Me llaman Dora

IV Esto es injusto.

Mamá insiste bastante en ir a dejarme a la preparatoria, dice que de todas formas le quedaba cerca de un lugar al que debe ir.

No le creo, pero nunca lograría hacer que cambiara de opinión, al llegar a la entrada ella entra con toda naturalidad, es aceptado en el colegio, debe hablar con mi profesor pero eso será hasta dentro de una hora.

Se lo dije en la mañana y confundida acepto venir.

Mientras entro a mi clase ella me sigue pero yo no voy a la clase del profesor que la cito.

- ¿Mamá, qué haces? -pregunto al ver que esta por entrar a la clase y justo en eso entra el profesor.

- Hola, señora Amey, ¿desea algo? -pregunta dejándola entrar.

Veo a Diego y me siento a su lado, me saluda con la mano y yo repito el gesto.

- Si, en realidad quería decirle algo a su grupo, no tardare mucho, ¿podría? -dice mi madre y siento mi pulso alterarse.

¿Por qué pide algo así? Además esto no tiene sentido, el profesor no puede permitirlo.

- Bueno... -la mira de pies a cabeza y cubre con su mano su anillo de matrimonio, pone una mano en la espalda baja de mi madre y la lleva hasta el centro de la sala-. Adelante, de todas formas ya hemos visto toda la materia de la semana.

Mi mamá aleja la mano del profesor apenas está en el centro de la clase y disimula su repentino desagrado, para hablar y decir lo peor que he escuchado en mi vida.

- Hola, soy la madre... -un chico la interrumpe.

- De Dora -dice y mi mamá lo mira con  enojo.

Unas cuantas risas que se habían formulado de inmediatos se callan al notar lo que estaban haciendo, estúpidamente, frente a mi madre.

- ¿Disculpa? -dice mi madre cruzando sus brazos esperando que lo repita y sonríe satisfecha cuando no lo hace.

- Nada, nada, señora, lo siento -dice nervioso o asustado.

- Bien, como todas sabrán o no, hoy mi hija está cumpliendo los quince años -me señala con una gran sonrisa, escucho unas risas leves y me siento nerviosa-. Y los invito a la celebración -saca de su bolso varios sobres y empieza a entregárselos a todos-. Los esperamos -dice con una sonrisa y sale de la clase tras despedirse de mi profesor y agradecerle la ayuda.

Mis compañeros empiezan a susurrar cosas y Diego se mueve de un lado a otro en su silla viendo a todos, molesto.

- ¡Bu! -siento algo golpear en mi espalda-. Ni loca iré a tu fiesta de quinta -suspiro nerviosa.

Miro a mi lado y uno de los sobres que mi mamá ha entregado esta hecho una bola en el suelo, otra vez me tiran otros tres sobres hechos bolas y esos me dan en la cabeza.

Sabía que esto iba a pasar, cubro mi rostro con mis manos soltando aire con fuerza llena de frustración, el profesor ha empezado a copiar materia, él deja que hablemis hasta que termine de escribir.

Escucho varias risas y otros papeles, son más de cinco, perdí la cuenta.

Diego se levanta, agarra los papeles y los lanza al basurero, me mira sin expresión y sonríe luego de unos segundos.

Se pone frente a mi escritorio, se agacha apoyando sus brazos cruzados en mi mesa y apoya su barbilla en esta, aún con una sonrisa leve.

Se ve verdaderamente tierno.

- ¿Qué ocurre? -digo con una leve sonrisa por la gracia que me da al verlo de ese modo.

- Feliz cumpleaños -me dice y yo me rió leve.

- Gracias -digo feliz por su amable acto.

- ¿Quieres que te cante? -dice aún que creo que es en serio noto cierto tono de broma en su voz.

- A ver... hazlo -digo retándolo porque sabía que no lo haría.

Feliz Cumpleaños... -su tono de voz cambio un poco, pero para bien, siguió cantando la letra de la canción y sentí mis mejillas rojas, canta bastante bien.

- Calla, calla... ya te creo -él me mira con el seño fruncido.

- Sigo sin saber tu nombre -dice-. ¿Cómo voy a terminar la canción? -dice.

- Ya sabrás tú -digo en burla levantando mis manos.

Estoy segura que nadie además de mi lo ha escuchado, el resto está en su mundo y considero que lo que él ha hecho es un regalo.

- Eres una grosera, ¿lo sabías? -dice y yo sonrió sin mostrar los dientes-. ¿Voy con ropa casual o con un traje? -dice.

- ¿De qué hablas? -digo.

- Para tu fiesta -dice como si fuese lo más obvio del mundo-. La cual es... -abre el sobre que se la sido entregado y lee-. A las seis de la tarde, salimos temprano podre ponerme hermoso -dice y me rió seguida de Diego.

- ¿Iras? -pregunto y se sienta en su lugar, que está a mi lado.

- Claro, no tengo nada que hacer en casa, ayer me tocaban todos los deberes y están hechos.

- Oh, bueno... no esperes mucho, haré una baile con dos de mis primas pero estoy nervios y usar tacones no me ayudara -dije moviendo mis pulgares incomoda.

- Tranquila, yo tampoco sé bailar. Oye... -dice.

Esta más relajado que ayer.

- ¿Uh? -lo veo mientras me da tres de mis cuadernos que le preste ayer para copiar la materia.

- Gracias, ya lo he copiado todo, es bueno que apenas estén empezando el periodo -dice mientras guardo los cuadernos-. ¿Crees que pueda llevar a alguien más a la fiesta?

- Oh claro, por mi no hay problema, no creo estar pendiente de lo que pase en el lugar de todos modos -respondo apenada.



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En el texto hay: secuestro, bullying, abusador

Editado: 06.03.2019

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