándose de sus deberes y preparándose para lo que el destino le deparaba.