Derek y Scarleth paseaban por los pueblos cercanos de la playa tomados de la mano. Scarleth hizo una parada en la casa de la anciana donde se había refugiado aquella noche que había corrido sin rumbo, como agradecimiento le dejo una bolsa de dinero y más medicinas. – Señorita linda no se hubiese molestado, yo debía agradecerle por hacer reír a mi nieta y por haberla molestado en pedirle que le leyera esos cuentos.
-S: No es molestia, usted fue quien me recibió en su casa, era lo mínimo que podía hacer.
- Su novio es muy apuesto señorita, ¿no les gustaría pasar a tomar un poco de té antes de irse?
- S: No, no se moleste solo estábamos de paso, no olvide tomar la medicina para que se sienta mejor.
Scarleth miraba en los pequeños puestos unos vestidos con flores bordadas, mientras pensaba que en su armario no había ni un solo vestido, solo shorts con blusas, cuando se dio la vuelta para indicarle el vestido a Derek ya no estaba a su lado. Miraba alrededor buscándolo, dejo el vestido y fue a buscarlo, pero no aparecía.
Decidió regresar caminando a la fortaleza por la playa, se quitó las sandalias y mojó sus pies en el agua salda para aliviar el cansancio, a unas cuantas cuadras de la fortaleza Scraleth se quedó apreciando el romántico atardecer. Inesperadamente Derek aparece por detrás de ella, la sorprende cuando pone su mano sobre su hombro, él sostenía una manzana acaramelada en su mano, Scarleth molesta le pregunta. – ¿Adónde fuiste? Me hiciste asustar, si te estabas aburriendo podías habérmelo dicho.
Derek extiende la manzana para que Scarleth la tomara.
- S: ¿Es para mí? Podíamos haber ido juntos.
Scarleth extiende la mano y toma la manzana, en ese momento Derek le toma de la otra mano y le coloca una pulsera hecha de conchas de colores.
-S: Wow ¿Tú la hiciste?
-D: La anterior ya estaba desgastada. Lo siento por dejarte sola.
Scarleth sonríe viendo la pulsera y come la manzana- Esta bien. Te perdono, está muy bonita la pulsera. –
Ambos caminaban de la mano, hasta que Derek deja de caminar y se pone al frente de ella muy serio.
S: ¿Qué sucede?
- D: Scarleth ¿Conoces la historia de la luciérnaga que se enamoró del fuego?
Scarleth confundida, niega con la cabeza. – No, pero cuéntamela.
D: “Un día, una luciérnaga presenció cómo su amado bosque ardía en llamas, devorado por el fuego enérgico y destructor. En lugar de huir, se quedó allí, maravillada por las danzantes flamas, con un amor inmenso en su corazón. En ese fugaz instante, la luciérnaga se enamoró perdidamente de aquellas llamas que consumían todo su hogar. Sin importarle el caos que la rodeaba, la luciérnaga volaba hacia el fuego, atrapada en un torbellino de pasiones. Aunque el calor le causaba dolor, no podía resistirse a la atracción de aquel fuego ardiente. Se entregó por completo, fundiéndose en un abrazo eterno con esas flamas que tanto amaba. En ese sacrificio de amor, la luciérnaga encontró la paz. Su amor por las llamas era tan puro y desinteresado que estaba dispuesta a consumirse junto a ellas. Y así, en un destello de pasión y entrega, la luciérnaga se unió al fuego, convirtiéndose en una chispa que brillaba en el oscuro cielo nocturno, recordándonos que el amor verdadero está dispuesto a arder hasta el final”
Scarleth, lo que quiero decirte es que no me importa lo que tenga que perder o enfrentar lo aceptare, ya sea felicidad o tristeza, pero a tu lado.
Por eso quiero que seas mi compañera de vida y rijas conmigo Geldor como su reina, te prometo que no dejare que nadie te vuelva a hacer sentir mal de nuevo.
Derek saca de su bolsillo una cadena con un dije de corazón rojo con dos alas de dragón y se lo coloca en el cuello. – Esta cadena es muy antigua, solo se la coloca en el cuello de la compañera que elegiré que me acompañara para toda la vida.
Las mejillas de Scarleth se humedecieron, sus lágrimas conmovidas caían una tras otra, limpiándose sus ojos abraza a Derek.
- S: ¿Es una propuesta de matrimonio?
-D: Así es. Me informé mucho al respecto y es exactamente lo que te estoy proponiendo.
- S: ACEPTO. -Scarleth salta a los brazos de Derek, lo abraza muy fuerte.
Derek se mareo momentáneamente y un dolor como presión en la cabeza, Scarleth ve el ligero malestar en su rostro. – s: ¿Qué ocurre?
- D: Solo fue un mareo, no comí bien. – le da una sonrisa cálida y cautivadora a Scarleth.
Al regresar a la fortaleza Margaret susurra al oído de Scarleth. – Una mujer vestida muy elegante vino a ver a Derek, está en tu despacho amiga, ponte las pilas con ella no me da buena espina.
Derek escuchó todo lo que dijo Margaret, ambos entraron al despacho tomados de la mano y vieron a Romina sentada esperando. Ella se paró de su asiento y caminó hacia Derek ignorando por completo a Scarleth dirigiéndose solo hacia él.
- R: Derek vengo por ti, tu madre está muy preocupada y nuestra ceremonia será mañana.
- D: Fui claro la otra vez, esa ceremonia fue un engaño mi madre la organizo contigo cuando yo había olvidado todo. Para mi esa ceremonia no tiene ningún significado y no se llevará a cabo. Regresa a Gelde a salvo.