Bright cree que ahora también tiene un don. O casi.
Durante el paso de los meses ha logrado que la ternura de Win no tenga un efecto tan grave sobre él.
Ha aprendido a controlarse.
Ahora puede abrazar a su novio sin derretirse entre sus brazos.
Ahora puede besarlo sin caer desvanecido al suelo.
Y cuando Win lo toca, Bright no se desborda como solía hacerlo en un principo.
Sin embargo, hay una cosa que sigue teniendo un fuerte efecto sobre él y eso es la sonrisa de su novio.
Bright habla muy en serio cuando dice que es la sonrisa más hermosa que ha visto.
Y es que la manera en la que Win sonríe es demasiado linda y perfecta.
La sonrisa de Win tiene el poder de hacer los días de Bright más brillantes.
Si está triste, la sonrisa de su novio es todo lo que necesita para sentirse mejor.
La sonrisa de Win es amable, sincera y contagiosa.
Bright sonríe automaticamente cuando ve a Win sonriendo.
Y a pesar del tiempo que llevan juntos, la sonrisa de Win sigue teniendo el mismo efecto en él como lo tuvo aquel día en que se vieron por primera vez.
A Bright se le acelera el corazón, un calor sofocante inunda su pecho y la respiración se le corta antes de que sienta que sus piernas tiemblan y que cae lentamente sobre el suelo.
Y no tiene ningún problema con eso.
Bright ni siquiera quiere intentar controlarse.
Ha decidido que se derretirá una y otra vez por la sonrisa de su novio.