Maxine, con su aguda percepción, observa que Ominis parece encontrar un rayo de animación en su compañía. Notando la mejora en su ánimo, ella se regocija internamente al ver que sus conversaciones y su amistad parecen estar influyendo positivamente en él.
Ominis, quizás sin percatarse de la notoria mejoría que Maxine ha notado, comparte sinceramente: "No me lo voy a negar, Maxine, y tal vez ya lo sepas, pero... me gusta estar contigo." Esta confesión, reveladora y llena de vulnerabilidad, le otorga al joven un atisbo de valentía que se refleja en una sonrisa más amplia.
Maxine responde con una sonrisa igualmente radiante, compartiendo su aprecio mutuo: "¡Sí, a mí también me gusta tu compañía, Ominis!" Su alegría se expande al ver a Ominis más relajado y sonriente.
Ominis, percibiendo la felicidad de Maxine, se une al intercambio de agradecimientos. "Gracias, Maxine. Y... estoy muy agradecido de que estemos hablando más", confiesa con gratitud. Luego, en un momento de audacia, pregunta con cierta timidez: "¿Podemos ser amigos?" La pausa que sigue lleva consigo una invitación a un nivel más profundo de conexión. "Puedo contarte cosas... y... podemos..." Una sonrisa se forma en los labios de Ominis, como si estuviera sopesando la posibilidad de compartir algo más profundo. "...Puedo contarte...mi historia..."
Maxine, con su espíritu jovial y amigable, se divierte con Ominis, revolviendo su cabello en un gesto afectuoso. Ominis, aunque se sonroja y pide que no lo haga, no puede evitar permitir que Maxine continúe. "Bueno... está bien, pero... no lo hagas tanto, por favor...", murmura entre risas, revelando su lado más suave y vulnerable.
Maxine se ríe alegremente, respondiendo con su característico sentido del humor: "¡Ja, ja! Está bien, Ominis, solo que es inevitable". Sin dejar que la pequeña travesura los distraiga por mucho tiempo, Maxine vuelve a concentrarse en la clase de pociones.
Ominis, aprovechando el ambiente más relajado, pregunta: "¿Te gusta la clase de pociones, Maxine?" Con un brillo curioso en sus ojos, añade: "Puedo decir que... me gusta... que estamos en la clase de pociones con el profesor Sharp. Aunque... es un poco serio, es... es muy divertido, de cierto modo." La dinámica particular del profesor Sharp parece haber dejado una impresión intrigante en Ominis.
Maxine, sintiéndose ligeramente cohibida al hablar sobre el profesor Sharp, se sonroja al reconocer el encanto del profesor. "Oh, eh... sí, sí, es divertido", responde, tratando de desviar la atención hacia su familia. "Me gusta pociones; en mi familia, son muy buenos haciéndolas".
Ominis, curioso y dispuesto a profundizar en el tema, pregunta: "¿Tu... tu familia hace pociones?" Parece ansioso por ofrecer su ayuda, agregando: "¿Quieres que... que... te ayude con alguna de tus recetas de poción?" Ominis muestra un interés genuino en el tema, sin querer dejar de explorarlo.
Maxine, agradecida por la oferta, responde con una mezcla de entusiasmo y honestidad: "Mmm, sí... sería agradable". Maxine, aunque proviene de una familia hábil en pociones gracias a su famoso abuelo Libatius, confiesa que podría necesitar ayuda, ya que no ha tenido tiempo de leer el libro de su abuelo o memorizar sus recetas.
Ominis, aparentemente evitando hablar de su propia vida, busca continuar la conversación centrándose en pociones. Al darse cuenta de que Maxine tiene habilidades en la materia, le ofrece su ayuda: "Puedo... puedo... puedo ayudarte?"
Luego, tratando de encontrar una receta adecuada, Ominis sugiere hacer una poción de amor. "Podría... podríamos hacer... una poción... de 'amor'?" confiesa, añadiendo: "Eso... eso es bueno, ¿correcto? Sólo... sólo me gusta ver a otras personas... felices..."
Maxine, notando que la poción mencionada es Amortentia, una pocion avanzada, pregunta con curiosidad. "¿Amortentia? ¿No es una poción avanzada?"
Ominis, sin estar completamente seguro, responde: "Ehhh... sí. Pero... ¿no sería divertido... divertirnos de... de hacerla y... y usarla?" Propone la idea de ir al Bosque Prohibido para usarla y pregunta, indeciso: "¿Es... es una buena idea?" Ominis parece estar buscando una manera de disfrutar del momento y tal vez compartir una experiencia única con Maxine.
Maxine, conteniendo la risa, responde entre carcajadas: "Quieres hacer amortentia... y en el Bosque Prohibido? y usarla? ummm jajajajaa"
Ominis, sonriendo, se une a la risa y pregunta ingenuamente: "Qué... qué... qué pasa? Alguien... alguien le tiene que dar algo... algo romántico a alguien... ¿no? ¿O... o... o... lo puedo usar en mi... en mi familia?"
Maxine, dejando de reír, propone la idea de armar un laboratorio en el Bosque Prohibido para experimentar con pociones, sugiriendo que podría ser divertido. Aunque no está de acuerdo con usar Amortentia debido a su peligrosidad, Maxine quiere pasar más tiempo con Ominis. La situación se vuelve cómica y ligera, con la pareja compartiendo un momento de diversión y complicidad.
Ominis, con una sonrisa más amplia, sigue la idea de Maxine: "Bueno... creo que... podríamos armar... un... laboratorio... allí. Sí. Allí me gusta." Aunque no tiene un plan claro, le entusiasma la idea de montar un laboratorio y explorar posibilidades.
Maxine, aún riendo, asiente afirmativamente: "Sí, sí, sería genial."
Ominis, emocionado, propone: "Bueno... bueno... entonces... podemos hacerlo... nosotros... nosotros dos... esta noche..." Parece disfrutar la idea. Luego, añade: "Y... y puedes usarla... ¿Podrás... podrías usarla en mí? Para... para...algo?" Maxine, algo sonrojada, responde con prudencia: "ohh bueno, pero primero hay que asegurarnos de hacerla bien, ¿no?" La situación refleja una mezcla de diversión y anticipación mientras los personajes consideran la posibilidad de explorar nuevas experiencias juntos.
Ominis, con una sonrisa, expresa: "Por... por supuesto. Hágamosla... hagamosla bien. Porque... yo quisiera... querer mucho a alguien..." Su comentario revela una sinceridad que provoca una mezcla de dulzura y melancolía.