Durante la noche mientras Derek descansaba, su respiración se comenzó a agitar. Nuevamente soñaba con la voz que lo atormentaba cada noche llamándolo a su nombre - ¡Derek! ¡Derek! Einar…
Despertó de golpe, el calor lo asfixiaba y su corazón no dejaba de latir cada vez que escuchaba esa voz. - ¿Quién eres? ¿Porque me atormentas?
Derek salió de su habitación y caminó por extenso pasillo del castillo, hasta la habitación donde emanaba más fuerte el aroma que lo inquietaba, la puerta estaba cerrada.
Curioso entra en la habitación que solía ser de Scarleth. El espacio estaba totalmente cambiado de lo que solía ser, solo era un cuarto común y vacío sin rastro de que alguien hubiese estado en él, todo estaba cubierto de polvo. En una de las paredes grises de sementó, estaba una pintura hecha con crayones un dragón azul y una chica alado sentados en la orilla del mar, la pintura estaba estropeada como si la hubiesen rayado sobre ella con una piedra.
Derek topo la pintura con sus dedos, al darse la vuelta ve que, en la entrada de la habitación detrás de la puerta hay un mueble pequeño de madera abre los cajones y solo había más polvo y pequeñas telas de arañas y en las patas traseras de mueble había un fragmento de una cerámica con un poco de sangre seca en él, lo recogió y lo olio.
El olor de su sangre desato en él angustia y desesperación, sus ojos se iluminaron de un rojo escarlata en lugar de su habitual color azul, su mente se desconectó y se sumergió en una neblina gris espesa.
Comenzó a escuchar nuevamente la misma voz que lo llamaba por las noches en sus sueños, mezclándose con el sonido del florero rompiéndose.
Luego, esa misma voz sonó algo distinta, su mente se despejó poco a poco y vio un cuerpo con características similares a los de un humano, desnudo y despaldas, bañándose en un lago de aguas cristalinas. Observó detalladamente que no era humana lo que veía, de su cabeza sobre salía un par de orejas puntiagudas gigantes de su larga cabellera negra que cubrían sus caderas.
La criatura que tomaba un baño mientras jugaba con el agua, cuando de pronto giro su cabeza y plantó sus ojos violetas en Derek y lo llamo. – Einar- el recuerdo se disipa. Su cabeza comenzó a doler, el estruendo del florero resonó como si se hubiera quebrado nuevamente, pero solo sujetaba el fragmento de lo que quedaba del florero.
Como si la habitación estuviese maldita resonaba en la habitación una sonrisilla delicada y dulce, pero solo Derek la escuchaba y la silueta de una mujer de espaldas mirando hacia la ventana, puesta un pijama largo blanco. Confundido asume que es Romina y al mismo tiempo duda cuando escucha la voz y ve que el cabello largo lacio y negro, son distintos al de Romina.
En su borroso y vago recuerdo ubica el lugar donde estaba parada la chica del recuerdo, era Geldor. Derek decide adentrarse hacia el bosque, donde habitan los seres apodados “vida” él pensaba que podría llar respuesta y podrían decirle quien era o que era esos recuerdos.
El sol estaba por salir, escucho a los pájaros cantar y el roció de la madrugada alimentaban aún más esa sensación de Déjà vu que tuvo.
Sin respuestas camino de regreso, esa impotencia de no saber lo que ocurre con él lo hacía enfurecer. Luna lo vio desde el árbol al que suele subirse.
Luna preocupada le pregunta ¿Cómo extraño? Hermano dime todo lo que sentiste, nunca me dijeron nada sobre ti.