[Thomas Spencer tenía en sus manos una carpeta con mucha información sobre Fionna Jones, la esposa de Gaspar Davis, contra quién él impuso una demanda de divorcio. Y a la que despreciaría si se enterara de todo lo que ha hecho esa mujer en la ciudad donde ha vivido los últimos cuatro años, ha desfalcado a varios hombres casados quienes no la denuncian por razones obvias, son sus víctimas ideales hasta que se dedicó a vaciar las cuentas de un octogenario que ya había pedido licencia para casarse con ella.
Los hijos de ese hombre están buscándola y uno de ellos particularmente, está bastante enojado y no la va a perdonar porque es un hombre que se mueve en el submundo y aun no siendo cercano a su padre por sus actividades, no va a permitir que se burlen de él.
Fionna Jones se ha prostituido desde que cumplió tres meses en la isla, anuló por completo la personalidad de Boris, el exagente de fuerzas especiales encargado de su traslado y custodia, a quién hizo su amante seguramente solo para que la ayudara a fugarse.
Thomas Spencer sintió curiosidad por conocerla en persona, era una mujer despiadada en sus ambiciones y le atraía, aunque no sería muy generoso con ella porque alteró a su belleza exótica, si él lograra llevar una vida normal y pudiera amar libremente, sin duda alguna esa vida y ese amor serían para Hoa Thi Smith, llamó a su mayordomo y le dijo:
–Richard, prepara la terraza y trae a Fionna Jones, quiero desayunar con ella.
–Como usted ordene señor.
Fionna estaba en una cafetería cuando fue abordada por uno de los hombres de Thomas, él se acercó y ella reaccionó coquetamente.
–Buenos días, mi jefe, el señor Spencer la invita a desayunar.
–¿Y dónde está ese señor Spencer?
–Acompáñeme por favor.
–Si tu jefe es la mitad de guapo que tú, desayunaré, almorzaré y cenaré con él.
Se subió al automóvil en la parte de atrás, sin desconfiar en absoluto, solo iba deleitándose con el perfil del hombre que le había dado el mensaje del tal Spencer. Llegaron a un edificio de apartamentos de lujo, la llevaron a un ascensor alfombrado que llegó directamente a una estancia muy elegante, sus ojos se abrieron ávidos al verse rodeada de la exquisita decoración de ese lugar, enseguida Richard se hizo cargo de ella, conduciéndola hasta la terraza donde la esperaba Thomas Spencer, majestuoso y hermoso.
Fionna lo observó de pies a cabeza y sonrió humedeciendo sus labios en el proceso, él la invitó a tomar asiento y ella lo hizo muy sinuosamente moviendo sus caderas y elevando su trasero. Thomas la observaba y se burlaba internamente al ver todos los esfuerzos que hacía ella para atraerlo, era una mujer muy bella que con solo actuar naturalmente pudiera tener al hombre que quisiera, bueno ya tuvo a Gaspar Davis, pero era tan básica que creía que necesitaba toda esa actuación para tener la atención de un hombre.
–Sé quién eres y qué has hecho durante estos cuatro años, ahora responde mi pregunta: ¿Por qué regresaste?
–Muñeco, no creo que sepas realmente quién soy, mi esposo es muy poderoso y si sabe que me invitaste con intenciones ocultas podrías estar en problemas.
–Gaspar Davis estaría aliviado si ejerzo contigo mis intenciones ocultas. Responde mi pregunta –exigió mirándola fieramente.
–Vine a recuperar mi lugar en la mansión Davis –respondió a regañadientes y torciendo el gesto.
–¿El lugar que abandonaste por ir tras los pantalones de Boris?
–No tienes derecho a hablarme así, no sabes lo que he sufrido con Boris.
–Ahórrate el teatro conmigo, irrumpiste en la mansión Davis; denunciaste a Gaspar Davis por maltrato doméstico cuando ha sido él quien ha criado solo a sus hijos porque lo dejaste con un bebé de horas de nacido; molestaste a su novia Hoa Smith y afortunadamente no te permitieron entrar al colegio a interrumpir a los niños. No creo en tu arrepentimiento, pienso que ya no podías estar más en la isla porque te están buscando muchas personas, has estafado a gente importante y tu última jugada con el patriarca de la familia más poderosa de Italia ya fue descubierta, tu ambición desmedida te llevó a vaciar sus cuentas, llegaste aquí con millones de dólares que quieren ser recuperados por los hijos de Carbone.
–¿Acaso tú vas a delatarme?
–¿Cuánto tiempo crees que pasará antes de que vengan a buscarte aquí?, no fue muy inteligente de tu parte venir a la ciudad donde viven tu esposo y tus hijos, es el primer lugar en el cual investigaría, si quisiera tu cabeza.
–¿Me dices todo eso porque quieres ayudarme?
–En absoluto, te estás metiendo con alguien muy importante para mí, yo protejo a esa persona de cualquiera que tenga siquiera un mal pensamiento sobre ella.
–No me digas que estás enamorado de la amante de mi marido.
–Davis no es tu marido y Hoa no es la amante, cuida tu lengua con respecto a ella.
–Vaya, vaya, ¿qué tiene la zorrita para que enamore a hombres como tú y como Gaspar?
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Editado: 22.05.2024