🎵Aarón🎵
-¡Aarón!—llama el director entrando al aula enojado, todos los estudiantes miran a mi dirección—¡A la oficina!—ordena molesto señalando la puerta, giro los ojos cansado, nadie deja de mirarme y murmurar cosas que en realidad son todas ciertas, me quedo fijo en mi lugar y me percato de que milagrosamente alguien no me esta mirando.
Es la chica del pasillo.
Ella como si nada estuviera pasando a su alrededor esta sumida en un libro, ¡Todos deberían ser como ella!, menos come vidas ajenas.
-¡Vamos Aarón!—vuelve a gritar el director al ver que no pienso moverme mientras golpea la mesa que esta al lado de la rubia, entonces paso lo que jamás pude llegar a imaginarme.
-¡PUEDE CALLARSE!,¡estoy leyendo!—grita la chica poniéndose de pie y dejando caer el libro abruptamente sobre su mesa, si el aula ya estaba en silencio ahora parece un cementerio, todos miran la escena y el maestro está con la boca abierta tratando de creer lo que sus ojos están viendo.
-Señorita Madison ¿Con quién cree usted que esta hablando?—pregunta el director mirándola fijamente a los ojos, ese señor puede llegar a ser intimidante, Madison ríe un poco y lleva las manos a su frente.
-¿Acaso se le olvidó quién es usted y quiere que yo se lo recuerde?—pregunta aún más molesta volviendo a mirarlo, todos los estudiantes del lugar explotaron en una sonora carcajada.
-¡A mi dirección!—grita nuevamente.
-¡Qué deje de gritar!—Le grita la rubia subiendo las manos al aire, tengo que admitirlo esa chica tiene agallas.
Y así es como terminamos ambos en la biblioteca, supuestamente "Organizando" pero yo no voy a hacer eso, ella por gritarle y yo por faltar a clases y fumar en el Instituto.
-¿Vas a ayudarme?—pregunta organizando los libros que los estudiantes dejaron mal puestos o sobre las mesas, subo mis piernas a la silla que me queda mas cercana y las cruzo para sentirme mas cómodo.
Niego alzando las cejas.
-Para eso estas tu—Le contesto mirándola, hace un gesto con la boca que cabe decir la hizo ver más adorable que enojada.
-¡Para eso estoy yo!,¡para eso estoy yo!, no seas cabrón ¡Joder!—se queja mirándome y alzando las manos por los aires—¿Sabes lo que eres?—pregunta ella acercándose a mi de manera amenazante—Eres un hijo de puta—susurra cerca de mi rostro, nuevamente el olor a fresas invade el aire.
-Dime algo que no sepa—pido mirándola serio, esta chica me esta empezando a caer mal, entrecierra los ojos y aprieta los labios con fuerza al momento que gira los ojos.
-Eres un puto mujeriego que se cree el rey del Instituto solo por tener un buen cuerpo y jugar con el cuerpo de algunas chicas—contesta señalándome con el dedo. Levanto las cejas y asiento mientras juego con la lengua y mis labios. Se ha informado bien de mi en esta semana.
-Eso ya lo sabia, pero gracias por admitir que tengo un buen cuerpo, lastima que no eres mi tipo—Aclaro, ella bufa y gruñe cansada. Se da la vuelta para irse pero parece dudarlo y vuelve a girarse hacia mi.
-¿¡Sabes que!?—grita estérica, vaya, al parecer gritar es su fuerte.—No todas están ciegas aquí, yo aún tengo mi vista buena para ver que eres un idiota creyéndose un Dios en la cama pero eso solo es una fachada para evitar sentirte tan vacío y miserable ¿pero sabes qué?, llegara el día en que ninguna chica te sea suficiente y no podrás quitarte el olor a soledad y miseria de encima—dice antes de darse la vuelta e irse lejos de mi.
Pero se lo impido tomando su brazo y girándola con algo de brusquedad para que me mire a los ojos.
-¿Y tu?, ¿Te crees muy diferente? Esperando al Príncipe azul que jamás llegara, soy un mujeriego, pero al menos soy realista, no vivo en un mundo irreal lleno de flores y color rosa, despierta Madison, va a llegar un chico y te vas a enamorar de el sin darte cuenta—me rio en su cara antes de decir lo siguiente—Entonces te va a romper el corazón, Te utilizará, y te hará la vida imposible—cuando termino de hablar me pierdo en sus lagunas azules, sus mejillas están mojadas y sus ojos cristalizados. Vuelvo a reír—¿A donde tu valentía? Cariño—pregunto ladeando la cabeza y mojando mis labios. Haciendo énfasis en "Cariño".
En realidad acabo de delatar a Adams, esto es lo que el nos ha contado desde que la conoce hace una semana.
"Es la mera versión de La chica romántica, será fácil enamorarla".
"Tiene novio pero lo dejara"
"¡¿Cuando acabara esta tortura?!, solo le falta vomitar flores"
Esas han sido algunas de sus palabras.
Su respiración empieza a temblar un poco antes de que ella tire de su brazo con fuerza, la suelto cuando veo que continua forcejeando sin resultado alguno, me mantiene la mirada unos segundos antes de que pase.
Su mano golpea mi mejilla con brutalidad, el ardor no tarda en llegar, la rabia crece dentro de mi más rápido de lo que me gustaría admitir.
¿Ella acaba de golpearme?
La observo unos segundos tratando de encontrar en ella la fuerza para detenerme, mi respiración se vuelve pesada, ella parece notarlo ya que da dos pasos hacia atrás poniendo una distancia "prudente".
-Sal de aquí Madison—pido dando dos pasos hacia ella—Sal de aquí antes de que te haga pedir perdón por golpearme—ordeno volviendo mis manos puños deseosos de una víctima.
-Perdón—Susurra, sus ojos me miran llenos de culpa, pestañea un par de veces antes de salir de la biblioteca.
Al quedarme aquí me siento impotente.
Los recuerdos se acoplan en mi mente uno detrás de otro y las ganas de tirar todo son más que las ganas de controlarse.
Cierro los ojos.
Madison esta me la pagaras.
🐦Madison🐦
Escucharlo hablar así, me hizo recordar mi infancia, cuando José tomaba a mi madre por los brazos y la pegaba de las paredes, cuando tiraba de mi cabello, cuando nos hacia la vida miserable, yo solo tenía tres años, pero siempre tengo esos sueños que no me dejaran olvidar, me sentí tan impotente, justo cuando el dijo "Te van a romper el corazón, te utilizará y te hará la vida imposible" esa fue la llave que abrió la puerta a mis tormentos. No medí mis actos hasta después de sentir el ardor en mi mano.