"Quien no conoce su historia, está condenado a repetir los mismos errores"
— Bien, que entonces espero que cada uno para la próxima clase me traiga una presentación de su árbol genealógico. — La voz de la profesora retumbó por todo el salón pero ninguno entendía el porqué debíamos hacer una actividad como está ¿Que tenía que ver nuestro árbol genealógico con la carrera de Administración de empresas? No había relación alguna pero la nueva profesora estaba bastante mal de la cabeza.
— Profesora, no entiendo qué relación tiene con el funcionamiento de una empresa. — Uno de mis compañeros hablo, podría mentir y decir que lo conocía pero no era así, era hijo de un profesor por eso podía pagar este colegio ya que estaba obteniendo un descuento y lo sabía debido a que su madre cada que podía lo gritaba en medio de las clases las tuve como profesora hacía algunos años atrás.
— Nada, pero quiero que todos sepamos de dónde viene cada uno de sus compañeros. Es verdad que sabemos que el 97% de aquí vienen de familias pudientes pero ¿Siempre han tenido todo? Aparte es bueno saber de dónde venimos para mantener nuestros pies en la tierra. Tendrá calificación será parte de su examen, por lo que espero que hagan buenas presentación.
Varios nos quejamos por la pérdida de tiempo que estaba siendo este trabajo pero no era la primera vez que nos ponían trabajos algo tontos, la profesora Taylor estaba completamente loca.
Al volver a casa Dennis no estaba, seguramente estaba trabajando o con sus amigos por lo que solo subí a mi habitación para poder hacer el jodido trabajo, debía admitir que no tenía demasiada información sobre toda mi familia nunca me había tomado el tiempo de saber sobre ella.
Había algo con las familias, Dennis no me había contado de la suya tal vez se avergonzaba de mí y no era digna para que sus padres me conocieran debía admitir que a veces me sentía insegura a su lado. Él no estaba conmigo por dinero o interés lo estaban por qué me quería pero sabía que habían muchas cosas que él deseaba y que podía tener con alguien mucho mejor que yo, solo sería cuestión de tiempo de que se diera cuenta de que podía encontrar más y se largarse de mi vida.
Sacudí mi cabeza para alejar aquellas ideas, quería tener fe en que su amor era tan real como decía y que esto sería eterno. Abrí mi computador y comencé a buscar en diversas páginas que tenían registros de diversas familias. Me había demorado unas dos horas encontrar una que tuviera registro de mi familia con los pocos datos que había en mi mente.
El sonido de una cámara hizo que me acabara sobresaltando produciendo que tecleara letras al azar en el inicio del informe, el cual solo tenía título y una breve oración de “Aquí comienza mi legado”. Me gire viendo unos hermosos ojos azules detrás de la cámara haciendo que sonríe bobamente, él no lo sabía pero me tenía a sus pies.
— Me asustaste bobo, adoro que me tomes fotos pero si me avisas sería mejor. — Susurre mirándolo con un pequeño puchero en mis labios.
— Sabes que soy fan de las fotos espontáneas nena, y te veias jodidamente hermosa pensando en mi. — Me lanzó un guiño mientras se acercaba abrazándome por detrás apoyando mi cabeza en mi hombro mirando la pantalla de mi computador algo confundido. — ¿Qué haces?
— La profesora nos pidió hacer un informe sobre nuestros antepasados, una especie de árbol genealógico, quiere que todos sepamos de dónde venimos por alguna extraña razón. — Me encogí de hombros recordando cada trabajo sin sentido que habíamos acabado haciendo por capricho y locuras de ella.
— ¿Y cómo vas con eso? ¿Encontraste algo interesante? — Mencionó mientras besaba mi cuello suavemente.
— Solo he retrocedido unos cuantos años, mi antepasado vino de Alemania en el año 1890, se asentó aquí pero debo investigar qué sucedía antes, aunque debo admitir que me da algo de miedo.
— ¿Por qué? Hasta ahora suena interesante, no entiendo porque debería asustarte de dónde vienes no tiene nada de malo.
— Es difícil de explicar, toda mi vida he crecido sabiendo que vengo de una familia poderosa y rica, ¿Que tal si no era así antes?
— Nena, todos inician de cero en algún momento, sabes que alguien tuvo que iniciar. Lo malo sería que fueran adinerados a través de cosas raras y turbias. — Mire sus ojos y luego baje a su sonrisa me daba paz pero aún me sentía insegura de cómo habían sido las cosas.
— Aún así, no quiero Dennis. No lo entenderías — Bufé, realmente sonaba mal pero sabía que él no lo iba a entender ni por empatía era difícil de explicar y difícil de entender.
— Kimberly, la verdad que no entiendo cuál es tu obsesión con todo esto, pensé que a este punto habíamos generado un avance. — La sonrisa que tenía minutos atrás se borró sin dejar rastro alguno mientras se enderezaba metiendo sus manos en los bolsillos de su pantalón. — Tengo cosas que hacer, nos vemos luego y suerte con no decepcionarte si uno de tus antepasados era como yo, sé cuánto te disgustados los que no están a la altura de la princesa.
— Dennis, no seas así. Sabes que no tengo problema contigo.
Podía ver la decepción en su rostro por lo cual me hacía sentir mal, sabía que no lo iba a entender y no lo haría pero me molestaba que creyera que lo veía menos o inferior a mi, jamás había pensado eso de él pero los avances que había dado con él ya se habían esfumado.
—Tienes razón no tienes problema conmigo solo con que sea pobre como el resto, nos vemos Kimberly.
No pude decirle mucho más ya que así como llegó se había marchado, me quedé mirando la puerta viendo a Maya entrando mientras apoyaba su cabeza en mis piernas, a veces me gustaba pensar que ella me escuchaba o que me entendía.
Las peleas sin sentido cada vez eran más notorias y más abrumadoras, no tenía cómo explicar la forma en la que me sentía, era difícil para mí abrir mi corazón y expresar lo que sentía. Eran las desventajas de ser Kimberly Ivanok, no existía corazón alguno.