Me encuentro en el auto con Marcus, después de llamar a mi querida madre para saber por qué no vino ella por mí, decidí no hacer un hacer tanto escándalo y subir con él al auto, ya que resulta que el coche de ella se descompuso, por lo que llamo a Marcus para que vaya por mí, debí de haberlo imaginado cuando me llamo y pregunto a qué hora salía…así que ahora después de tanto tiempo evitándolo me encuentro a solas con él en un espacio cerrado, en un incómodo silencio, camino a encontrarnos con mi madre y Violeta.
-Y que tal tu día? – pregunta, rompiendo el incómodo silencio
-Normal- digo encogiéndome de hombros
-Hiciste amigos?
-Si
-Me lo imaginaba, eres buena en eso de socializar
-Mhm…
Él aprieta los labios, pareciera como si quisiera decir algo, pero no se decide.
-Quien era el que te estaba abrazando? -suelta finalmente
-Nadie
-Pues a mí no me parecía nadie
-Pues me importa muy poco lo que te parezca
-Zaira, quien era él- murmura con los dientes apretados
-Ya te dije que nadie, si lo que quieres saber es si ando por ahí ligando con el primero que se me ponga enfrente, la respuesta es un no…sabes perfectamente que no quiero entablar lazos y muchos menos de ese tipo.
-Y qué hay de nosotros?
-Eso no existe
-Si existe y lo sabes muy bien, simplemente no lo podemos olvidar de la noche a la mañana- dice estacionando el auto al frente del local, al parecer llegamos
Cierros por un momento mis ojos y suspiro de manera cansada antes de responderle.
-Entonces te sugiero que comiences a hacerlo, por que lo que paso no volverá a suceder, te lo aseguro, eso solo es parte del pasado- abro la puerta del auto y salgo
A paso apresurado entro al local en donde encuentro a mi madre con Leti y una señora que no conozco.
- ¡Zai! - exclama Violeta al verme y corriendo hacia mi con sus brazos abiertos, me agacho para poder recibirla y abrazarla.
-Al fin llegaste, dime ¿cómo te fue en tu primer día de clases? -cuestiona mi madre
-Supongo que bien
-Te presento a Celia, la de bienes raíces, Celia ella es mi hija Zaira, de la que te comentaba hace algunos minutos- nos presenta mi madre.
Le dedico una sonrisa de boca cerrada a modo de saludo, a lo que ella responde de igual manera
-Mucho gusto
-El gusto es mío, le decía a tu madre que mi hija estudia en la misma escuela que tú, no se si la ya conociste, se llama Angela
-Si, la conocí, es alguien muy agradable- ella asiente con su cabeza, de acuerdo conmigo
-Y bien que te parece el local? -me pregunta mi madre
-Es espacioso y bonito, creo que quedaría bien para la boutique- opino viendo a mi alrededor
-Yo creo lo mismo, es el primero que veo y me encanto, así como también estoy segura que le gusto a Violeta ¿cierto mi cielo?
-Si mami, está muy bonito
-Entonces esta dicho, ya tenemos lugar para la boutique…ahora solo falta que llame al diseñador de interiores y a Jaime para coordinar el traslado de la boutique
Jaime es el asistente de mamá desde que comenzó con todo esto, aparte de ser un muy buen amigo de la familia.
-Bueno Celia me quedo con este local, puedes mandarme los documentos de compra y venta a mi casa para poder firmarlos.
-Desde luego que los hare llegar, venga que las acompaño hasta la puerta- al salir, cierra la puerta detrás de ella, luego le da las llaves a mi madre- todas tuyas
-Gracias, ha sido todo un placer hacer negocios contigo- dice mi madre, mientras estrecha su mano con la de Celia
-El placer ha sido mío, bueno debo irme que tengo otras ventas que cerrar, ante cualquier inconveniente no dudes en llamarme Alice, nos vemos por ahí- se despide y se va perdiéndose entre las personas que transitan
-Mami hace mucho calor, quiero un helado- pide Valentina
-Esta bien vamos por un helado, para luego ir de compras
Y así nos encaminamos en busca de una heladería, para luego visitar varias tiendas de ropa en donde se nos va toda la tarde.
Al llegar a casa nos encontramos con mi padre en la sala revisando algunos documentos, lo saludo y subo directo a mi habitación, no sin antes escuchar decir a mi madre que me aliste pronto para la cena que tenemos con el alcalde, dejo las bolsas con ropa que mi mamá insistió en comprarme en el suelo, me acuesto en la cama y decido tomar una pequeña siesta.
-Zaira…Zai! – una dulce voz me despierta y siento que me sacuden del hombro, al abrir mis ojos debo cerrarlos nuevamente debido a la intensidad de luz. Me siento desorientada no sé qué hora es, me incorporo un poco, miro a mi derecha y Violeta está ahí parada con un hermoso vestido color palo de rosa.
-Hey, que pasa nena
- ¿Me puedes ayudar a subir el cierre? - pregunta tímida
-Claro, ven- le ayudo con el cierre de su vestido- ¿Qué hora es? – pregunto mas mi misma que para ella, sin embargo, responde.
-No se- dice encogiéndose de hombros
-Ya está- hago que de una vuelta- estas preciosa
-Como una princesa?
-Si, como una princesa- le dedica una sonrisa, busco mi celular para ver la hora- ¡las seis y media! – exclamo abriendo mis ojos como platos, por lo visto dormí de más, la cena es a las ocho, debía de apresurarme si no quería que mi madre me regañara por no alistarme rápido.
Me levanto a la velocidad de un rayo y voy al baño para darme una rápida ducha.
-Leti cierras la puerta cuando salgas- le aviso antes de entrar al baño
-Ok, si mamá pregunta por ti le digo que ya mismo estas- escucho que dice.
-Gracias! -exclamo y escucho la puerta cerrarse, como adoro a esa niña.
Salgo del baño con un albornoz cubriendo mi cuerpo, enciendo la secadora para secar mi cabello, luego reviso las bolsas de ropa que mi madre compro, saco un vestido color vino, ceñido al cuerpo y unos centímetros encima de mi rodilla, con unos tacones plateados, me aplico máscara de pestañas y brillo labial, nada llamativo.