La galaxia se encontraba en medio de un momento crítico, la lucha entre la Resistencia y la Primera Orden se intensificaba. Mientras tanto, en la base de la Resistencia, Rey seguía preparándose para el nacimiento del bebé, pero también enfrentaba la triste realidad de que la salud de Leia Organa había empeorado.
La noticia de la partida inminente de Leia había conmovido a toda la Resistencia. Rey sentía un profundo pesar por la pérdida de su amiga, mentora y líder, quien se había convertido en una figura materna para ella.
Rey se acercó a Leia, quien estaba descansando en una habitación tranquila. La princesa Leia, con una sonrisa apacible en el rostro, miró a Rey con amor y sabiduría.
"Rey, mi querida amiga, sé que es difícil, pero quiero que sepas que estoy en paz. He vivido una vida llena de propósito y amor, y confío en que tú y la Resistencia continuarán la lucha por la justicia y la libertad", expresó Leia con voz serena.
Las lágrimas asomaron en los ojos de Rey, quien tomó la mano de Leia con cariño. "No puedo creer que esté sucediendo esto. Usted ha sido un faro de esperanza y fuerza para todos nosotros", dijo Rey con emoción contenida.
Leia le sonrió con ternura. "Tú también eres una fuente de esperanza y fortaleza, Rey. Nunca dejes de luchar por lo que crees y por lo que es justo. Confío en ti y en tus decisiones", le aseguró.
El tiempo pasó lentamente, y Rey se quedó junto a Leia, compartiendo momentos de calma y reflexión. Leia le habló sobre su legado y su deseo de que la galaxia encontrara la paz y la unidad en el futuro.
"El bebé que llevas en tu vientre será una luz brillante en la galaxia, Rey. Cuida de él y enséñale a luchar por lo que es correcto, tal como has hecho tú", le pidió Leia.
Rey asintió, prometiendo que haría todo lo posible por asegurarse de que el bebé creciera en un mundo mejor y más justo.
En un momento de quietud, Leia tomó una profunda bocanada de aire y sonrió dulcemente. "Es hora de que me vaya, Rey. No te preocupes por mí, siempre estaré contigo, guiándote y protegiéndote desde la fuerza", dijo con serenidad.
Rey sintió una mezcla de tristeza y gratitud al escuchar esas palabras. Sabía que Leia se convertiría en una presencia eterna en su vida, y eso le brindaba consuelo.
Con su último aliento, Leia Organa se despidió de Rey, dejando un vacío en el corazón de todos los que la conocieron y amaron. Su legado de valentía y liderazgo continuaría vivo en la Resistencia y en la galaxia entera.
El dolor de la pérdida se unió a la determinación de seguir adelante en la lucha por la libertad y la justicia. Rey tomó su lugar en la Resistencia con una nueva fuerza y convicción, decidida a honrar el legado de Leia y a proteger al bebé que llevaba en su vientre.