Querido Diario.

Los años pasaban de primer grado a noveno, me gradué con honores y actualmente vivo en la ciudad de Los Angeles con mis amigas, Tania, Janah, Merry, Samantha y Dianta, quienes ya tenían sus trabajos establecidos y sus carreras terminadas. dos de ellas se graduaron de psiquiatría, otra filosofía y letras, y las otras dos se graduaron de ingeniería y robótica. Yo sin embargo estudiaba una carrera que posiblemente me iba a llevar a la calle o tal vez a un establecimiento de comida rápida, como una tienda de sándwich que hacían tu pedido como lo quisieras o tal vez a un simple restaurante de hamburguesas, pero, aun así me sentía feliz, me sentía bien por la carrera que estaba estudiando aunque supiera que la carrera no llevaría a ningún lado de este mundo, o me dará de comer. Aun así yo tenia las esperanzas de tener algún trabajo que me mantuviera y solo tratara de eso, a lo que realmente se enfoca la carrera, la tonalidades, acordes, semitonos y musica en general. Sabia que sentirme de una manera negativa seria a un mas malo y me llevaría a un lugar sin rumbo en el que mi autonomía no existiera y solo se llenaría de monotonía, una seca e incomoda monotonía que me daría asco por el resto de mis días. 
Aunque bueno, la universidad me dio cosas que recordaría por el resto de mi vida, podría alguna vez escribirlas en este diario, tal vez el que lo encuentre cuando muera o el que mire entre mis cosas privadas se ría de mi y le cause algo de pena lo próximamente cuente, aunque seria un poco ridículo, ¿a quien le gustaría leer mi diario de alguien como yo?, un chico que simplemente no conoce nadie y de orientación sexual homosexual. Simplemente ridículo.

27/03/18
-Neddie