Capítulo 2: Boda de hielo.

Ayleen

En cuanto volví a la casa todos se quedaron de piedra al ver el exuberante diamante que llevo en mi dedo.

-Ese diamante es una joya digna de ti, hija.

Force una sonrisa luego de escuchar estas palabras.

¿Una joya digna de mi?

No quiero una diamante tan exuberante.

Solo quiero un diamante elegido por él.

-Me alegro que seas tu la futura esposa de mi hijo.

La madre de Alán inquirió estas palabras mientras acariciaba mi mano.

-Nuestros nietos saldrán una belleza, porque la belleza que tiene su madre no de puede comparar nada.

-¿Nietos?

Pregunto mi padre, a lo que el señor Montero sonrió.

-Quiero muchos nietos Salvatierra, así que ve mentalizando que tu pequeña nos dara muchos niños a los cuales malcriar.

-Y niñas a las cuales convertí en unas auténticas Barbie.

¿Barbie?

Por ningún motivo permitiré que conviertan a una hija mia en una muñeca descerebrada y caprichosa.

-Señores pueden pasar al comedor.

Anunció la chica que es encargada de la cocina. Y todos los presentes asintieron.

-¿Dónde esta Alán?

Abri la boca para hablar pero la voz de mi hermano se antepuso.

-Yo ire a buscarlo.

Inquirió Alexander y poco después se marchó a toda prisa.

-Si me disculpan tengo que verificar que todo este excelente en la cocina.

Mis padres se miraron entre si y enarcarón una ceja.

-Ve cariño.

Dijo mi madre y yo le guiñe uno de mis ojos.

Sin omitir más palabras sali prácticamente corriendo de la sala.

Si o si tengo que saber que está pasando con Alán.

Camine con paso apresurado hacia la puerta que lleva al jardín y justo cuando iba a ser acto de presencia escuché la voz de mi hermano.

-¿Para que quieres volver a ver a esa mujer? ¿No estarás pensando serle infiel a mi hermana?

-Uns vez me case con ella le sere fiel hasta la hora que se acabe esta farsa Alexander. Pero hoy necesito que me ayudes a encontrar a Alison, necesito verla por última vez. Necesito pasar mi último día como soltero con ella.

Así que a la mujer que buscas es a Alison... pequeño tonto.

-¿Dónde conociste a esa mujer?

-El día que me obligaste a salir con tu hermana, después de pelear la lleve a la playa y fue allí donde conocí a Alison. -Alán saco las manos de sus bolsillos para colocar una de ellas en el hombro de mi hermano. -Necesito tener esta última noche con ella.

-Vere que puedo hacer por ti Montero. Pero ten por seguro que no te prometo nada.

-Con que hagas el esfuerzo de encontrarla esta noche me basta amigo.

Alán le dió una pequeña sonrisa a Alexander antes de girar sobre sus pies para marcharse.

Me escondi detrás de un pilar de mármol, para que él no pudiera verme.

Y en cuanto se alejo de mi sali hacia el jardín.

-No tenia de otra hermano.

Alexander cerro los ojos con fuerza.

-A mi nunca se hubiera atrevido a colocarme una mano encima, mientras que a ella le beso hasta el alma. -solte un suspiro cansado -Utilicé una identidad casi falsa para cumplir mi sueño de estar entre sus brazos.

-Pequeña......

-Le dare esa última noche que tanto anhela hermano. A media noche dile que encontrarte a la mujer que él tanto busca, dile que Alison esta dispuesta a tener un último encuentro con él.

Alex me miro fijamente y no se atrevió a omitir más palabras.

-Solo por esta noche, hermano. Solo esta noche.

Alexander me atrajo hacia su cuerpo para abrazarme con bastante fuerza.

-Te ayudare en esta locura hermanita. Pero tienes que prometerme que ya no haras más locura para acercarte a él, deja que lo que ustedes tienen fluya, deja que él acepte que le gustas.

Como si eso fuera fácil.

-¿De verdad crees que él algun día me amara?

-¿Ayleen, crees que estoy ajeno al beso a la fuerza que él te dió? No cariño... ese show lo mire por completo. Así que deja que te diga que ese Montero caerá rendido ante tí. Alán Montero más tarde que nunca aceptara que Ayleen Salvatierra, alias la ingobernable, lo vuelve totalmente loco.

-Te juro que cuando aparezca la mujer indicada para tí, te devolveré todo lo que haz hecho por mi, ayudándote a conquistarla porque, no es por nada hermano pero tú eres un fiasco cuando estas enamorado.

Alexander rodó los ojos.

-Regalarle a la chica que te gusta un viaje de supervivencia en el bosque es un excelente regalo. Pobre de ella que no supo apreciar la joya que le di.

Viaje de supervivencia en el bosque. ¡Ja! Que afortunada debió de sentirse esa chica. Nótese el sarcasmo.

-Tú te encargaras de follarla rico y yo me encargare de los regalos.

-Trato. -dijo sonriendo.

-Aunque pensalo bien, tú me ayudas porque te da la gana así que no tengo porque devolverte nada, Alexander Salvatierra.

-Ayleen...

-¿Si hermano querido?

-Te han dicho que eres......

Lo interrumpí.

-Me han dicho que soy la mujer más exasperante pero hermosa que existe en este mundo. Así que ya casi no te quedan adjetivos que decirme.

-Todavia puedo decirte que...

Lo volví a interrumpir. Y en esta ocasión pellizque uno de sus brazos.

-Dejalo hay Alexander si no quieres ser el causante de mi primer enojo estando embarazada.

-Entonces, sera todo un honor causarte tu primer enojo estando embarazada, hermana.

-Teniente del... -murmure y el lilipendo de mi hermano se atrevió a sonreír.

¿Como puede ser posible que pase de amarlo a querer estrangularlo en tan solo un minuto?

-Los esperamos para cenar.

Ambos colocamos nuestros ojos en Alán Montero. Quién nos miraba fijamente.

Jodete futuro esclavo mio.

-Vamos para que me alimentes montaña de músculo.

-¡Ayleen.......!

-¿Prefieres que te diga puro huesos?