Después de un largo discurso por parte de mi amiga, de que no tenía derecho de tratar a los demás así, solo porque no estuviera de humor, y de que luego tendría que pedirle perdón a Zedd por como lo trate, nos dirigimos a nuestro salón. En el cual se escuchaban rumores, sobre que le había pasado a mi cabello.
Al terminar las primeras horas fui en busca de Zedd para hablar con él. Recorrí todo el instituto, pero nada, no había ni un solo rastro de Zedd White, le pregunte a uno de sus compañeros por él y me dijo que tal vez lo encontraría en la biblioteca. Así que me dirigí hacia allá y ¡Bingo! Lo encontré en una de las mesas leyendo algún libro.
-¿Podemos hablar?-alzo la mirada y se sorprendió al encontrarse conmigo frente a él.
-Creo que hoy no estas de buenos ánimos para hablar, tal vez después- auch-así que, si no es mucha molestia, ¿podrías dejarme leer tranquilo?
Estaba a punto de darme la vuelta y dejar todo como si nada hubiera pasado total tal vez luego no me importara, pero no, mi ego no me lo permitió, no sabía por qué pero que Zedd estuviera enojado conmigo por mi idiotez me puso realmente triste.
-Oye sé que yo tuve la culpa de todo, pero te vine a pedir perdón y no me iré de aquí sin que aceptes mis disculpas- lo encare, lo que hizo que devolviera su vista a mí y nuestras miradas se encontraran.
Se levantó de su asiento y me tomo de la muñeca llevándome las ultimas estanterías de la biblioteca donde todo estaba solo, eso era MUY raro.
-¡Quieres que te perdone?-estaba totalmente muda.
-Uhhh, si pero…-él me ponía muy nerviosa, además de que estaba demasiado cerca de mí.
-¿Pero qué? Kendall, ¿no me digas que te pongo nerviosa?
-C-claro que… no- si supieras que si- solo que estas muy cerca.
Se fue acercando más y más, lo que hizo que mi cara se pusiera totalmente roja de los nervios, juro que pensé que me besaría. Y de pronto se comenzó a reír como una foca con epilepsia, lo que logro que me confundiera aún más.
-Debiste ver… tu cara estabas… asustada y estas roja-era una broma, oh lo va a lamentar-no pudo creer que pensaras que yo…-no dijo nada mas ya que pensó lo que estaba a punto de decir lo que provoco que parara de reír-lo lamento.
Se alejó de mí pero no tanto, mi corazón estaba acelerado, por un momento pensé que se me saldría del pecho. Nuestras miradas se encontraron y en los ojos de Zedd había algo que no lograba descifrar, pero si de algo estaba segura, era de qué me trataban de decir algo pero no con palabras.
-S-sí, no hay problema, y-yo ya me tengo que ir-no podía seguir así, este chico hacia que me sintiera extraña, y eso me daba miedo.
Me volví para salir de allí lo más rápido posible, cuando dijo algo que me hizo realmente feliz.
-Claro que te perdono Kendall, no podría nunca enojarme contigo-¿Por qué habrá dicho eso?-y créeme, que no sé por qué.
No dije nada, solo me aleje de él, quería pensar, quería saber que era lo que me pasaba con Zedd, necesitaba saberlo.
-Hola, Kendall,- era la chica pelirroja de la otra vez-¿te sientes bien? Estas un poco nerviosa.
Y como si fuera poco Zedd paso a mi lado y mi piel se erizo me sonroje como nunca, lo que claramente Dellancy noto.
-¿te gusta Zedd?, ustedes no harían una mala pareja-porque rayos decía eso.
-¡C-claro que no me gusta, solo somos amigos!-me arrepiento de haberlo gritado, Zedd lo escucho y juro que su mirada que hace un momento era feliz, ahora solo me mostraba tristeza.
Me sentí tan mal que tome a Dellancy de la mano y salí corriendo con ella de la biblioteca sin importarme que la mirada de todos los demás chicos que se encontraban allí estuviera sobre mí.
Lo lamento Zedd pero no me voy a permitir enamorarme de ti. No quiero sufrir y tampoco quiero lastimarte a ti.
-Lamento haberte echo correr, soy una tonta-idiota es lo que soy.
Tienes toda la razón.
Conciencia cállate.
-No tienes por qué disculparte, me parece tierno que no quieras aceptar tus sentimientos, solo por miedo a no salir lastimada una segunda vez.
Y ella como lo sabía.
-Ehhh, ¿Cómo lo sabes?
Jamás le había contado lo que me paso a nadie más, que no fuera mi hermano, Laila y Luke.
-Kendall, estudiamos juntas hace 7 años atrás, y yo estuve el día en que Zack Clinfford te rechazo- que lo diga de esa manera duele-no tienes por qué tener miedo se ve que Zedd, es buena persona.
Después de terminar de hablar con Dellancy, salí del instituto en dirección a mi casa, no tenía ganas de estar allí, iba caminando frente a la plaza y me encontré con Zack y no pude evitar sentirme molesta, su sola presencia me repugnaba, quise evitarlo (una segunda vez), pero fue un intento fallido.
-Kendall, parece que quieres huir de mi-valla, pero que adivino-¿acaso te hice algo malo bonito?
-Sí, existir eso hiciste de malo-cuanto lo odiaba-ahora podrías apartarte para yo seguir mi camino.
-Oh, vamos linda sabes que todavía sientes algo por mí.