Fue un difícil viaje de 6 horas a carro para May, podía sentir el estrés mientras más se acercaba. Todo se veía exactamente igual a como lo recordaba: los arboles, el parque con los columpios, incluso Ammy’s. Ella solía ir ahí con su padre los miércoles en la tarde. Nostalgia era lo único que podía sentir en ese momento. De pronto, logró divisar una gran casa beige con puertas y tejado blanco y unas ventanas grandes con cortinas marrones:sabia que había llegado a casa.
-“estas lista,May?”
-“ creo que nunca lo estaré. Vamos”
Ella se quedó un rato más observando la casa de arriba a abajo. Definitivamente nada había cambiado desde la ultima vez que estuvo ahí. Christopher se colocó a su lado y junto con las maletas y la miró a los ojos. Toco el timbre y esperaron una respuesta que indique la presencia de alguien en la casa.
-“sabes qué? Parece que no hay nadie en casa Chris,regresemos otro di...”
la puerta abrirse hizo que May dejara de hablar. Una mujer de tamaño promedio con ojos azules y cabello castaño y finos rasgos faciales nos observaba detenidamente. Ella vestía una blusa celeste con un pantalón blanco y zapatos negros.
-“ May...”
-“Hola.... Shannon.”
Los recuerdo de aquella noche invadieron la mente de May apenas entró a su casa. El cálido color durazno de la sala principal ahora era un frío verde hoja y los cuadros de su niñez ya habían desaparecido por completo, la pequeña mesa redonda que tenían ahora era una enorme y rectangular mesa de Caoba y los muebles blancos ahora eran de color rojo sangre:Se sentía como una extraña en un lugar bastante conocido.
De pronto, algo llamó su atención. El sofá negro de su padre seguía en el mismo lugar que antes, pero estaba siendo ocupado por alguien más. Tenía el cabello oscuro y corto, unas facciones bien marcadas a pesar de las arrugas y, a juzgar por sus arrugas,tendría unos 59 años aproximadamente. El sujeto levantó la mirada y fijó su vista en May, colocó el periódico a un lado de la mesa y se acercó a ella.
-“ hola, querida. Tú debes ser May. Tu madre me ha contado muchas cosas sobre ti, casi siento que te conozco. Oh, debes pensar que soy un tonto... soy...”
-“ Travis. Lo sé.”- dijo May.
-“ Veo que ya conociste a Travis, hija. Ahora sí seremos una familia completa”- dijo su madre mientras sujetaba a May con un brazo y a Travis del otro.
-“No vuelvas a decir eso.”-dijo ella mientras se soltaba del brazo de su madre. Dio una vuelta mirando a Christopher-“Nos iremos a nuestra habitación en este momento.Con permiso.”
May agarró sus maletas empezó a subir las escaleras con Chris,quien se encontraba confundido ante la reacción que tuvo. Cuando llegaron al segundo piso, ella abrió la puerta con el pie derecho ya que sus manos se encontraban ocupadas. Hace unos años ella dormía en una de las habitaciones principales, ahora lo hará en la de visitas. Dejaron las maletas sobre la cama y empezaron a sacar la ropa para guardarla en los cajones.
-“Está todo bien?”
-“ Por qué lo preguntas.”
-“ No sé...será porque no has dicho nada en más de 10 minutos?”
-“ No he dicho nada porque no tengo la necesidad de hacerlo y ya.”
-“ bueno...”
May suspiró y se dio la vuelta para mirarlo.
-“ Perdón por actuar de este modo. Es que simplemente no soporto estar en este lugar, me siento demasiado incómoda estando aquí y esa sensación se vuelve peor cuando recuerdo que ella está en este mismo lugar actuando como si nada hubiera pasado.”
Christopher se acercó a May y la abrazó dandole a entender que todo iba a salir bien.
-“ La cena está lista!”- dijo su madre desde la cocina.
-“ Vamos.”-dijo May.
Ella caminaba lentamente por el pasadizo mientras Chris terminaba de guardar lo que faltaba. Recorrió con la mirada cada centímetro del lugar recordando cómo solía ser en aquellos tiempos. Se acercó a uno de los cuadros en el cual salían ella y su madre en el tiempo en el cual ella tenía 7 años.
Recuerdo de May
Eran las 8 de la noche. May se había ganado finalmente el oso de peluche que tanto quería desde el momento en que llegaron. En ese momento,se encontraban caminando y observando los juegos que aún permanecían abiertos, Cuando uno de ellos llamó su atención.
-“ Papi, quiero subir a la rueda de la fortuna!”
-“ Lo siento May, aún eres muy pequeña como para subir por tu cuenta..”