-Éramos dos polos opuestos, yo soy y era una chica muy alegre, pero antisocial, no tenía muchos amigos, nunca los tuve, no pasaban de dos o tres personas, y a la larga comenzaba a darme cuenta que realmente no eran “Amigos”, me terminaban dejando de lado. Mientras que el, era popular, era un chico muy creído, y como todo niño creído decía que se las sabia todas, teniendo a cualquier chica que se proponga, atrás de él, inventando patéticas competencias con su amigos, en donde el número de chicas que más bese en todo el salón ganaba. Siempre terminaban en empate, yo era siempre la última que faltaba, y no quería ser parte de ello.
Desde lejos me llamaba a atención aquel niño, ya que así como tenía muchas admiradoras, y muchas novias, también tenía un par de amigas, a mí me gustaba observarlo mientras estaba con ellas, ya que él, se mostraba como el típico “Chico Malo” era raro verlo, como el chico bueno, el que se preocupaba, y trataba bien a una mujer, y no para seducirla, si no, que por ser amable, el que era capaz de pelearse por ellas, y lo hacía, era fuerte, inteligente, admirable, pero, tenía muchas, se notaba que necesitaba cariño, pero no estaba dispuesta a ello, tenía miedo, de ser lastimada, de ser una de sus tantas, de enamorarme, bueno, lo estaba, me estaba enamorando, pero en ese tiempo no lo admitía, no era atractiva, como para competir contra todas las novias, tampoco tenía mucha confianza, y estaba cerca de terminar la primaria, ¿Cuánto duraría esa relación?, no tendría sentido.
Y como dije paso dos años y termine la primaria, ¿Cómo la termine?, bueno, sin amigos, a nadie a quien extrañar, lo único que pude decir fue, termine la primaria como una nerd, al comenzar la secundaria me puse una meta, Conseguir Un Verdadero Amigo. Primer día de primaria, extraño a mi enemigo, a mi chico malo, ¿Por qué?, nunca hablamos, nunca me vio como yo quería que lo haga, que patética, comenzaron las horas de clases y volví a ser la nerd, la sin amigos, de repente se abrió la puerta, a la tercera hora de clases, era el, mi enemigo, tarde como siempre, era raro mirarlo con otros ojos, pero no, tenía que enfocarme en terminar mis estudios, en seguir en mi burbuja, pero conseguir un verdadero amigo, paso un tiempo en esa secundaria, y no lo conseguí, no había nadie, era lo mismo que antes, amistades que duraban un mes máximo, me rendí, tampoco estaba pasando un buen momento en mi vida, como para intentarlo, paso un año, y como siempre buenas notas, pase como la mejor promedio a segundo año, y por raro que parezca mi enemigo paso, bueno, no era raro, se copiaba todos los trabajos, todos mis trabajos, pero ya estaba acostumbrada a que todos los hagan.
Segunda meta en la secundaria, ya no ser la nerd, o que por lo menos que ya no me utilicen, siempre que la profesora decía, trabajo grupal, todos me querían, pero decidí, hacer sola, si voy a sobrevivir sola la secundaria, voy a estar sola todo momento, los profesores entendieron, por qué no quería, ¿Para hacer todo el trabajo?, comencé a darle lastima a algunas personas, incluyendo profesores, pero estaba feliz, ya no me dejaba utilizar, un día llegue tarde a clases, porque mi mejor amigo, que vivía lejos mío me visito, él era de buenos aires, mientras que yo vivía en un pueblo muy lejos de él, vino para decirme que iba a ser padre.
Al llegar al salón, casi todos los lugares estaban ocupados, y cuando me iba a sentar en uno libre, no me dejaban o ponían sus cosas, hubo un chico que me agarro y me sentó al lado de él, se llamaba Lucas, el intento hablarme todo el día, pero, estaba asustada, que tal si me utilizaba, era uno de los amigos de mi enemigo, al tiempo comenzó a sentarse conmigo, a llamarme para que me una a su grupo de amigos, gracias a él comenzaron a hablarme más personas, pero el chico malo nunca me quiso hablar y si lo hacía me decía fea y se iba, Lucas se convirtió en mi primer amigo, en ese colegio, y me presento a su novia, Lis, era muy bonita, y muy activa, era un poco parecida a mí, comenzamos a ser amigas, me comenzó a invitar a dormir a su casa, me buscaba en los recreos, y poco después se convirtió en mi mejor amiga, gracias a Lucas, comencé una nueva vida.
Un día Lis me llamo, estaba llorando, le dije que se quedara tranquila que iba a ir a su casa y hablábamos, en este momento de mi vida yo ya tenía, 15 años, al ir a su casa, me encontré con algo sorprendente, era mi enemigo, estaba con ella, la estaba consolando, al entrar en la casa, los salude, ella me lo presento “Belén él es Ricardo”, ya nos conocíamos pero no le dije nada, era mi enemigo después de todo, comenzamos a animarla entre los dos, conversábamos, y por ese día me trato como una más de sus amigas, gracias a Lis, estábamos obligados, a conversar e interactuar, y un día estando en mi computador, me llego su solicitud de amistad, Ricardo por fin me comenzó a hablar, por sí solo, paso el tiempo y por fin en mi cumple años número 16, mis dos mejores amigos, Liz y Lucas me hicieron una fiesta, y cuál era la sorpresa, el, Ricardo, mi enemigo, y cuál era la sorpresa de mi enemigo, su novia, la verdad odie su sorpresa, pero gracias eso me di cuenta que no lo iba a superar, y que realmente estaba enamorada, al pasar la noche, mi mejor amiga me arreglo, y no solo me sentía linda, si no que me veía así, en esa noche, él se terminó llevando a la novia, y todos se dieron cuenta de mis sentimientos, y que mejor idea que decírselo.
El comenzó a actuar extraño conmigo, se lo veía confundido, un día salimos a caminar, mi mejor amiga, con el novio y su mejor amigo, ósea Ricardo, no me aguantaba las ganas de mirarlo a la cara y cuando por fin lo hice, estaba triste, tenía los ojos llorosos, entonces le comencé a hablar. “¿Qué pasa?, ¿Por qué esa cara?” le pregunte un tanto preocupada, así fue cuando me conto, había terminado con su novia, yo estaba tan feliz, pero a la ves triste por él, así que lo invite para venir a mi casa a ver unas películas y de paso relajarnos, el acepto después de todo, era mi enemigo, pero a la ves mi amigo.