Cosa-cactus pensaba que Mawio era el ser vivo más perfecto de Zaldikomaldiko, obviamente nadie podía decir lo contrario. Cosa-cactus se puso a pensar en voz alta:
- ¿Por qué Mawio es tan hermoso?
- Como si supiera... Me temo que me siento apretada cada vez que me mira- dijo Miss Fernsby.
Mientras tanto, Mawio pensaba en cómo matar a estos dos seres. Tenía una cuchara que acababa de usar para comer yogur Danone, pero no era suficiente para hacerlos sufrir. Sabía que tenía que buscar otra manera, pero en ese momento... Un bar apareció de la nada. Todos tenían sed y hambre, así que decidieron entrar. Habia mucho alboroto en el bar, todos entraron menos la pobre señora Fernsby.
- ¿Puedo entrar? - nadie podía oírla. Lo intentó de nuevo... ¿Puedo entrar?
Esperó toda la noche frente a la puerta de la taberna, preguntando y preguntando pero fue inútil. Mientras tanto, Cosa-cactus y Mawio cenaron y tomaron un zumo de manzana y descansaron bien.
Al día siguiente, Patrizia apareció montando, bueno... Al menos intentando... Montar un gran toro blanco. Al llegar al bar, vio a la Miss Fernsby y se puso a hablar:
- S’bes, creo k debería star dentro, cñora -continuó hablando mientras entraba, pero la Miss Frensby no pudo entrar-, ya’ s’bes, puedo sntir k sremos buenos amigos, parexe k tne bnos frends -miró hacia atrás y no vio a nadie-, Oh weno... welsi ich oder nextime-dijo haciendo un intento de hablar en inglés.
Al entrar Patrizia, salieron Mawio y Cosa-cactus, que estaban bien descansados y tenían buen aspecto.
- Vamos Miss Fernsby- dijo Cactus, mientras la miraba.
- Bien- dijo alegremente la señora Fernsby como si no hubiera estado toda la noche de pie frente a una puerta esperando que alguien dijera "sí puede".