[Al día siguiente, Gaspar llegó al colegio de sus pequeños y como siempre llamó poderosamente la atención de las madres que dejaban a sus hijos, de las maestras que los recibían y de la directora quien no encontraba como corregir un mechón rebelde que deslucía su peinado, según su imaginación, mientras, Gaspar trataba de explicarle que Dafne se encargaría de todo lo concerniente a su pequeña Aitana, aunque él no dejaría de asistir a las reuniones y eventos en la medida de que sus ocupaciones se lo permitieran, Dafne esa mañana fue la chica más envidiada, todas querían estar en su lugar caminando al lado de ese hombre que destilaba atractivo por todos sus ángulos.]
***
[Gaspar terminó en el colegio, mandó a Dafne a la casa con su chofer asignado dejando los escoltas como siempre, pendiente de los niños en cada aula. Él tenía una importante reunión con un grupo de empresarios españoles entre los cuales se encontraba Verónica Robles una rubia, alta, muy maquillada. Con un traje bastante sexy y tacones llamativos, quien desde que vio al dueño de la fábrica con la que querían establecer un convenio durante un año, se propuso conquistarlo para hacer un convenio adicional que involucrara la firma de ambos ante un registro civil declarándolos marido y mujer.
Pasaron toda la mañana y principios de la tarde discutiendo, la mujer se mantuvo todo el tiempo en silencio, revisando su teléfono de vez en cuando o simulando anotar algo en una libreta que sacó de su bolso y cuando finalmente llegaron a un acuerdo, ella al ser la única dama seleccionó el lugar donde comerían, se trasladaron en diferentes vehículos aunque la rubia hábilmente quedó en el automóvil de Gaspar, quien viendo el movimiento de la mujer solo sonrió para sus adentros, era linda y muy llamativa, pero no tenía sexo con sus clientes femeninas y eso era ley, el restaurante seleccionado fue el “Thi” de comida vietnamita principalmente, pero con algunos platos internacionales y otros de fusión, Gaspar apenas entró reconoció el lugar y no pudo evitar recorrer el espacio con la vista buscando a la exótica dueña tanto del restaurante como de una hermosa figura.
La rubia pidió uno de los lugares VIP y cuando los conducían hacía allá, él magnate pudo verla charlando animadamente y sonriéndole a unos clientes de una mesa, entre esos clientes reconoció a hombres de altos cargos políticos y estaba el joven ministro del que todos hablaban por ser muy progresista y acertado en sus planteamientos, este particularmente monopolizaba la atención de la dueña del restaurante Hoa Thi Smith, recordaba claramente su nombre completo, se vio obligado a continuar su camino, pero procuró sentarse en un lugar que le permitiera observar los movimientos de la hermosa chica de bellos ojos, voz sensual, risa cautivadora y… tuvo que abandonar sus pensamientos porque ya le estaban preguntando qué quería tomar.
Afortunadamente la clienta en su empeño por impresionarlo quiso demostrar su influencia en el restaurante y mando a llamar a la dueña para pedirle recomendación de platos, así que cuando la preciosidad llegó no lo notó al principio, concentrando su atención en la rubia, pero poco a poco paseó su vista por todos los ocupantes de la mesa y se detuvo en él, sonrió y le saludó cortésmente:
–Señor Davis, ¿cómo está usted?, y ¿cómo está mi cliente favorito?
–Señorita Smith yo estoy muy bien gracias y Bastián también, le daré sus saludos –respondió Gaspar con su media sonrisa baja bragas.
–Sí, por favor –señaló Hoa.
–¿Quién es Bastián querido Gaspar? –preguntó la rubia tocando su brazo, el cual retiró él de inmediato.
–Es mi hijo mayor –contestó muy serio por la familiaridad de la mujer al decir su nombre.
–¿Y de qué se conocen ustedes? –insistió la mujer.
–Tal como escuchó señorita Robles, mi hijo es su cliente favorito. –La rubia hizo un mohín, no le había gustado la familiaridad con que se saludaron, aunque habían sido muy formales, en apariencia.
Hoa hizo un despliegue de atención recomendándoles varios platos, ellos aceptaron gustosos y ella se retiró agradeciéndoles la visita y deseándoles que disfrutaran mucho de su comida. La chica exótica se movía entre las mesas y saludaba cortésmente a todos en cada lugar, era un viernes y el sitio estaba totalmente lleno, Gaspar la seguía con la vista no muy discretamente, se sentía tan atraído por ella que no podía prestar total atención a la conversación en su mesa. Verónica Robles trataba de acapararlo y sus resultados eran infructuosos, porque él se dirigía a todos cuando no estaba viendo a la nada, según creía ella, ya que no descubría quien era el objeto de la atención del guapo millonario Gaspar Davis. Al pedir la cuenta, Verónica solicitó la presencia de la dueña nuevamente para agradecer el servicio, Hoa se acercó solícita y les pidió su opinión sobre la comida, recibió muchos halagos y expresiones de satisfacción, lo cual agradeció con su encantadora sonrisa. Gaspar le dijo expresamente que ese sábado siguiente volvería con sus hijos, Verónica rápidamente se unió ofreciendo que los acompañaría, Hoa solo se limitó a sonreír, Gaspar quería ver en ella algo de molestia y no la obtuvo.
En un momento, luego de salir y al abordar los vehículos, Gaspar le dijo:
–Señorita Robles, la llevaré a su hotel y con respecto a mañana sábado mis hijos y yo no solemos aceptar la compañía de extraños, no puede acompañarnos a venir aquí.
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Editado: 22.05.2024