Me convertí en un namek

Parte 2

— Hija — suspiró la madre que despertó al sentir el portazo — de nuevo peleando con tu hermano, trata de llevarte bien con él, ya tengo suficiente con los dos trabajos que hago para que lleguemos a fin de mes ¿Qué pasó ahora?

— Solo tonterías, no lo molestaré más.

Esa noche, como siempre Sofía lloraba lo más silenciosa que podía, odiaba como su hermano la trataba, la destrozaba.

"¿Por qué nadie me quiere? Si me muriera a nadie le importaría".

Ni en el gimnasio donde trabajaba podía relajarse, era ayudante de aseo, así llevaba algo de dinero a casa para apoyar a su madre. Lamentablemente allí iban Susana y Natalia, quienes le hacían la vida imposible, ensuciando y tratando de ponerla mal con el gerente.

— Siempre se le recuerda que no deje mojado el piso, alguien puede caerse, por fortuna la Srta. Susana del Basoalto me hizo notar su falta.

— Lo siento señor gerente — Sofía bajo la cabeza conteniendo las ganas de llorar.

El encargado sabía que había pasado en realidad, que la rubia tiró el agua del cubo y le echo la culpa a la otra, vio los videos, pero entre una empleada del montón, y una de las alumnas de las familias más adineradas del lugar, siempre le daba la razón a la clienta.

— ¿Por qué no filmas lo de las cámaras de seguridad de tu trabajo? Debes publicar en la red lo que sabes de ella, así dejará de molestarte — le aconsejó una vez más Mario.

— Si lo hago, nadie me va a creer ¿Quién soy yo? Nadie importante. Además no quiero atraer la atención en mí... a ella todos le van a creer, a mí me echarán del colegio, y así no podré seguir trabajando en el gimnasio, mamá cuenta con ese dinero.

— Susana y Natalia cuentan con eso, por eso te molestan, tienes que enfrentarlas.

— Lo pensaré — era su respuesta de siempre.

Además de las artes marciales, Sofía era fan de Dragon ball, este era otro motivo para pelear con Rafael.

— Si al menos fueras como las demás y te "enamoraras" de uno de los hombres de la serie — le decía irónico.

— ¿Quién dice que me enamore de Piccolo? Solo me gusta el personaje, además es un hombre.

— Todos saben que los namek no son hombres o mujeres... aunque pensándolo bien, es el ser perfecto para ti, tres cocos.

— Me gusta porque es un guerrero excepcional — y es uno de los más guapos que he visto pensó un poco avergonzada.

— Hasta para eso eres rara, no hay caso contigo marimacha, ve con esos locos de tus amigos, ellos te dejan hacer lo que quieras.

— Me aceptan como soy, que es lo que deberías hacer tú.

Se miraron fijamente y luego cada uno se fue a su habitación.

Ninguno de los amigos de Sofía gustaban de Dragon ball, ese fue solo un problema a la hora de ver televisión, hasta que encontraron la solución perfecta, cada uno ponía su programa favorito en los tablet, con audífonos, y asunto arreglado.

Aprovechando las vacaciones de invierno, en la ciudad inauguraron una expo de anime y mangas, el día que empezaba uno de los gemelos se disfrazó de Naruto, y el otro de L de Death note, la muchacha y los otros fueron con ropa normal.

— Nunca pensé que de verdad iban a hacer cosplay — rió nervioso el rubio.

— Somos hombres de honor, no como otros — dijo Alfonso mirando a John.

— Es que...

— No debiste decirlo si no lo harías.

— No me sentiría cómodo viniendo de mujer — se sonrojó.

— Te verías fantástico, capaz que de verdad me convertiría en lesbiana al verte ja ja ja.

— No seas así, Sofía — dijo todo avergonzado.

El grupo sabía que el rubio era gay, pero no quería asumirlo, por eso tomaban todo a la broma, para darle el valor de decírselo a su padre, esperaban que él lo apoyará.

— Si te expulsa, hablaré con mamá, seguro te dejará quedarte — ofreció Sofía una de las pocas veces que John había hablado con ella de su secreto.

— Te lo agradezco, pero no me sentiría cómodo, sería un gasto más para tu madre, además con tu hermano allí...

— Él no te molestará, te lo prometo.

— Gracias, lo pensaré.

Cuando entraron a la Expo se sintieron atraídos por un juego de artes marciales, de realidad virtual.

— ¿Será sólo de Dragon Ball? — preguntó Alfonso interesado.

— No, al parecer puedes elegir de varios mangas.

— Entonces a hacer la fila antes que sea más grande, quiero probar — Sofía poco menos que los empujó por la espalda para que se apurarán.

— Ya sé a quién usarás.

— Es obvio, me encantaría ser uno de ellos, son quienes tienen más técnicas de pelea en la serie.

Aprovecharon de ir todos los días por las vacaciones, ya que los gemelos ganaron un concurso de cosplay, el premio era entradas libres para 5 personas durante todo el evento. El último día llegaron temprano, Sofía estaba enviciada en el juego de realidad virtual.

— ¿No te aburres? Para nosotros fue interesante los dos primeros días, mejor voy a ver las chicas que hacen cosplay — dijo Mario.

— Estoy por terminar el juego, dicen que entonces llegas a un nivel secreto al que nadie antes ha logrado llegar, quiero ser la primera.

Cuando la muchacha estaba por finalizar el juego, lanzó un makankosapooo.

— Lo logré. Ahora a ver el nivel secreto — cerró los ojos — desearía poder vivir en Dragon Ball.

En ese momento se produjo una sobrecarga y las conexiones eléctricas comenzaron a explotar.

— ¡¡Mario!! — gritó Alfonso — hay que sacarla de allí ahora.

Ambos corrieron llamando a su amiga para que se quitara el casco y los lentes.

— Amigos ¿Qué pas...? — en eso Sofía perdió el conocimiento, pasado un tiempo no determinado abrió los ojos.

— ¡Qué escenario más lindo!... me duele la cabeza — se la tomó con las manos.

En eso miró al cielo de color morado, con dos soles.

— Debe ser el nivel secreto, los gráficos son increíbles, es como si todo fuera real ¿Cuál será mi misión?



#17860 en Novela romántica

En el texto hay: inseguridad, amor

Editado: 14.06.2022

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