La teoría crítica surge en la famosa Escuela de Frankfurt, con un grupo de investigadores que estaban en desacuerdo con el pensamiento de la época, por lo tanto, (como su nombre lo indica) ellos hacen una crítica de las teorías tradicionales. Tienen un deseo profundo de transformar las formas del pensamiento dominante y liberar a la humanidad de las opresiones a las que son sometidos.
Uno de los principales temas que se critican, es el mecanicismo deshumanizado de la época. Alegan que el mecanicismo solo puede funcionar en objetos, pero no debe aplicarse a las personas. La clase dominante utiliza el mecanicismo como una herramienta para la alienación. Además, pretendían una extrema universalización, lo que detiene los procesos históricos. Con todo esto, ellos "fabrican una realidad social" a su conveniencia (hiperrealidad).
Habermas nos habla sobre la dialéctica existente en la ilustración; el encuentro de un individuo con su imposibilidad de estar con otros individuos, ya que el individualismo que implica la alienación le hace estar vertido hacia los objetos. Esto tiene sus "pros", ya que supone una sociedad ilustrada y tecnológica, pero totalmente des-socializada. Promueve la "acción comunicativa" lo cual implica personas en comunidad intentando producir comprensión. Esta comunidad es posible al rescatar los valores fundamentales de la "moral".
Para Habermas, la liberación es posible al dejar de lado la relación instrumental medios/fines en función de la "autodeterminación". Así, se entiende la libertad como el interés por el autodesenvolvimiento particular y colectivo, totalmente en contra del mecanicismo que pretende el Estado, al igual que el hecho de que el sujeto repita microscópicamente dicho poder.
La liberación implica una memoria histórica y la restauración de aquello que ha sido deformado por la hegemonía. Nos hace capaces de desenmascarar los mecanismos ideológicos estructurales.